Una noche, el pequeño Robb Stark con tan solo 9 años, sintió el gusanillo de seguir practicando con su nuevo arco. Así que se levantó de la cama ansioso y lo tomó para salir a fuera con las dianas. No fue difícil salir al patio sin encontrarse a algún guardia, lo difícil para él era aguantar el frío y la nieve, ya que tan ingénuamente, salió sin abrigarse. Pero eso no le impidió seguir adelante. Era un Stark, y los Stark hacen lo que se proponen.
Cogió su arco con firmeza y sus flechas, para ir pracricando, pero su cuerpo entero temblaba tanto que le era imposible quedarse quieto. Poco a poco, se iba quejando más y más entre murmurllos, hasta que sus manos soltaron el arco de golpe.
-¡Robb! - apareció su madre Catelyn escandalizada - ¡¿Qué haces aquí fuera?!
Catelyn tomó a su hijo en brazos y se lo llevó para su habitación mientras lo cubría con sus ropajes.
-¡¿Qué hacías ahí fuera?! - espetó de nuevo Catelyn - Podrías haberte congelado...
-Lo siento, mamá... - murmuró tiritando Robb cubriéndose con las pieles de su cama - Quería practicar con el arco...
Catelyn lo miró, suspiró y luego lo arropó con tranquilidad.
-Robb, no puedes salir en mitad de la noche y con una vendisca... Y menos sin la vigilancia de alguien... ¿Lo entiendes?
Robb asintió apenado, y su madre le dedicó una pequeña sonrisa y un beso en la frente.
-Duerme, mi rey. Mañana practicarás lo que tú quieras...
-Buenas noches, mamá - sonrió Robb ya sintiendo el calor.
-Buenas noches, cariño.
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Stark Memories
FanfictionCortos y bonitos relatos de momentos familiares de los Stark antes de la visita de los Lannister a Invernalia y el Rey Robert Baratheon. *Todos los personajes pertenecen a la serie de televisión Juego de Tronos y a los libros de George R. R. Martin*...