Ya en el parque, sacó la barra pan, y empezó a tirarselo a cachos a las palomas que pasaban por ahí. Era más aburrido de lo que pensaba. No es que le apasionase mucho tirarles pan a las palomas...pero...¿Que mas podía hacer una adolescente como ella en el parque?
Desde luego no pensaba hacer lo que los niños pequeños y ponerse a saltar como un chimpancé que se ha bebido tres o cuatro redbulls. Aunque, hay que admitirlo, todos de pequeños tuvimos nuestra etapa de chimpancé con exceso de cafeína (hay quienes aun siguen siendolo...).
Después de una media hora repartiendo pan entre las palomas como si no hubiese un mañana, se le acabó el pan (porque hay que ver como comen las jodias, que se terminan una barra de pan mediana y aún así siguen con hambre) :
-Vaya...lo siento palomillas, pero se ha terminado el papeo, volved otro día eh?
Se limpió las migas que le habían caído a la ropa y, cuando se estaba alejando del banco, vio que una paloma blanca, muy bonita, la estaba siguiendo:
-Eh...siento decepcionarte pero...llegas tarde, tus amigos palomos se han terminado todo el pan.- Dijo agachándose y mirando la paloma más de cerca- Anda...¿Que tienes en el cuello?-Se acercó un poco más a la paloma- Pone...Ha...¿Hattori?¿Te llamas así?
Pero la paloma, lejos de asustarse y volar como lo habría hecho una paloma normal y corriente, se acerco, y le picoteó la nariz.
-¡Ouch! ¡¿Pero que te has creído pajarraco?! ¡Ahora verás!
Fue hacia la paloma, pero esta voló y, Layla en un intento de atraparla, resbaló y cayó cuán saco de patatas:
-Pruu pruu pruuuu.- rió la paloma, aterrizando cerca de la joven.
-Eso es...¡¿Te estas burlando de mi maldita paloma!?-Contestó empezando a mosquearse.
Pues vaya, al principio una le da de comer a las palomas con toda la buena intención del mundo y la que llega tarde se pone a hacerte bullyng por no guardarle un cacho.
-¿Hattori?-Preguntó una voz desconocida. - ¿Donde te has metido?
Entonces, un chico algo mas alto que Layla y con el pelo negro, largo y rizado, apareció por detrás de ella. El joven, pasó su mirada, extrañado, primero a la paloma y luego Layla:
-Eh...¿Es tu paloma o algo?-Preguntó Layla algo incómoda por las miradas del desconocido que parecía no tener intención de empezar una conversación.
Aunque bueno, para ser sincera, yo tampoco iniciaría una conversación con una chica que se pelea con las palomas(y encima pierde).
-Si, ¿Que hacías con mi paloma?-Dijo a la vez que le hacia señas a su paloma.
Esta, al verle, abandonó la rama y se apoyó en su hombro izquierdo, como si fuese su sitio de toda la vida.
-¿¿Que que??¡Pues nada!¡A empezado a picotearme sin yo hacerle nada!-Protestó Layla.
-Vaya...-Empezó a decir mirando la paloma.- Hattori no suele picotear a desconocidos...le habrás caído bien.
-Ah...que alegría...supongo
Entonces miró el reloj, y al ver la hora abrió los ojos sorprendida y pensó "¡AI VA LA OSTIA! Si no vuelvo a casa ahora...¡Mi madre me mata y hasta me deja sin cena!".
-Esto...yo...debo irme, ¡Adiós Hattori y chico de la paloma!
Y corrió sin mirar atrás, la verdad es que se había puesto algo nerviosa en compañía de aquel chico y la paloma... "Normal, su paloma me estaba maltratando, menos mal que el dueño parecía mas majo" pensaba mientras corría como un caballo desbocado hacia su dulce hogar.
Que conste que a mi si que me gusta jugar en el parque :v aveces :'v.
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Layla en el instituto [One Piece]
FanfictionLayla es una adolescente que junto con sus amigos iniciara el curso en el instituto One Piece en el cual le esperan muchas sorpresas...