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—Hola. Me llamo Draco Malfoy.- Dijo con la barbilla en alto. — ¿Tú quién eres? ¿Por casualidad no serás un tal Harry Potter? 

— Sí-dijo, sonriéndole al chico— Harry Potter.

—Genial. Tío, seamos amigos. —dijo, sintiéndose muy especial al hablar a alguien famoso. En realidad tampoco estaba seguro si era alguien famoso, solo había oído a su padre hablando sobre él muchas veces, y una o dos fotos de un chico igual que Harry.

Draco se ganó la confianza de Harry rápidamente.

—Ves a ese niño pelirrojo? Es un Weasley. Una familia de clase baja . Tiene un montón de hermanos, ¡seguro que esos padres raros roban dinero a cada persona que pueden!

— Seguro que es por algo personal... — empezó a decir Harry, pero vio a Draco mirándole detenidamente — ¡Ya le pegaremos una leche cuando lleguemos a Hogwarts! — Harry improvisó.

Pasaron por el muro, Harry un poco desconcentrado. Cuando se metieron en el tren empezaron a hablar sobre cómo le arruinarían la vida al Weasley, hasta que de repente...

—Hola. ¿Habéis visto la rana de Neville? La ha perdido él, es un despistado. —preguntó una chica de su edad, con el pelo despeinado.

—Pues no. Fuera.

Esa frase la dijeron al mismo tiempo. Se miraron y se sonrieron.
Hermione abrió los ojos, puso una mueca y se fue, cerrando la puerta.
*
Pasaron 2 horas de viaje y se pusieron la túnica. Entró Hermione otra vez, probablemente preguntando por la rana.

 —¿Que quieres ahora?- le interrogó Draco.

 —Que borde eres. No deberías tratar a la gente así.

 —¿Me estás diciendo tú como debería comportarme? ¡Revelasecret!

Esto lo gritó Draco, que la sonrió con cara de asco al ver que era una sangre sucia, que era fanática de los libros, tuviera pocos amigos, y que fuera una chica solitaria.
Hermione se sentía avergonzada, deseaba que la tierra le trague.
Se sentó al lado de Harry, Harry le miró raro, sin saber muy bien cómo actuar. ¿Echarle o ser amable?

—¡Por las barbas de Merlín! ¡Eres Harry Potter! ¡Había oído que estabas en el tren, pero no estaba segura...

Y antes de que pudiera seguir hablando, Draco le chilló.

"Fuera asquerosa sangre sucia!" fueron las últimas palabras que oyó Hermione, antes de huir de aquel frío sitio.
*
Draco le contó todo sobré la magia, sobre Vol... Quien-tu-ya-sabes- y como los de Gryffindor eran patéticos. 


—Y odio tanto a los sangre sucia... Esa repugnante era una de ellos. No se merecen estar entre los magos. Padre piensa lo mismo- pero Hagrid le interrumpió, con su voz grave.
—¡Salid de el tren!

Cuando Harry salió, hablando con Draco más detalladamente sobre los sangre sucia, Hagrid lo cogió y le apartó de él. Este siguió por su camino, siguiendo a los demás.

-—No deberías juntarte con este tipo de gente. Saben manipular— 


— ¡DÉJAME EN PAZ!- Interrumpiéndole, aprendiendo de Draco —¡Yo elijo a mis amigos!

Hagrid lo dejó irse y lo miro con cara de preocupación, y Malfoy se dirigió hacia su nuevo mejor amigo.

—¿Que te ha dicho el gordo?

—¿Hagrid?

—Sí.

—Me ha dicho que no quiere que este contigo. Pero yo le he dicho que yo elijo a amigos. Por eso te he elegido a ti. Me gustas. — Se sonrojaron los dos — Como amigo —dijo atropelladamente.

—Ahora elegiremos en que casa estaréis. —dijo la profesora McGonagall más tarde, después de haber ido en las barcas, Harry y Draco asolas. En frente de una puerta ancha, McGonagall les explicó lo que iba a pasar al pasar esa puerta.- Ahí habrán cuatro mesas divididas en cuatro grupos: Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff. Cada uno de esos grupos os define...

Draco y Harry dejaron de escuchar, y Draco le aseguró que le pondrían en la casa de Slytherin.

Cuando por fin entraron al comedor, se pusieron en linea y esperaron a que el director diera un breve discurso. Más tarde, la profesora McGonagall empezó a decir nombres y el sombrero seleccionador sus correspondentes casas.

—Malfoy, Draco.

— Buena suerte, Draco.

Él le miró sonriendo y se fue a la silla. El sombrero apenas le toco y le puso en Slytherin. Todo fue igual con todos los niños, hasta que...

—Potter, Harry.

Todo el comedor se quedó en silencio y empezaron a decir en flojito el nombre de Harry, sorprendidos.

—SILENCIO!- Gritó la profesora McGonagall.

—Hm... Interesante...-observó el sombrero.

—Ponme en Slytherin, o te juro que esta noche estarás ardiendo en fuego.

—Slytherin, eh? ¿Y Griffindor? ¿Por qué no? Ravenclaw podrías estar, pero no es la casa para ti... Hufflepuff es una posible casa pero...

—En serio. Slytherin.

—¡SLYTHERIN!

Toda la mesa Slytherin se volvió loca, y sobretodo Malfoy, que se había puesto ha bailar encima de la mesa. Snape le pidió que se calmara porque ya había pegado a dos niños.

Harry vino y se sentó al lado de Draco. Draco y Harry miraron al lado opuesto. Todo el mundo pensaba que sería Gryffindor pero... ¿Slytherin?
Hermione Granger estaba triste al saber que Harry Potter no era como ella creía. Cuando de repente apareció un montón de comida en la mesa, Draco al fin susurró algo.

—¡Bah! En mi casa hay mucha mejor comida. 

— Ya. Seguro que sí.- articuló Harry, sonriendo sin prestar atención, pensando en su amigo.

Draco Malfoy y Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora