Capítulo II

3 0 0
                                    

CAPÍTULO 2

OBSESION

[El arte de cuestionarse]

- ¿Alguna vez te preguntaste por qué estamos acá?

- Hmm, no exactamente. -dicho ésto, Antonia se levantó a buscar un vaso de agua- ¿Por qué?

- Esa pregunta es la razón a tantas peleas en el mundo. Por favor, evitémosla.

- Perdón, me olvido de tu odio hacia los '¿por qué?'. ¿Qué te llevó a pensar en eso? Ya casi terminamos, son las 17:53, tenés 7 minutos para informarme.

- Bien, mejor. - Octavio se acomodó nuevamente en su silla, observando a Antonia de una manera muy peculiar -

¿Alguna vez pensaste si toda nuestra vida ya estuvo escrita? Si tan solo las palabras dominaran nuestro destino ("y ya dominan el presente" pensó). ¿Qué sería de tu vida si te dijeran que mañana por la mañana un conductor cansado luego de 5 horas sin dormir por la causa de un viaje desde lejos, agarrara su celular para mirar la hora, observara a alguna señorita que pasara y te atropellara ferózmente sin deplorar? ¿Y si hubieses salido temprano? Si no hubieras tenido que cambiar la sábana decorada con una torpe mancha de café, quizás sobrevirirías hasta pasado mañana.

- No me da el tiempo para pensar en esas cosas Octa, y ya se pasó la hora. Nos vemos el próximo viernes a la misma hora de siempre.

- A las mil setecientas. Hasta luego!

Octavio desde los 15 años que empezó el psicólogo. Siempre tuvo la patología de decifrar expresiones corporales y formas de hablar de otras personas, es así que siempre toma el control de las visitas a Antonia.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

[En toda una mezcla de algodones sin pausa, la bola más brillante se asomaba por alguno de ellos. Un gris tonificado entristecía el día, alentando a una poderosa lluvia].

Día lluvioso, un frío sábado por la mañana. Octavio tenía que ir a facultad y levantarse de la cama era todo un desafío. Las fuertes corrientes enfriaban el pensamiento y hacían más pesada la fuerza de la gravedad. Nada que un café con leche y unas buenas tostadas no pudieran calmar. Gracias al templado calor de las estufas que brindaba la facultad, los cerebros comenzaron a concentrarse nuevamente.

- Página 23, actividad 3, punto B. ¿Juana?

Él miró al profesor. Volteó, desde el fondo se podían ver cabezas amagando para mostrar lo que había detrás. Una vacía capucha ocultaba un esbelto cabello castaño. Ella se movió lentamente agarrando sus apuntes, y comenzó su lengua a luchar sin a nada que golpear, comenzó a hablar. Él pensó, miró, y mientras observaba, iba encantándose poco a poco. El torpe movimiento visual generado por él, tuvo como consecuencia la vista directa entre ambos, ella astuta sonrió e hizo una mueca. "Octavio y Juana", pensó él avergonzado. Ese mismo día luego de llegar a su casa y saludar a su madre, se acostó moribundamente en la cama pensando en lo sucedido en clase.

[¿Cómo es que hace 3 años que hago filosofía y nunca la he visto? ¿Cómo es que tal encuentro tardó tanto en llegar?]

Las letras bien organizadas y su pensamiento le comieron la cabeza.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La gente iba y venía alrededor de las mesas para sentarse, Octavio tenía su comida en la mano. No obstante, no le fue difícil encontrar un lugar que diese a King of Papas, restaurant de comida rápida, donde trabajaba Juana en los fines de semana. No le costó mucho tiempo averiguar que hacía Juana Montillo un sábado a las 17:00. Se sintió un poco obsesivo, pero cayó, obligado, ese pensamiento. Poco después descubrió que Montillo es una marca de alta gama de zapatos, y que su abuelo era el dueño de tal lugar. Juana Irene Montillo era oscura, fría e inteligente. Una jóven perteneciente a una importante familia millonaria. Octavio nunca hubiese pensado en esa hipótesis. La falta de prejuicio hacia Juana hizo que él se sorprendiera aún más. Sin vergüenza, Octavio abrió su mochila y alzó su libreta encima de la mesa, y comenzó a escribir;

[El amor y la obsesión. Quizá uno no podría explicar una sin tener en cuenta a la otra. Amor y obsesión, ¿antónimo o sinónimo?]


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 18, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Octavio, el origenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora