Perfect Choice {One shoot}

Capítulo Tres

—Joder no— bufó Alison tapándose con las sabanas al escuchar su teléfono sonar y por la canción, sabía que era su madre. Ella no sabía qué hora era, pero sabía que era temprano. Su mamá siempre la llamaba el fin de semana para saber si iba a visitarla, pero Alison no tenía ánimos de hablar con ella ahora. Ni con su madre ni con nadie. Solo quería quedarse en la cama. Se dio la vuelta y abrazo la fría almohada de Drew. El no había llegado, pero eso ya a Alison no le sorprendía. Siempre hacia lo mismo. Es más, ya no le importaba si llegaba o no. Total, no quería verlo. Ayer que fue el día en donde más lo necesito, el no fue. El era su suerte y el nunca llego por el trabajo. Así que ya no le importaba. Ya bastante había llorado anoche como para recordar todo lo que Drew le ha hecho. Eso sería volver a llorar y no quería. Estaba siendo una estúpida por llorar por un hombre que prefiere el trabajo antes que ella. Ayer había reflexionado de todo. De las actitudes de Drew, de como ella lo perdonaba tan fácil y llego a la conclusión que ya no sería más masoquista. Si él no la ponía primero, no tenia caso seguir arrastrándose por él. Aunque le doliera en el alma, iba a dejarlo si él no ponía de su parte. Lo amaba, pero su relación ya no era la misma. Tenía que admitirlo. No lo decía por el sexo, sino por la falta de atención de Drew. Apenas se ven, apenas se besan y apenas llega a dormir en casa. Ya no aguantaba más esa situación. Drew le estaba afectando hasta en sus estudios. Ya renuncio a su sueño por el simple hecho de que ya no tenía ganas de seguir bailando si él no iba a verla. ¿Qué seguía? No sabía, pero le asustaba.

— ¡Alison Alejandra Santiago sé que me estas ignorando!—gritó su mamá y Alison gimió tapándose con la sabana. –Ahora sácame de la contestadora y coge el bendito teléfono—dijo y Alison bufó cogiendo el teléfono de la casa. Su madre sabia que ella la ignoraba el fin de semanas, es por eso que llamaba a la casa porque sabía que ella no tenía escapatorias.

— ¿Qué pasa?—preguntó media dormida. Tenía mucho sueño y tenia dolor de cabeza. Se había quedado toda la noche despierta llorando además de que se había lastimado el pie y había tenido que ir al hospital. Ni siquiera de eso Drew se entero. Tampoco lo llamo. No quería verlo, aun no quería verlo.

— ¿Vendrás? Tu padre te está esperando—dijo y Alison bufó sentándose en la cama.

—Aun no se mamá, no tengo ánimos de salir—dijo Alison dándose la vuelta y abrió la boca al ver a Drew recostado en la puerta mirándola.

—Pero hija, hace dos semanas que no te vemos—se quejó su mamá y Alison rodo los ojos.

—Veré si puedo ir—dijo Alison aun mirando a Drew. Miro la hora y frunció el ceño al ver que eran las ocho de la mañana. ¿Qué hacia Drew tan temprano en la casa? Normalmente cuando hace guardia llega al mediodía o en la tarde, nunca en la mañana.

— ¿Cómo está tu pie?—preguntó su mamá preocupada.

—Está bien, escucha mamá, luego hablamos—dijo Alison. –No, no te estoy evadiendo, solo iré el desayuno—bufó Alison. –Si si, lo hare—rodo los ojos al escuchar a su madre dándole instrucciones de cómo tratarse el pie. Y que fuera la primera vez que se lo lastima. –Adiós—dijo antes de colgar.

— ¿Por qué no quieres ir a visitar a tus padres?—preguntó Drew y esta lo ignoro volviendo a taparse con las sabanas. —Alison, te estoy hablando—bufó molesto.

—Y yo tengo sueño—espeto Alison. Drew negó quitándose los zapatos y la abrazo por detrás. –Suéltame—dijo alejándose y Drew suspiro. El sabía que ella aun seguía enojada.

—Nena, perdóname por no haber llegado ayer—dijo Drew y Alison apretó la mandíbula para no llorar. Aun no quería hacerlo y menos frente a él. —Alison—la llamo y Alison se sentó en la cama dándole la espalda. Drew se acerco y movió el cabello de esta besando su cuello. –Perdóname—susurró y __ cerró los ojos.