Uno

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Me había graduado de la universidad y me había dado cuenta de que tenía dos opciones:

1. Podría ser una imbécil, gastar el poco dinero que me quedaba en cosas sin sentido además de ser una desempleada mantenida por mis padres.

O

2. Podría ser responsable, buscar un gran trabajo, ganar mi propio dinero, gastarlo en cosas importantes y ser una persona de bien.

•••

Minutos más tarde entré al primer bar que encontré, ordené el trago más caro que había y posteriormente escapé por una ventanilla del baño.

Ahora buscaría un trabajo decente, estaba decidido, pero no lo conseguiría arrestada por no pagar un estúpido trago.

Tomé un periódico que había en una banca y revisé los clasificados.

Había trabajo cómo recepcionista de un hotel, pero yo era muy mala con el trato a las personas, así que revisé el siguiente.

Repartidor de periódico, bien, definitivamente no me levantaría tan temprano así que tampoco, miré y el último era de cocinero pero amenos que quisieran quemar el restaurante o envenenar a alguien ese trabajo no era para mí.

La noche se acercaba y yo comenzaba a desanimarme hasta que encontré un pequeño letrero en un sitio que solicitaba un periodista que de preferencia supiera de fotografía.

Solicitaban a alguien joven, que tuviera mucho tiempo y experiencia.

Sonreí satisfecha, prepararía mi currículum y vendría aquí mañana por la mañana.

Llegué a la parada del bus y tres paradas después y un pequeño viaje extra a la tienda estaba en casa.

- ¡Llegué! - pateé la puerta para poder entrar.

Deilan y Mouse llegaron a recibirme acompañados de maullidos y ronroneos.

- Hola - saluda Harry- ya era hora de que llegaras - gruñe - me debes quince dólares, tu reserva de comida se terminó y si no les daba algo a las bestias me hubieran comido a mí - dice señalando los gatos.

-Llorón -dejé las bolsas de comestibles en la barra- te traje tus porquerías así que estamos a mano.

-¡Doritos! -gritó entusiasmado sacando la bolsa.

-No se como puedes comer eso -lo miro divertida.

-A ti también te gustan -se lleva un puñado a la boca.

-Sí, pero de vez en cuando, no todos los malditos días -rio- eso no es más que un ataque cardíaco en bolsa que se come con salsa.

-Cállate -ríe.

-Uh por cierto ¡encontré trabajo! - digo dando un salto al sofá emocionada.

Alza una ceja escéptico.

-Bien, casi, mañana voy a llevar mi currículum.

-Ya era hora -se sienta a mi lado - ¿en dónde es?

-Una revista, vi un letrero que decía que solicitaban un periodista que supiera fotografía y claro, yo cumplía con los requerimientos aunque tal vez ya no pueda ir a los bolos los jueves - sonrío esperando su reacción.

-¿¡Qué!? -ruedo los ojos- ¡No puedes abandonar a tu equipo! las Perritas Salvajes no serían lo mismo sin su mejor tiradora, después de mí obviamente.

Rio.

-Haré lo que pueda pero no prometo nada -me encojo de hombros.

•••

PhotographsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora