Me desperté con la cabeza de Han apoyada en mi pecho, le dí un beso en la nuca y me quede tumbado un rato mas.
Llevaba ya casi un mes en la casa, no tenía problemas con nadie quitando algunos rozes con Suso. No me gustaba nada tener que pasarlo mal en vano, estabamos entre cuatro paredes y aunque no todo se pudiera dejar pasar yo intentaba no causarle daño a nadie. Incluso a veces dejaba a Han hacerme cosas de las que sabía que me podría arrepentir después, como darme picos cerca de los labios o manosearme demasiado, a pesar de ello yo intentaba aguantar estas cosas por el bien de nuestra amistad, o eso parecía.
Han se despertó con un bostezo.
- Buenos días Aritz. - Me dijo medio dormido.
- Buenos días pichín, ¿No te he dicho nunca que estas monisimo recién levantado?
- Nunca me dijiste eso, que raro.
- ¿Raro porque? Anda ven aquí.
Sonreí rodeandole el cuello con los dos brazos.
-¿ Te apetece desayunar? - Le dije.
- No... - Dijo con su dulce voz. - Quiero quedarme en la cama con mi marido.
Reí mientras lo abrazaba aún mas fuerte.
- A ver si te vas a acostumbrar, venga hombre, vamos a comer algo.
- Vale... - Respondió sumiso.
Lleguemos a la cocina, estaban Suso y Sofía desayunando. Saludé con un movimiento leve de cabeza, saqué leche y me eché un vaso. Han rechistó al ver que no le echaba.
- ¿Porque te lo tengo que hacer yo todo chico? Ni que no tuvieras manos... Y no me sabe mal, pero esque no haces ni el huevo.
Lo reconozco, me alteré mas de la cuenta.
- Ay vale... -Dijo con un toque femenino en la voz.
Suso me miró riendo.
- ¿Discusión matrimonial Aritz?
- Si es que parecemos casados, me cago en la...
- Tranquilo hombre, si ya me acostumbro.
Han estaba molesto, lo notaba. Se fué indignado hacia el jardín y se sentó en el sofa blanco. Yo lo seguí sin pensarlo dos veces, quería hablar con él.
- ¿Que te pasa ahora pichín? ¿Ya te has puesto de morros?
- Dejame, ya no te voy a pedir nada mas.
- Que no es eso Han, mira te pido perdón por hablarte con tan malas formas, de verdad, pero esque ya llevaba unos dias molesto.
- ¿Conmigo? Si no hize na...
Me acerqué un poco más a él y lo abrazé. Él me cogió por la cintura poniendome así sobre él.
- ¿No ves estas cosas? Yo te demuestro mi amistad, mi apoyo, y tu me demuestras otras cosas completamente diferentes.
- ¿Que cosas? - Me dijo alterado.
- Madre del cordero, nosotros somos amigos. ¿No es así? Pues hay veces que no lo parece, me da igual lo que hablen, pero quiero saber si tu tienes claro lo que somos.
- Yo si lo tengo claro.
- Entonces ya está pichín, me dejas tranquilo, estaba pocho por estas cosas. Quiero que sepas que tienes un amigo para lo que sea, claro que si.
- Aritz yo te veo como amigo y ya esta.
- Esque es imposible no abrazarte hostia.
Mi cuerpo se volvió a unir al de él, ahora me sentía bien sabiendo que tan solo eramos amigos.
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Hanritz
De TodoAritz: "Hacia mucho tiempo que no me sentía tan agusto con alguien, gracias por esto" Para los amantes de la parte gay de Gran Hermano.