Capítulo 18.

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¿qué es lo que estoy haciendo con mi vida?
Terminé de guardar las últimas playeras dentro de la maleta color uva y luego cerré con el cierre respectivo a ésta.

Aún recuerdo la conversación con Matt hace dos días atrás. "Tenemos que hablar" y suponía que venía lo peor para mí, o para ambos. Aún no lo sé.

Sus últimas palabras antes de abandonar la vieja puerta de madera del teatro: "creo que debemos dejar todo ésto aquí. Se está arruinando" Y también había mencionado que el si quería una amistad con Jacob, y supongo que con eso me había dejado en claro, una vez más -y tal como lo hizo Jacob- que yo era el problema entre ellos. Y lo entendía perfectamente.

Miré una vez más el pasaporte que decía claramente un horario exacto y marcaba en unas letras peculiares "southflies".

Sólo Shawn y su novia sabían que volvería a Virginia pero no expliqué el porqué.

Tomé mi bolso con mis cosas personales y eché las últimas cosas que llevaría a mano. Agarré mi abrigo, era seguro que al llegar allí sería de noche y eventuando que es víspera de invierno, el ambiente sería igual a un cubito de hielo.

Hice rodar mi maleta hasta las puertas del elevador, luego de cerrar la puerta de la habitación y de asegurarme que nada hubiera quedado allí.

Una vez que las puertas se abrieron, me adentré y apreté el botón hacia planta baja.
Tomé un largo suspiro y apreté la manija de la maleta.

Esperaba no encontrarme con nadie allí abajo, no estaba para explicaciones del porqué llevaba una maleta color uva.
No diría que dentro había ropa para donación porque estaba claro que ese era mi bolso de viaje y de que no conocía ni un poco de California City.

Para mi suerte, sólo había una pareja de ancianos en el lobby jugando un partido de ajedréz y bebiendo agua.

Me dirigí a paso lento hacia la recepción y apoyé la llave de la habitación sobre el largo taburete perfectamente barnizado.
De un momento a otro mis uñas se encontraban bailando un ritmo sobre la mesa y eso hizo que un chico de mediana edad se acercara molesto por el ruido.

Al principio me miró con ganas de matarme probablemente y luego sin dejar de mirarme tomó la llave que había dejado hace unos minutos y se dirigió a la caja de las llaves para habitaciones libres.

Supongo que por mi maleta se había dado cuenta que mi estadía aquí había acabado -y no porque yo quisiera- pero reitero que era la mejor decisión.

- ¡John, eso es trampa! ¡deja de derribar a mis caballos!- la anciana de cabello canoso gritó apenas a su marido.

La risa del hombre resonó como un casi eco por el hotel y yo apenas sonreí.

Se veían adorables.
El hombre subió su mirada hacia donde estaba yo parada e inmediatamente bajé la vista y caminé hacia la entrada.

Adiós California City. Adiós Matthew.

Matthew.

No he podido dormir ésta última noche por el simple hecho de lo que le dije a Kailey.

Desde la mañana que ya me estoy arrepintiendo de lo dicho, pero eventualmente no hay vuelta atrás.

Necesitaba al menos tocar a la puerta de su habitación de hotel y saber que ella aún seguía allí y que estaba bien, después de todo.

Ví pasar a Shawn y decidí acercarme a él. Seguramente él sabía algo de ella y mi necesidad por saber aumentaba cada vez más a medida que me acercaba a mi amigo.

"Shawn" lo llamé. El inmediatamente se giró y me sonrió apenas.
"¡hey bro! ¿qué pasó?" Chocó su mano contra la mía.
"¿sabes algo de tu hermana?" Pregunté algo apenado.

El hizo una mueca y desvió su mirada. No estoy entendiendo tal acto.

"Será mejor que no te lo diga. Ella me lo pidió" habló después de un segundo.
"Sea lo que sea Shawn, tienes que decirmelo. He estado arrepintiendome y parece una eternidad" pedí.

El bufó y desvió la mirada otra vez pero ésta vez abrió su boca para hablar. "Está en el aeropuerto".

Pero aún así, luego de decirlo, no pude entender. "¿qué?"

"Está tomando un vuelo a Virginia" explicó.

Y en ese momento todo en mí se dió vuelta.

Ella no puede irse.

Kailey.

Bajé del taxi luego de pagarle al chofer, el muy amable -nótese mi sarcasmo- no me ayudó a bajar mi maleta por lo tanto, tuve que idearmelas para sacarla de aquel cubiculo.

Acomodé mi camisa y puse mi bolso de mano sobre mi hombro y apoyé sobre la maleta el abrigo color azul marino.

Tomé la maleta y la hice rodar hacía los adentros del aeropuerto.
Estaba muy poblado de gente caminando rápidamente de aquí para allá. Unas tenían una mirada de confusión sobre los televisores que indicaban los próximos vuelos. Otras corrían para alcanzar sus vuelos y otras iban tranquilamente hablando con otras o miraban su teléfono.

Miré mi rolex de mano "doce y media. Perfecto. Media hora para mi vuelo" susurré para mi misma.

Caminé hacia las oficinas de pasaportes de southflies. Debía chequear que todo esté bien.

Al llegar una señora de cabello rojizo me atendió de mala manera. ¿qué acaso hoy era el día de estar en contra de Kailey Mendes?

Al finalizar de firmar me senté en uno de los incomodos sillones del lugar y tomé mis audifonos junto a mi reproductor de música.

Una canción de Juliet Simms se reprodujo y comencé a tararearla.

"Uh coming in hot, and those eyes keeping looking at me yeah..."

La canté hasta el final y luego se reprodujo una de Black Veil Brides, Resurrect the sun.

Estuve escuchando música por unos quince minutos. Aburrida me levanté y caminé hacia la cafeteria.

Tenía diez minutos exactamente para conseguir un frapuccino y tomar mi camino hacia la puerta de mi vuelo.

Le pagué al señor que atendía y emprendí mi camino hacia la puerta número veintidos.

Pasé mi maleta por esa especie de maquina que la llevaba a alguna parte del avión que tomaría.

Le entregué mi pasaporte al encargado que se encontraba en la puerta y luego me sonrió y pronunció esas viejas frases de "tenga buen viaje" y esas cosas.

Pasé a través de ese gran pasillo de paredes grises hasta llegar a la puerta del avión.

Busqué el número de mi asiento y por fin me senté contra la pequeña ventana que daba la vista a los demás aviones y esos carros que se encontraban estacionados en cualquier parte de la "carretera".

Una azafata dió un par de observaciones y cosas que no y que si deberíamos de hacer. Cerré mis ojos por un momento y apoyé mi cabeza sobre la gran almohada.

El avión comenzó a deslizarse hacia atrás a paso tortuga -una de las cosas que más odio de viajar en avión-.

Comenzó a desplazarse hacia delante y luego dió un giro en mano contraria para tomar carrera poco a poco y luego flotar mágicamente.

Espero llegar pronto a Virginia y planear visitar a mis padres.

Adiós California City, adiós magcon boys, adiós Jacob Whitesides y sobre todo, adiós Matthew Espinosa.

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Espero que les haya gustado -conste que lo he pensado a la una de la madrugada - gracias por ser cada vez más quienes leen y quienes votan. Eso significa muchísimo para mí asique millones de gracias chic@s .

When She #AskMatt m.e TEMPORALMENTE CANCELADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora