POV LUKE :
Emma me había invitado su nutella y estuvo deliciosa, me sentí mal porque por mi culpa le habían descontado su sueldo y ella había sido muy buena conmigo, me ayudo a venir aquí y compartió su nutella, jugamos a las veintiún preguntas y me divertí con ella hasta que me quede dormido, junto con ella.
***
Desperté y ahí estaba Emma aun dormida, se veía linda pero era muy cabezota, aunque se parecía a mi, claro pero nadie me supera.
-Emma, despierta...-Dije sacudiéndola aunque no se despertaba.
-Emma despierta o te daré un beso sabor a nutella - nada, no se despertaba.
Me acerque lentamente y la besé, sus labios eran suaves y carnosos, pero rápidamente me aleje, Emma me mataría si se enteraba, me fui arrastrándome hacia el pasillo, para cuando ella despierte, yo no estaré ahí, ojala no se de cuenta si no, no me lleva a mi casa. Estuve sentado pensado en el "beso secreto" pero vi a Emma entrar con una ¿sonrisa?, seguro no se dio cuenta que la besé, se acerco y se sentó junto a mi.
-Hola bella durmiente que no despierta con un beso - ¡ups! se me escapó, ella abrió los ojos como platos.
-¡Como que bella durmiente que no despierta con un beso! ¿acaso me besaste? ¿cuándo? ¡¿cuando nos quedamos dormidos?! - uy ahora si metí la pata, se veía enojada le hable pero no me escucho parecía perdida en sus pensamientos.
-Ah...¿Emma? - pregunté.
-Em...¿si? - Dijo distante.
-Te quedaste en shock - Le dije ¿¡acaso le gusto mi beso?! ¡¿tan irresistible soy?!.
-¡¡Emma!! - nada, no me escuchaba.
-¡¡Cállate Rasputia!! - Gritó.
¿Qué? ¿Quién es Rasputia?
-Eh...¿Rasputia? - Pregunté confundido.
¡¿Quién era Rasputia?!
-¿Qué? no, yo no dije, es decir...¡ya vámonos! - Tartamudeó.
-¿A dónde nos dirigimos? - pregunté, una vez ya en el auto de Emma.
-Ah, olvide decírtelo, debo recoger a Laura - Contestó.
-Pues vamos por la enana - Hablé con una sonrisa.
-No discutiré eso - Dijo también, pero con una mini-sonrisa.
¿Desde cuándo Emma y yo somos tan amigos?
***
-Hola, idiotas - Dijo Laura entrando al auto.
-Laura - Respondió Emma en forma de saludo.
La escuela de Laura estaba muy lejos de nuestras casas, ya empezaba a aburrirme. Así que empecé a hacer sonidos con la boca.
Laura me siguió.
-Tararara...-Canturreaba Laura junto a mí.
Emma se nos unió y de pronto gritó.
-¡¡Soy un cacahuate!! - Gritó emocionada.
-¡¡Sí!! - Respondimos Laura y yo al unísono.
-¡¡Tú eres un cacahuate!!