𝐌𝐈 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐎 𝐘 𝐀𝐐𝐔𝐄́𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 | 𝐙𝐈𝐀𝐌

Mi hermano y aquel chico.

Un día Zayn llego a casa molesto.

Y le dejo en claro a su hermana menor, y a su madre, que no estaba del mejor humor. Lo que era extraño, ya que el siempre, SIEMPRE, estaba de buen humor.

Su madre escucho el sonido de la mochila ser lanzada con enojo y brusquedad al suelo. Y su hermana pudo ver como Zayn, cruzado de brazos y con el ceño fruncido, se dejaba caer en el sofá, sin ningún cuidado.

Tricia dejo lo que hacia de inmediato, al no escuchar-ademas-el "¡Ya llegue!" Alegre que siempre gritaba Zayn apenas poner un pie en casa.

Al salir de la cocina, su cara se trasformó a una confundida. Al ver a Zayn, de brazos cruzados, y a Waliyha viendo a su hermano, también confundida.

-Zayn...-le llamo la mujer de cabellos oscuros-¿Qué sucede, cariño?-

Zayn no respondió.

-Zayn...-lo volvió a llamar, ahora preocupada.

Zayn giro su cabeza para ver a su madre, aun frunciendo el ceño y con una expresión de enojo que jamas había visto en su hijo.

-Quiero aprender boxeo-eso fue lo único que dijo.

Dejando más confundida a Tricia.

-¿Boxeó? ¿Por que?-pregunto confundida, acercándose al sofá en donde se encontraban sus dos hijos.

-¿Qué es "boxeo"?-pregunto confundida Waliyha.

Zayn pareció ignorar la pregunta de sus pequeña hermana. Viendo únicamente a su madre.

-Hay un chico en la escuela que lo molestan por ser gay-dijo aligerando su ceño y bajando la vista, algo triste de pronto.

Tricia sonrió enternecida.

-¿Qué es "gay"?-

***

Zayn se despertó, por el sonido de sus despertador chillar desde su mesa de noche. Le dio un golpe, y este se apago.

El moreno se sentó en el colchón, estrujandose los ojos, buscando alejar el sueño que aun quedaba sobre el. Ya despierto, salió de la cama, dando un par de pasos hasta el baño privado que-por suerte-tenia en su habitación.

Casi veinte minutos después, se podía escuchar los pasos apresurados de Zayn por las escaleras. Al llegar a la sala, pudo ver a su hermana comiendo su desayuno en el sofá, viendo algún programa de princesas. Sonrió y arreglando la mochila en su hombro derecho, entro a la cocina.

-Buenos días-saludo a su madre, besando su mejilla.

La mujer sonrió, dándole sus waffles en un plato. Junto a un vaso de jugo de manzana.

-¿Cómo dormiste, cariño?-le pregunto, terminando de limpiar los trastes que uso.

-Bien-le contesto cortamente su hijo, para después comer, mejor dicho, tragar los waffles de su plato.

-¡Zayn!-lo regaño la mujer-Te puedes atragantar-dijo más calmada, al ver a su hijo disminuir la velocidad.

-Lo siento, mamá-se disculpó con la boca llena-Es que ya debo irme, y quería desayunar antes-

-¿Y eso por que, cariño?-

-Por nada en especial-Zayn negó levemente la cabeza, bajando la vista a su plato.

Tricia sonrió, aun sin saber muy el por que su hijo estaba actuando así. Pero lo dejo pasar, por que se veía mucho que mejor que hace unas semanas, esa vez que llego tan molesto.

Ya terminado su desayuno, Zayn se levanto de la silla, despidiéndose de su madre y de su hermana. De ambas con un grito, antes de salir de la casa.