[En Hiatus] ¿Desde las estrellas? - Yaoi

Kyruz Zimmerman - Parte 5

-Fácil, eres el único que tenía una pregunta inteligente, el único con quien me apetecía hablar mas, de todas las personas que conozco y conocí en ese evento, me ha parecido tan interesante como tu- fue mi respuesta , me incline un poco para estar a su altura, tome un mechón de su cabello para descubrir sus ojos..

- Habrá mas respuestas... se que las habrá, solo espero que sean las que necesites- dije mirando fijamente esos ojos.

Ahora que no hay luces artificiales, ni una presentación, ni cientos de personas, puedo observarle, tal vez mis palabras de aquella noche le despertaron curiosidad y por eso recordaba esa mirada, pero esta noche se le veía también triste y sin lugar a dudas esa mirada se tatuado en mi memoria.

Mi estomago hace ruidos y no puedo evitar la vergüenza -Ahora mismo tengo un león dentro, así que tengo que aplacarlo... sigue el sendero y espérame, notaras mis cosas...- ya lo había pasado cuando le dije eso - Mi compañera esta ahí, se llama Aynee...- finalmente le grite ya estaba algo lejos de él.

Ella nunca a sido agresiva pero si celosa. Ha sido mi compañera desde una noche como esta. Sin pensar corro y miro al cielo, a lo lejos se ven unas nubes de lluvia, necesito que se queden lejos todavía.

Sigo corriendo y por entre la reja visualizo una tienda, miro al frente y la salida esta aun lejos. Decido saltarla, en el movimiento rasgo mi camisa y al parecer también algo de piel, no le doy importancia y camino a la tienda.

Al cruzar la calle el bullicio de la ciudad se hace presente, es como si fueran dos mundos distintos. Uno muy tranquilo y precioso; el otro ruidoso y caótico. Cuando veo el paisaje es que reafirmo por que me la paso con los ojos en el cielo.
Ojos de estrellas vienen a mi mente y sin darme cuenta sonrió.
Tal acción provoco que un par de chicas que salían de la tienda me sonrían de manera picara. Entro y la joven que atiende me saluda de manera normal, pero al visualizarme su tono de voz cambia, estoy acostumbrado a ese tipo de reacciones; que me miren de arriba abajo, que traten de llamar mi atención y la sonrisa.
La sonrisa coqueta. - Buena noche - le respondo, de manera cordial y monótona, camino por los pasillos en busca de algo que pudiese llamar comida, pero no hallo nada; sin mas tomo unos panes de arroz y me dirijo a la maquina de café.
La noche se enfriara así que un café no vendría nada mal... pero no se como lo tomara. Para la próxima he de decirle que me acompañe... pero si ahora lo pienso bien, no le he dejado ni siquiera el tiempo para que negara algo de lo que digo. Algo de lo que estoy seguro es que el hablar con el será todo un reto.

De la maquina preparo dos cafés moka vainilla, y mientras tomo la charola de cartón para llevármelos, en un pequeño estante las veo. Unas galletas de mantequilla en forma de estrellas, tenia muchísimo tiempo de no comerles, desde la universidad. Bien no era una experiencia agradable el ser el mas pequeño del campus y comer galletas, los golpes no hacían esperar. Fui sacado de mis pensamiento cuando la campanilla de la puerta anuncia a un nuevo cliente. El par de chicas regreso. Tomo las galletas, mis panes y cafés, me dirijo al mostrador.
-Es todo galán? - dice la joven, aprieto la quijada y de una manera tan cortes respondo - Barras de chocolate y cereal. -

La joven se inclina en el mostrador y sin quitarme los ojos de encima me los señala - Podrías dármelos no les alcanzo- dice alzando una ceja.

Me inclino por la barras y las pongo en el mostrador -Y unos Black Stones - dije señalando la cajetilla de cigarros. Soy un deportista pero una manía debía tener, otro resultado debido a la universidad.

La joven me da la bolsa con mis productos y al pagarle busca tocar mi mano. -Gracias - respondí al recibir el cambio

- Vuelve pronto galán - y al abrir la puerta las tres chicas me observan, levante la mano y la sacudí. Siempre es lo mismo.

