Al llegar solo quería abrazarlo, lo extrañaba, lo quería ver. Las maletas pasaban tanto como los años que había vivido. Y mi vida ya se resumía en ese equipaje. Ahora mi vida comenzaba, con él!
Al verla me encantó la cuidad, ligeramente parecido a Caracas, hay un poco de caos, pero al mismo tiempo hay un ambiente tranquilidad, como si el ritmo cardíaco bajara un poco.
La vista de mi cuarto parece un cuadro de algún periodo azul-grisáceo de algún pintor. Todo puede ir entre gamas de los más hermosos grises hasta los celestes más pálidos, rara vez el día brilla "azul cielo".
El primer día salí a caminar la cuidad, me encantó todo, menos el exceso de cornetazos de los taxistas (culpa mía por salir en shorts a la cuidad). Es la mezcla perfecta entre lo latino y lo norteamericano.
Me gustó! Y me tenía que gustar porque este iba a ser mi hogar a partir de ya!
ESTÁS LEYENDO
Historia de una Nueva Vida
Non-FictionUna bitácora sobre mi vida. Sobre mi nueva vida. Vivida desde la inmigración. Sentida desde el concubinato. Rara y nueva. Extraterrestre.