- ¡¡IUGH!!, no podéis hacerlo en otra parte, voy a sacar la basura- dijo Alison mientras miraba con asco.
- Emm... yo me voy ya- me izo un saludo con la mano, pero yo me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla. Él se sonrojó, es tan mono.
Cuando entré a casa, todos me estaban mirando con diferentes caras. Ali emocionada, Anne enfadada, Sam impresionado, Simon indiferente y Alex más que enfadado, furioso. No sabía porque pero lo estaba.
Ninguno abrió la boca hasta que Alex se fue a su habitación pegando un fuerte portazo.
- ¿Y a este que le pasa?- dijo Simon.
- ¿Emma podemos hablar un momento?- me preguntó Anne.
Cuando nos dirigimos a la salita, miré a Alison con cara despreciable, ella me respondió burlándose de mí y riendo.
Entramos y tuvimos una charla un poco rara, no se porque me puse a llorar por ese idiota que me engañó. Después, le conté lo de Dylan, y me dijo que lo conocía del super, y era un chico muy amable y simpático, además no tenía que desperdiciar esta oportunidad.
- Gracias Anne, lo necesitaba- le dije abrazándola y mostrándole una sonrisa de oreja a oreja.
-No hay que darlas.
Cuando salimos la comida estaba hecha y la mesa puesta.
- ¿Alexander?- dije extrañada
- No quiere cenar, está en su habitación- dijo Samuel.
Cenamos, vimos una película y nos fuimos a dormir.
- Buenas noches a todos- les dije alzando la mano.
- Buenas noches- respondieron todos al unísono.
Me puse mi pijama y me tumbé a leer. Cuando llevaba media página, no podía más y lo dejé.
Eran las dos de la mañana, no podía dormir sin saber porque el repentino enfado de Alex. Me puse en pie con mucho cuidado de no hacer ruido, y abrí la puerta. Me dirijí a su habitación pero cuando fui a abrir, no podía, mi mano no respondía.
- Venga Emma, tu puedes- me dije- uno, dos y... abrí.
Él estaba tumbado en la cama con los ojos cerrados, pero no estaba dormido. No llevaba camiseta y se le veían sus perfectos abdominales ¡Oh dios mio!, ¿Porque no podía quitarle la mirada?.
- ¿Qué haces aquí?- me dijo enfadado
- Venia a ver como estas.
- Déjame en paz y vete que nos meteremos en un lio como nos escuchen.
- No me voy a ir- le dije agarrándome a un barrote de su cama.
- Con que con esas tenemos...- dijo alzando una ceja.
Cuando me di cuenta él estaba intentando soltarme, entonces, no pude aguantar más y me solté. Nos caímos al suelo.
- Pues me voy, he perdido- le dije triste levantándome hacia la puerta.
- No quiero que te vayas- dijo agarrandome del codo y tirándome hacia él.
- ¿Porque no quieres que me vaya?
- Ven, siéntate y te explico- dijo mirándome intensamente
Me senté y le miré preocupada.
- ¿Que pasa?- cuando acabé de hablar noté sus labios pegados a los míos, nuestras lenguas se entrelazaban perfectamente. Ese beso era anterior a todos los demás: era apasionado y desesperado como si él llevase tiempo esperando poder hacerlo. Cuando nos separamos, le di una bofetada.
- ¡¿Que haces?!- dijo con una mano en la cara.
- ¡Me has besado, lo ves normal! ¡Imbécil!- y salí de allí.
¿Porque me había besado? Era mi hermanastro, pero aquel beso no estuvo nada mal y sabía tan bien. ¡No me puede estar pasando esto! Es mi peor enemigo desde siempre ¿Porque esto ahora? ¡Le odio!, pero tenía algo que nunca me había dado cuenta en él hasta esta noche. Y lo que más me impacta, es que me gustó y mucho.
Es imbécil, porque me hace esto, ¿Porque ahora?. Noté como me caía una lágrima, dos, tres. Hasta que empecé a llorar, necesitaba desahogarme.
- ¿Pq?- me dije en un susurro mientras veía que me iba durmiendo.
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Holaaaa bellas preciiosidades, espero que os guste, ya se que llevaba mucho tiempo sin subir, pero es que entre los debreres, trabajos, examenes... No podía.
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Adeuuuu!!!! <3 <3 <3
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Perdiendo el control
Novela JuvenilHan pasado 7 años de la muerte de sus padres y desde entonces vive en casa de sus padres adoptivos, Anne-Marie y Samuel que tienen dos hijos: el más mayor Alexander, un chico misterioso y atractivo, y Simon, no muy parecido al hermano. Emma es una c...