-¡Vete a la mierda, hija de puta! -el acaba de revolearme el control de la televisión, no me hizo daño.
-Hijo de puta tu, idiota, como mierda puedes perder tu jodido celular, acaso tienes algún problema? -le devolví el control.
-Si tengo algun problema? Si que lo tengo, idiota, mi celular se perdió por una estúpida que decide tomar un starbucks de mierda en una plaza de mierda en donde hay fans de mierda rompiéndome las pelotas. -su cara se puso roja del enojo. - y ellos pueden hacer cualquier cosa con mi puto celular.
Lo agarré de la nuca y lo bese para que cerrara la boca, el me siguió el beso, no era para nada lento, no era apasionado, no era romántico, sólo un beso salvaje lleno de lujuria, algo así como para liberar toda la ira en un beso de mierda.
Me llevó a la habitación sin dejar de basarnos, cerró la puerta de esta y me apoyo contra la pared aplastandome.
-Sientes eso hija de puta? -apoyo su erección contra mi cintura.-Eso es lo que provocas en mi.
-Me importa una mierda. -le contesté y seguí el beso.
Su mano estaba apoyada en la puerta y la otra en mi cintura atrayendome hacia el, mis brazos recorrían todo su abdomen, sus manos ahora se dirigieron a mi trasero y lo apretó haciendo que yo soltara un gemido al sentir su bulto, sacó mi remera, yo no tenía nada bajo la prenda, fue bajando su lengua por mi cuello dejando marcas en el. El desabrocho su pantalón y se lo sacó junto a su boxer.
-Chupalo estúpida, chupa mi pene.-me agarró del pelo e hizo agacharme.
No dude ni un segundo y agarré su miembro entre mis manos y comencé a manosearlo, lo lleve a mi boca y escuché que el soltaba gemidos y casi gritaba, exagerado, empuje su pene, chocando contra mi garganta, haciendo que este me causara arcadas, pasé mi lengua por la punta y lo mire, el estaba mirando hacia el techo. Es hermoso. Empecé a masturbarlo y sus gemidos aumentaron, sabía que estaba por venirse.
-Nena, voy a acabar...-dificultó su habla.
Sin dejar de masturbarlo, abrí mi boca, cerrando mis ojos, esperando a que el se corra en mi boca, le gusta el sexo sucio. El sólo estaba agitado mirándome.
-Me calienta tanto verte así Putita...¡Oh Dios!
Logró correrse en mi cara y me levanté para besarlo, el con sus pulgares me limpió la cara y me beso, llevandome a la cama.
-Ahora sabrás los que es un buen sexo, puta. -desabrocho el short que yo llevaba puesto.
Se deshizo de mi ropa interior, quedando los dos completamente desnudos, se dirigió a mi entrada y tocó mi intimidad con sus dedos.
-No lo harás...-lo amenace.
-Claro que lo haré.-me miró amenazante.
-Cállate y follame de una... ¡¡¡Dios mío, Michael!!!
Sus dedos se introdujeron en ni intimidad causando miles de cosas en mi.
-Princesa, estas tan caliente.. Puedo sentirte..
Sus dedos frotaron cada zona íntima mía, subió a mis labios sin dejar de tocarme y me beso lento y profudo, pude sentir sus disculpas.
-Mike, no puedo aguantar, follame ya. -dije sin soñar desesperada.
-Aún no cariño.
Sus labios bajaron a mi intimidad y su lengua comenzó a viajar por cada lugar de mi zona, experimentando miles de emociones juntas.
-Voy a venirme, Clifford, te necesito.
Michael no me obedeció y me corrí en su boca, totalmente asqueroso. El me sonrió y me beso, acostandose a mi lado.
-Tendríamos que pelearnos seguido, te amo. -murmuró.