Tengo tres pasiones por las cuales mataría. La primera es Noah:no la veo desde hace siete años, pero mi amor por ella no ha cambiado. La segunda son las carreras de autos, adoro sentir la adrenalina por mis venas. La tercera es el boxeo, principalmente lo hago porque una vez fui débil.
Ahora estoy en un lugar y haciendo algo que no quiero hacer. Estoy en un avión con destino a Alabama. Lejos de Nueva York. En dos meses empieza el circuito de CIDC. Pero mi padre me obligó a ir a Alabama para conocer a la prometida de mi padre. Della la diseñadora de vestidos de boda.
Mi padre conoció a Della cuando el la contrato para que hiciera un vestido para su nueva película. El es director. Se enamoraron de inmediato. A mi no me molesta, pero ahora el se fue Australia para su nueva película. Tengo diecinueve años ¡Joder! Puedo cuidarme solo.
Noto que el avión esta descendiendo. Estamos por llegar. Genial, voy a ir un pueblo lleno de animales y vaqueros ingenuos. Cuando el avión por fin aterrizó y mis nervios se tranquilizaron, odio volar en aviones prefiero mil veces el suelo. Cúando bajo del avión el cielo esta nublado y hace frío. Según mi padre Della vendría a buscarme pero no la veo en el aeropuerto.
-¿Eres Sebastían? - una dulce voz viene de atrás y me volteo.
- Si ¿tu eres? - la mujer morena y pequeña se me queda viendo extrañada.
- Perdón, debí haberme presentado antes. Soy Della Blanchard la prometida de tu padre - me dice. Extiende se mano hacia a mi.
-Tu eres su novia. Soy Sebastían Ocheda el hijo de tu prometido -le digo de muy mala gana. Noto que se tensa y dobla su brazo.
-Mira, Sebastían. Se que soy una intrusa en tu familia pero esperó que nos llevemos bien - me explica. Se nota que dice la verdad.
-Lo siento. No debí ser tan malo. Solo estoy un poco enojado con mi padre por irse al otro lado del mundo sin darme ninguna explicación - declaro.
- Estoy segura de tu padre no lo hizo a propósito - declara. Vaya si que esta enamorada de mi padre.
- Si como sea. Estoy muerto de frío - le informo desinteresado.
Me hace señas para que la siga. Tomó mi maleta y la sigo. En el camino no decimos ni una palabra, esta sumida en sus pensamientos. Aprovechó la oportunidad de observarla más detenida. Es hermosa hay que admitirlo, ese largo cabello castaño cobrizo, esos ojos en los cuales te podrías perder. Me recuerdan a alguien, que espero ver aquí. Noah. La única razón por la cual no me opuse a venir aquí es porque tenía la ligera esperanza de encontrarme con ella. Aquí la conocí.
- Bueno, dime Sebastían ¿Vas a la universidad? - pregunta Della cuando nos subimos al auto.
- No. Soy corredor y boxeo. Los estudios no son lo mio - le respondo desinteresado.
Della prende el auto me estudia. No se porque lo hace pero me incómoda.
-¿Corredor? - levanta sus cejas mirándome incrédula como si dijera algo estupido.
- Si, corro en el circuito de Nueva York CIDC - le explico. Noto en su mirada que empieza a comprender.
- Lo siento es solo que me pillaste de sorpresa. No me lo esperaba - admite.
Entramos a la carretera y empieza a llover, veo que no nos dirigimos a la cuidad, si no nos adentramos más al bosque ¿Que carajos?
- ¿Donde vamos? - le frunzo el ceño. Voltea su cara y me mira y veo que en sus ojos hay diversión.
-¿Piensas que te voy a secuestrar? - pregunta divertida - No me lío con menores, yo tengo un rancho a las afueras de la cuidad - explica riéndose.
- Tengo que admitir que eres una loca - digo. Della sonríe mucho más.
- Si, soy una loca. Una madre de veintinueve años - murmura por lo bajo.
- ¿Tienes una hija? - pregunte asombrado.
- Dos fabulosas hijas. Aunque una esta enojada y no vive conmigo - explica.
El resto del camino era un silencio absoluto. Me quede pensado en lo que dijo Della. Tiene dos hijas, tal vez tengan nueve o diez años. Tendría que lidiar con niñas mocosas malcriadas. Solo tendré que soportar unos meses para luego escaparme. Necesito entrar al circuito.
Me di cuenta que el auto dejo de andar. Voltee para ver a Della sonriendo.
- Llegamos - informa. Sale del auto.
Cúando bajo del auto veo que a lo lejos se divisa una gran casa de al menos tres pisos. Muchos arboles la rodean. Cúando llegamos a la casa miro al horizonte y veo caballos, vacas y un gran granero. Típico de Alabama. Con mi maleta en mi mano y Della enfrente de mi la sigo hacia dentro de la casa, ya adentro puedo ver que no es una casa común si no una mas moderna. Bajo los escalones y admiro cada lado y pared. Della camina hacia la sala de estar y se sienta.
- ¿Impresionado? - me pregunta Della.
- Dedo admitir que me gusta mucho tu casa - comentó sin dejar se mirar al mi alrededor.
- No porque vivo en un rancho mi casa tiene que ser de la década de la 50 - me dice sonriendo - Sube al segundo piso donde dormiras en el cuarto de invitados - dice.
Subo la gran escalera ancha parra llegar a un corredor con muchas puertas me quedó mirando y preguntándome ¿Cual es mi habitación? Suspiro desganado y volteo con la mirada en el suelo para que nadie me vea. Pero creó que no fue una buena idea porque choco contra alguien.
- ¡Mierda! - maldigo. Subo mi cabeza, me encuentro con una chica con hermosos ojos cafés.
- Disculpa - casi la oigo porque habla en susurro.
- No te disculpes, yo fui quién no se fijó por donde iba - le sonrío. Debe ser hija de Della.
- ¿Quién eres tú? - pregunta, de alguna manera encogiéndose más.
- Soy él hijo del prometido de tú mamá. Me llamó Sebastian- le extiendo mi mano.
- Un gusto. Mi mamá dijo que vendría - me dijo.
- ¿Cómo te llamas? - le pregunto.
La observo y noto que vacila un poco en responderme.
- Me llamo Noah - susurra.
- ¿Que? - pregunto sin poder creer melo.
- Noah, ese es mi nombre - dice.
Esto no está pasando. Mi Noah no puede ser mi hermana. No eso no está bien. Cierro mis ojos para controlar el odio que está creciendo en mí.
- ¿Eres Sebastian Di Carlo? - pregunta mi Noah.
Quiero mentirle, pero no puedo - Si, seremos familia - esas palabras me saben a vinagre...
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Amor entre hermanos
AléatoireSebastían de 19 años es obligado a mudarse a Alabama con la prometida de su padre. Al llegar se reencuentra con Noah de quien estuvo enamorado perdidamente en la primaria. Pero se da cuenta de que ella es su nueva hermanastra. Y ahora es obligado a...