Mi Último Adiós (BTS) ♡

Prólogo.

Llegué a mi casa después del instituto, aunque esta vez más tarde, me había entretenido hablando con mi mejor amiga sobre lo que haríamos ese fin de semana. Antes de entrar por la puerta escuché unos gritos que procedían de mi casa. Me apresuré para abrir la puerta y lo primero que vi fue a mi madre en el suelo tirada llorando y mi padre en el sofá tapándose la cara con las manos. Mi casa estaba en un completo desorden, algo muy poco común, mi madre siempre se ocupaba de tener la casa en perfecto orden.

Me quedé en la puerta, sin saber qué hacer. ¿Debería ir directamente a mi habitación? ¿Voy en dónde están mis padres? ¿Me quedo callada? ¿Pregunto qué ha ocurrido? Finalmente mi cuerpo decidió por sí solo, comenzó a moverse en dirección al salón, pero antes de meter un pie dentro, mi padre me habla.

-Por favor Sara, estamos tu madre y yo hablando de un problema que ha surgido. ¿Puedes irte a tu habitación?- me dice mi padre después de quitarse las manos de la cara.

-¿Qué ha pasado?- Necesitaba saber que estaba pasando en ese momento.

-¡Te he dicho que te vayas! ¡Fuera de aquí!- me grito mi padre mientras me penetraba con su mirada.

Se me llenaron los ojos de lágrimas, comencé a mirar a todos lados sin saber qué hacer. Mi padre nunca me había levantado la voz de esa forma. Esto va a acabar mal.

Escucho que al fondo del pasillo se escucha llorar a mi hermano pequeño, no tengo otra elección y salgo corriendo del salón para hacerme cargo de él. Mientras voy camino de mi habitación escuchó a mi madre.

-No deberías tratarla así, ella no tiene la culpa de nada, eres tú el que... - la voz de mi madre se ve ocultada por los gritos de mi padre.

-¡Deja de tratarme como un delincuente! ¡No soy perfecto pero no me trates así! –grita mi padre.

-¿¡Cómo me tratarías a mi si te dijese que he estado con más de 20 hombres mientras estaba contigo!?- grita mi madre, pero se le quiebra la voz.

Desde esa pregunta mi corazón se rompió en dos. Sabía que esto no iba a acabar nada bien. Iba a ser algo que me iba a afectar tanto que yo misma iba a cambiar. Nada sería igual que antes. Todos íbamos a cambiar.