Capítulo 4-*

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Me desperté, eran las 06:15. Como pude me levanté, me cambié y fui al baño. Una vez ahí me lave la cara y los dientes, me pesé *45* ‹sigo igual›, pensé. Hacía tanto que quería bajar de peso, esta vez iba en serio, ya no estaba flaca como hacía unos meses, ya no era como antes.. No era la misma físicamente como tampoco emocionalmente.

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Cuando me dirijo a la cocina veo que me hicieron el desayuno, algo raro ya que siempre me lo hago yo.
Aprovecho cuando se van de la mesa y tiro todo ese desayuno.

‹lo único que logro es engordar con toda esa grasa›, pensé.

Una vez de ahí, voy de nuevo al baño, me cubro las ojeras con el corrector, me aplico un poco de rimmel, me aplico mis cremas, voy a mi habitación, agarro mis cosas y salgo hacía el colegio.

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Cuando entro la primera persona que veo es Cielo, como la adoro, siempre me espera.

-Hola - le digo

-Hola

-Te extrañe Cielito lindo, ¿sabes que te amo muuuucho? - le digo y me mira con el ceño fruncido

-¿Te sentís bien Berenice? - ¿vieron como me devuelven cariño mis amigas?

-Yo también te extrañe Bere, yo te amo más, gracias eh

-Perdón, yo te amo más mejor amiga. Te extrañe como a nadie

-Sí, claro.

-Siiiiiiii

-Bueno, hay que entrar al salón - no odio el colegio, pero es realmente agotador.

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Él estaba ahí, no podía parar de mirarlo.
Cuando sus ojos cafés encontraba los míos me ruborizaba, era tan lindo.

Amaba perderme en su rostro, me sentía de una manera tan inexplicable. Es que realmente lo amo. Y para obcesionarme un poquito más, él también me miraba y no iba a negar que caía en un sueño.

Un sueño interminable...

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