Humanidad •Owari no seraph•

Eternidad

No me maten plz. Se que que no he actualizado mis historias desde... eh...ah...ammm... un mes? Okno bueno, en esta historia pueden interpretar la pareja como quieran. No hay activo ni pasivo, eso lo interpretan ustedes. (Aunque prefiero a Mika de pasivo pero bueeno.)

Si no les agrada este final alternativo de dos partes, solo omitanlo y piensen que solo hay uno :v :3

PD: Perdonen las faltas ortográficas.

PD2: Estoy publicando esto desde la clase de computación.(Sigue sin internet.)

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Los primeros rayos del Sol alumbraban la habitación destruida. Ahí se encontraba un pelinegro... Arrodillado en el suelo, llorando.

—¿Por qué...nunca puedo hacer nada bien?

Todo esto le parecía una pesadilla, es más, ¿Y si lo era?

—Vamos despierta,¡Despierta!—Yuu empezó a golpearse la cabeza, una y otra vez.—¿Por qué...no despiertas?—Se hablaba a sí mismo, deprimido.

De pronto, una idea fugaz pero a la vez suicida cruzó su mente: Iría a salvar a Mika.

"¡Ahora que no está el idiota de Guren podré acceder a los datos de esos chupasangre fácilmente!" Pensó.

A paso apresurado, Yuu se dirigió a la sala de datos del departamento dónde se hallaba; Supuso que como estaba en ese hospital del ejército, obviamente tendría información. Al entrar vió varias computadoras, eran simples; claro, no estaba en el cuartel principal, pero en una de ellas estaba lo que buscaba.

Yuu rebuscaba en los archivos de la computadora general.

—Donde, donde, donde....¡Bingo!—Al parecer, uno de los escondites más grandes y cercanos era, irónicamente, de dónde escapó cuando era un niño.

Conocía muy bien ese lugar, no estuvo ahí cuatro años por nada. Aunque... Nunca había estado en el centro de su nido.

—No importa. Mika, te salvaré.

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Encadenado...Como un vil asesino.

Llorando...Como un niño pequeño.

Sufriendo...Como nunca antes.

Dolido...Muy dolido.

—Ya déjame, que duele maldición!!—Trataba de sacarme a este tipo de mi cuello, ¡podría desmayarme por sus caprichos!

—No tienes derecho a quejarte, Mika-Kun~.—Ferid respondió seguido de una sonrisa burlona.—Este es tu castigo por desobedecer a tu superior.

—Si la reina lo supiera podría——

—Creo que está de más decirte lo que le podría pasar a "Yuu-Chan" si lo haces. Además, tu sangre es deliciosa, ¿Cómo desaprovechar una oportunidad como esta?

Este tipo me irrita pero, no puedo negarme. No quiero que le hagan daño.—Ahora si me disculpas~—Ah! ¡Lo hizo fuerte a propósito!

—Detente! A este paso me voy a desmay——!

—Oh~ creo que me pasé... Descansa pequeña delicia... Por ahora...

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Nuestro pelinegro logró acceder al lugar, pero no de la mejor forma.

—Genial, tenía que pasar...—Tuvo que ir por el camino menos vigilado.. La alcantarilla.

—¿Dónde estará el camino...?—Yuu escuchó pasos ajenos. Buscó un escondite y se escabulló entre uno de los tantos canales.