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Sawamura Daichi no pensó volver aquel rostro luego de su graduación en preparatoria.

Nunca pensó volver a encontrarse con él, con Sugawara Koushi.

Él se encontraba a simple metros de él, con una sonrisa espléndida que lo caracterizaba a la par del pequeño lunar negro que se ubicaba en al lado derecho de su ojo. Caminan a de forma singular a su dirección y parecía concentrado al mirar las vitrinas de las tiendas.

Daichi suspiró y evitó contactar visualmente con él, no quería verlo, no quería hablar frente a frente porque sabía que su corazón se detendría y de nuevo sentiría cosas revoltosas.

Prosiguió su camino, evitando al chico de pelo gris.

Su relación no había terminado de la peor forma y ni siquiera término de la buena, sino se acabó por el mero hecho de que Suga consiguió ir a una universidad en Tokio mientras que el, Daichi, con suerte logró ingresar en una universidad de su pueblo local. Eso condenó a la relación y continuamente con la idea de poder superar esas circunstancias término acabando con su relación. Las discusiones de cómo se visitarán, los celos por personas imaginarias y el dolor de no verse todo los días fueron los principales problemas que acabaron lentamente con ellos. Y a pesar de eso, el corazón de Daichi sigue latiendo por aquel chico que siempre estuvo a su lado.

Agradeció internamente al percatarse de que ya había pasado la zona donde se encontraba su ex amante, no soportaría la idea de hablar con él o simplemente cruzar miradas, su corazón no le dejaría en paz si eso sucedía. Pero a pesar de eso, muchas preguntas se acumulan en su cabeza ¿Qué hace el en el pueblo? ¿Acaso vino por su familia? ¿O simplemente es una ilusión que se hizo el mismo? Sacudió su cabello negando con la cabeza. Pasaron 4 años desde su ruptura y aun así sigue sintiendo lo mismo por Koushi.

Se detuvo mirando la televisión de un pequeño bar que se encontraba en su camino, observó cómo iba el partido de volleyball de sus grandes amigos, el partido de Hinata y Kageyama. Iban en el segundo set y su equipo iba ganando. Una sonrisa se le fue inevitable escapar, esos chicos a pesar desde que un comienzo se odiaban lograron aprender a amarse. Se sintió afortunado de poder jugar con ellos aunque sea una vez.

-Sí que son buenos -una voz se oyó, provenía de alguien que se encontraba a su lado.

Con miedo Daichi observó al chico de pelo gris que se ubicaba a lado suyo, el chico le regaló una gran sonrisa y los sonidos galopantes se oyeron en su corazón.

-Suga...

El chico sonriente elevó su mano al hombro del chico castaño, dando un apretón amistoso en ella. No se notaba nervioso, ni tampoco enojado. Se notaba tranquilo, como siempre solía serlo.

-Mucho tiempo sin vernos, Daichi.

Su corazón se aceleró como la primera vez que lo vio en el club de volleyball, como la primera vez que se dieron su primer beso y como la primera vez que hicieron el amor. La garganta le parecía tenerla un poco seca, y no estaba seguro de poder hablar, sin embargo, apretó sus puños y soltó aire de los pulmones.

-Si... tanto tiempo- logró pronunciar algo aturdido- ¿Qué tal?

-¡Super bien! No me imaginaba encontrarte un sábado recorriendo las calles, el Daichi que conozco prefiere quedarse en casa viendo películas.

El chico castaño se encogió de hombros.

-Oh... sí, pero hoy tuve asuntos en la universidad y vengo de allí.

-¿En serio? ¡Me alegro por ti!

Y unas risas algo incómodas salieron de la garganta de Daichi ¿Cómo podía entablar una conversación con su ex novio? ¿Cómo podía seguir sin que no pasara nada? Pasaron 4 años, pero para el sigue siendo como ayer.

just a partner 》Daisuga~one-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora