Cuatro

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Estaba sola y perdida por que al estúpido de David se le había ocurrido dejarme sabiendo que no conocía bien Italia.

Caminé por unos 30 minutos hasta encontrar un pequeño café.

Abrí la computadora, pasé los archivos de la cámara, y le envié las pocas fotografías del móvil a Kinna.

Le mandé un texto a David con el nombre del café esperando que supiera en dónde es.

Un lindo chico se acerca a tomar mi orden, maldición ¿qué todos los chicos guapos vivían aquí? Italia estaba robando a los buenos espécimenes, tendría que venir más seguido.

El móvil vibra.

-¿Quién es el chico? -pregunta Kinna de inmediato.

-Hola a ti también, y sí, estoy bien gracias por preguntar -bufo

-No te hagas la estúpida ¿Quién es el chico del las fotografías?

Frunzo el ceño y miró fijo las fotografías de la computadora.

-¿Hola? ¿Sigues ahí? Más vale que no me estés ignorando

-Mierda -la cierro de golpe.

-¿Qué?

-Hay un chico en todas mis fotos

-Si, lo sé es exactamente de lo que hablo, ¿siquiera estás escuchándome?
Clyde va a enloquecer si se entera

-No es mi novio ni siquiera lo conozco y al demonio Clyde

-Ugh sí, Harry ya me había dicho que te habías enfadado con él.

-Soplón

-¡Hey! -grita Harry

-Lo lamento El idiota robó mi teléfono -se disculpa la chica.

-Harry deja el teléfono de Kinna ¿estás en altavoz? ¡Regreso en dos días!

-Sí, está en altavoz, no es lindo que hables de la gente a sus espaldas, pero como soy un gran amigo lo dejaré pasar

-Por fin, cuídate del lindo acosador -añade Kinna

-Yo sólo digo la verdad -me encojo de hombros aunque no pueda verme - además, el sujeto es bastante aterrador

-Cierra la boca señorita verdad, más le vale al rarito mantenerse alejado o viajaré personalmente a partirle eso que llama cara -gruñe Harry

-¡Pero es lindo! Tal vez es tímido y por eso no se acerca -kinna lanza un quejido.

-Es extraño -el mesero deja el café frente a mi -Me tengo que ir, oh tienen que ir por mí al aeropuerto

-Sueñas -rie Harry -estás loca si crees que voy a ir por ti a las ocho de la mañana, interrumpirías mi sueño de belleza

-Bien, entonces le diré a Clyde -no lo haría

-Pff ¿A qué hora llegamos?

Suelto una risita.

-No lo sé, se los diré mañana

-Bien, pero me veré horrible todo el día gracias a ti

-No necesitas mi ayuda para eso -lo molesto

-Cállate, te veo el sábado

-¡Adiós! -escucho a Kinna al fondo.

-¡Adiós! -cuelgo.

Alguien llega por atrás haciéndome sobresaltar.

Gruño cuando escucho la risa histérica de David.

-No es gracioso idiota -me doy la vuelta para golpearlo.

-Claro que lo fue.

-Que casi me de un ataque cardíaco no es divertido en absoluto.

-Oh, bien amargada ¿estás lista? -se levanta entusiasmado.

-¿Lista? ¿Lista para qué? -lo miro con el ceño fruncido

-¿De verdad lo olvidaste?

-Sí

-No puedo creerlo, ayer te lo repetí un millón de veces -reprocha.

-Ugh bien, no te vas a morir por repetirlo una vez más -gruño- ¿Qué cosa?

-¿Sabes qué? Ahora será una sorpresa, vamos -me toma la mano forzandome a levantarme.

-Muero de hambre, así que la sorpresa tendrá que esperar -Me libero de su agarre y David se sienta de mala gana.

-Ya tomaste un café -Señala la taza sobre la mesa, ni siquiera había notado que me lo había terminado.

-No estarás hablando en serio -entrecierro los ojos -necesito algo sólido.

-¿Qué tal hielo?

-Comida real idiota -le doy un empujón.

-Puedes comer algo en el camino -se levanta de la silla

-Bien, pero pararemos en dónde yo quiera. -le advierto dejando el dinero sobre la mesa.

-Como sea, apresúrate.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2016 ⏰

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