Me dirijo a la reja, paso la bolsa y los cafés con cuidado para no derramarles y esta vez la salto con mas cuidado. Una vez dentro apresuro el paso, miro el sendero frente a mi, las sobras de los gigantes arboles quedan a mis pies, noto una brisa de viento mas fresca y miro al cielo, las nubes siguen a margen de donde nos encontramos, la luna aun no esta en su punto mas alto, no en la posición exacta.
Es la primera noche de treinta.

¿ Por que es tan importante?.

Sencillo hoy es luna llena, la fase de la luna mas brillante, debido a la reflexión de la luz solar, hoy la tierra en este meridiano esta en la posición mas idonea para mis planes.
Hoy la humedad quedara suspendida en el aire debido a la gravedad, justamente todas las condiciones climáticas y astrológicas se han puesto en perfecta sincronía y darán paso a un suceso hermoso.

Camino por el sendero y las hojas secas se mueven de tal manera que la natural alfombra vuela de manera delicada. Los grillos trinan al compas de mis pasos, sigo caminando con la mirada al cielo y veo las estrellas, miles de estrellas y brillan de una manera asombrosa, pareciesen como si estuvieran muy cerca. Tan cerca que parece que puedo tocarlas. A medida que se va abriendo el horizonte en dos, ese mar negro azulado, lleno de miles de puntos da la bienvenida.
Tiempo atrás, mientras planeaba esto, jamás imagine que habría una persona la cual se preguntara lo mismo que yo.

Todos estamos en constante cercanía con las emociones, pero de verdad la sentimos? De verdad la apreciamos?... solo aquellos que hemos vivido la soledad en primera instancia sabemos lo que se siente el vacío.

Este momento me llevo casi 3 años en calcular, y la espera parecía eterna, por una u otra razón creí que no llegaría este día. Miles de permisos para los telescopios. Cuestión de logística, pero tan importante que no debo de pasarle por alto. Sigo caminando y la escena esta por cambiar.

El viento ha cesado, la hojas ya no suenan, una suave bruma húmeda comienza a sentirse, la luz lunar paso de blanquecina a amarilla.

Mi sombra me sigue de manera definida.
Los arboles se han quedado inmóviles.
Los grillos han dejado de cantar. Doy unos pasos mas y una parvada de pájaros levanta vuelo, no molestan todo lo contrario, danzan en silencio y en armonía en la humedad del aire.
Estoy por llegar donde el joven de ojos de estrellas, los pájaros vuelan bajo, casi me rozan, es como si lo hicieran en cámara lenta.
Mi mirada esta al frente y me sorprendo.
Me sorprendo por completo, Aynne esta serena, tranquila moviendo la cola.
Dos completos desconocidos absortos en el cielo.
Miro el reloj y doy me doy cabida que mi paso por el parque junto con la ida de los cafés me tomo el tiempo exacto para esto...

10... Camino hacia ellos y no notan aun mi presencia
9... Un segundero suena tac.. tac...tac...
8... Los telescopios se alinean
7... Aynne se sienta erguida y a la expectativa
6... Unos pequeños faros alumbran hacia los arboles y al cielo
5... Dos disparos de cámara suenan
4... Hay un silencio absoluto
3... El viento sopla una única vez mas
2... Con sumo cuidado pongo el café y bolsas en el suelo cerca de ellos...
1... La luz lunar hace su magia.

Una suave línea de colores se traza sobre el cielo, atravesándolo de manera circular perfecta.

Los miro y el fondo es absolutamente hermoso, estrellas casi palpables, la luna amarilla y los colores alrededor de ellos.

Es el momento perfecto la tierra se ha alineado, las estrellas se han movido perfectamente, la luna refracta la luz solar de manera adecuada; hoy los satélites en el espacio llegaran mas lejos, en conjunto con los que se lanzaron casi 3 décadas atrás, formaran una estela de imágenes; es cuando de manera instantánea la cámara lo capta, la llegada... la apertura de ese segundo planeta... aun no se que color tendrá o si lleva anillos y lunas... pero ya se su nombre... muchos no sabrán por que se lo voy a dar o las circunstancias que me llevaron a ello...
pero ese es su nombre...
el hermano de~

#S.Rashid