Epílogo

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Lo primero que vio al abrir los ojos fue la melena rubia que se encontraba a su lado, Oliver se desperezó, con una sonrisa enorme en los labios, sabía que nunca se cansaría de estar junto a esa chica, quien hacía poco se había convertido en su esposa.

Ahora era Katie Wood.

Su sonrisa se hizo más grande, le encantaba pensar en ello, decirlo en voz alta o, mejor, que ella lo mencionara con una sonrisa parecida a la de él.

Se pasó la mano por la cara antes de levantarse con la firme intención de prepararle el desayuno, ella siempre se levantaba antes que él, pero el día anterior había tenido un partido muy reñido contra los Tornados lo que provocó que llegara de madrugada, balbuceando cosas sin sentido antes de besarlo y tumbarse en la cama con su uniforme sucio.

Preparó café mientras sacudía la cabeza, él no pudo acompañarla debido a un entrenamiento sorpresa y no había ayudado que, después de éste, Jack lo secuestrara para llevarlo a un bar aprovechando la ausencia de su esposa. Tenía que admitir que pasaron un buen rato, bromeando sobre cosas sin importancia.

-¿Huelo café? -preguntó una voz detrás de él.

Se volvió solo para encontrársela vestida con una playera enorme y su cabellera rubia despeinada, pero eso sólo servía para que se viera más hermosa, se sentía enormemente privilegiado al ser uno de los pocos que podía ver a Katie de esa forma.

-Café y huevos.

Ella parpadeó mientras se acercaba lentamente, los párpados le temblaban ligeramente.

- ¿Ganaron?

-Sí -su esposa mordisqueó su labio inferior con nerviosismo y supo que intentaba decirle algo importante-. Pero voy a retirarme.

-¿Qué? -preguntó, incrédulo. No se había sentido de esa forma desde el artículo de esa revista, que había sido una bendición, pues gracias a éste habían admitido de una vez por todas lo que sentían el uno por el otro, y una desgracia, porque, desde ese momento, fueron acosados por un montón de periodistas, paparazzis, fanáticas enloquecidas, excompañeros de Hogwarts y familiares lejanos.

Nunca olvidaría el vociferador que recibió de un admirador de Katie en medio de un entrenamiento, en el que lo llamaba de todas las formas posibles, amenazándolo e incluso llorando por haberle arrebatado a su gran amor.

-¿Por qué? -cuestionó después de que el sonrojo por ese recuerdo en especial desapareciera, sus compañeros de equipo seguían haciéndole burla por ello.

Katie esbozó una sonrisa tímida.

-Porque es peligroso, Oliver.

-Katie...

-Bien, bien, olvidaba que no puedo mentirte -ella rió un poco y respiró hondo, repentinamente seria-. Hace unos días me empecé a sentir rara, por lo que fui a San Mungo y... emm... Yo... Tú...

Oliver frunció el ceño, ¿qué podía ser tan importante como para retirarse del quidditch?

-Vamos a ser padres -soltó Katie, sonrojada y con una sonrisa enorme.

Tardó varios segundos en procesar lo dicho por ella antes de acercársele y besarla con cariño.

- ¿Un... un bebé? -preguntó cuándo se separaron.

Ella asintió.

-Un mini Oliver.

Tocó su vientre y le pareció sentir que estaba más abultado, un poco, pero era algo.

-Mini Oliver -murmuró antes de volver a besarla. Estaba rebosante de felicidad-. O una mini Katie.

Katie se separó de él, riendo.

-Un bebé -murmuró, radiante de alegría.

-Un bebé -repitió.

La miró a los ojos y supo que estarían juntos en esa nueva etapa de sus vidas, tratarían de ser los mejores padres del mundo, le enseñarían a jugar al quidditch y su hijo o hija, el primero de muchos, se convertiría en el mejor jugador de toda la historia. Con unos padres tan talentosos como ellos no se podría esperar otra cosa.

Sonrió contra sus labios antes de cargarla entre sus brazos y llevarla directo a su habitación. En ese momento sólo quería sentirla y celebrar la noticia.

Antes de cerrar la puerta de una patada intuyóque su vida con la futura ex cazadora rubia siempre sería felicidad. Y eso eratodo lo que necesitaba saber por el momento.

._.

¡Y éste es el fin!

Espero que les haya gustado tanto como a mí nwn

Abrazo de panda mafioso

Missannie


Snitch estomacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora