Me miré entre la espada y las tijeras... Maldita sea que estos tipos se dieran cuenta tan rápido... Pero como? Hice todo lo posible para que estos 4 viejos no se dieran cuenta, y lo peor de todo es que tienen a una Vongola principal con ellos.
Vaya mi bella situación, No tenía muchas oportunidades de salir limpio. Miré que el juez de verde no estaba feliz como siempre suele estarlo; la chica Vongola que suele ser la más tímida de todos los delincuentes, está igual de fría que mi amado Kyoya y Jerez.... Es Jerez...
-Buenas Tardes caballeros y... Damisela de tijeras...
-Buenas tardes.... -Contestaron los tres a la vez.
-Espero que podamos hablar cómodamente... Klever Francisco lll.
-Por supuesto.... Pero quiero hacerles el favor de que le ordenen a esta joven a bajar sus tijeras....
-Por supuesto.... -Dijo el segundo juez. -Tranquilizate Tyana... Ya puedes bajarlas... -le habló con una muy bella sonrisa a la cual pude escuchar un "como usted lo ordene", de parte de la menor. Ella rápidamente bajó el arma, sintiéndome más tranquilo y pude tomar asiento.
-Y bien... De que quieren hablar? -Dije con una sonrisa fingida. (en verdad, sabía completamente a que vinieron ellos, pero lo hice para que la conversación se ponga mas interesante)
-Que bueno que haya ido justamente al punto... Vinimos a hablar seriamente sobre lo último que ha estado pasando en nuestro juego...
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La conversación había empezado. Yo solamente tenía derecho a escuchar y observar. Pero, me dispuse a observar por la ventana de esta enorme oficina. Miraba cada punto de este lugar, con la esperanza de encontrar a mi jefe por algún lugar. Miraba cada detalle a los estudiantes de este lugar, obviamente podría reconocer a mi jefa con o sin la peluca. Pero eran demasiados aquí....
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Simplemente no estaba nada contento en este lugar. Desde que llegué, mi bella dulzura se había borrado de mi rostro. Simplemente no quería venir y también poner en riesgo a una Vongola. La miré de reojo y la observo recargada de la ventana con sus brazos cruzados y su arma recostada por igual. Parecía buscar a su jefa (porque lo sabíamos, ella estaba aquí.)
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-En su juego...? Ohhh... -Dijo Klever recostandose en su sillón.- Es sobre los últimos asesinatos en la capital...?
-Veo que está muy bien enterado... -Contestó el primer juez.
-Y como no estarlo... Yo soy parte del juego... Tengo entendido que todo lo que pasa pasa primero por los jefes de grupo... -Contestó Klever.
-Exactamente Francisco...
-Pero... Creo exactamente a que vienen estas pocas palabras que hemos dicho.... -Dijo aún haciéndose el que apenas entendía la situación.
-Gracias a los guardianes Vongola, se descubrió que usted y sus guardianes se habían hecho cargo de exterminar a otros grupos violando las leyes y reglamentos que se establecen en nuestro juego...
-Solamente para atraer la intención de uno de ellos... -Completó el segundo juez algo serio.
-Ohhh.... Qué pruebas tienen para acusarme de algo como eso? -Comentó con una pícara sonrisa.
La respuesta no tardó en llegar para el peli-azabache. La chica rubia bonita había puesto sobre su escritorio 3 pedazos de madera que no evitó sorprenderse al reconocerlas al instante.
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La princesa es una delincuente
General FictionDos hermanas; una dulce, respetuosa y cariñosa; la otra, una rebelde que no le importa lo que digan de ella sumida en un mundo desconocido que solo muy poco saben; quienes empezarían la vida en la preparatoria son enviadas a diferentes internados, u...