Capítulo 2

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Primero no estoy segura de porqué ese chico pelirrojo me pasa un papelito, lo único que se me viene a la mente es que quiere que se lo pase a otra persona, pero luego recuerdo que ya no soy la antigua Recheal y veo mi nombre escrito en la parte de adelante y pienso que tal vez ese pelirrojo quiera invitarme a salir. Luego ese pensamiento se esfuma a causa de mi razonamiento. Es decir, ¿cómo sabe mí nombre?.
Después quedo convencida de que no es en absoluto del pelirrojo, sino de Beck.

"¿Sigues molesta?"

¿En serio? ¿Piensa que tal vez en este tiempo transcurrido se me olvido todo lo que me hicieron?

Arranco un pedazo de hoja en mí cuaderno y escribo:

"Eres un imbécil"

No estoy dispuesta a seguir con su jueguito, pero su siguiente respuesta me saca de quicio.

"Supongo que ese es un no"

Resoplo.

"Déjame en paz, idiota."

Esta me encargo yo misma de enviársela y aterriza en su cabeza, el voltea a verme sorprendido y yo sonrío por haber conseguido impresionarlo, que se vaya dando cuenta que no soy la misma, que no puede hacerme daño, ya no más.

-Señorita, ¿Cuál es su nombre?.-pregunta el profesor.

Toda la clase voltea a verme.

Siento un nudo en la garganta, mis manos comienzan a temblar.

Recuerda quien eres ahora Recheal, me digo a mi misma.

Aclaro mi garganta y digo:

-Recheal, señor. Mi nombre es Recheal.

Me sorprendo encontrando mi voz clara y segura.

-¿Y usted?

Señala a Beck.

-Beck McCarthy.

-Bien, ustedes dos. Fuera de mi clase-manda señalando la puerta.

Abro los ojos de par en par, nunca me habían sacado de clase, es una locura.

Tomo mi mochila y me dispongo a marcharme.

Beck y yo llegamos al mismo tiempo a la puerta y el me sede el paso, en tiempos anteriores eso me hubiese parecido hermoso, ahora me limito a poner los ojos en blanco y salir de la clase.

Ambos nos quedamos en el corredor, recargados en las taquillas.

-Has cambiado mucho.

Me sorprende su comentario tan directo, pero es de esperarse de él.

-¿En serio?-le respondo.

-Si, ahora eres hasta sarcástica.

Niego con la cabeza.

-Eso a ti no te importa.

-Vamos Ree, lo siento, en serio lo siento.

-No me llames Ree.

-Me gusta Ree para ti.

-A mi no.

-Pero a mi si.

-Pero a mi no.

-Pero a mi si.

No estoy dispuesta a seguir con sus juegos.

-Solo déjame tranquila.

-¿Por qué? Solo quiero arreglar las cosas.

-Las cosas ya están arregladas.

Él sonríe.

-¿En serio?

-Se han arreglado como deberían, donde tu y yo no nos volvemos a hablar nunca.

-Recheal, no era mi intención que...

-No me importa cual fue tu intención, las cosas están hechas. Por tu culpa nos han sacado de clases, ahora vete.

-Tu boca me dice vete, pero tus ojos me dicen queda...

-No habla en serio, ¿Quieres que te diga qué dice mi puño?

Suena el timbre y los alumnos comienzan a salir.

-De acuerdo, pero nos volveremos a ver.

-Rogaré a Dios para que eso no pase.

Él se aleja con su andar despreocupado y una postura que lo hace ver más atractivo.

Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos.

Después de todo si tendré que rogarle a Dios, pero para que me sea más fácil vengarme de él...

La venganza de RechaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora