Whatsapp »ruben doblas.

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Llegué finalmente al edificio de Zaida -que por cierto, quedaba bastante lejos- y ingresé. Le tuve que decir al guardia de seguridad que era el novio de ella; ya que si no no me dejaría entrar, que por si no lo mencioné, son las 02:00am.

Cuando llegué al departamento 7, tal cual como ella nombró, la llave estaba debajo de la flor.

Ingresé al departamento y cerré la puerta a mis espaldas. Llamé a Zaida y ella respondió.

-Estoy en mi habitación.. -Hizo una pausa y continuó. -La primera a la derecha.

Fui hacia la habitación y la vi. A Zaida, obviamente. Ella se encontraba sentada en su cama, con pañuelos por todos lados y ella con el delineador corrido.

¿Qué?

Ella me sonrió. -Hooola Ruben. -Logró pronunciar. -¿Qué tal? -Rió.

-¿Estas bien?

-Ruben, ¿estamos tontos? ¿Parezco estar bien o algo? -Dijo, luego para hecharse a reír. -Le envíe mensajes a todos mis contactos y ninguno respondió. -Dijo triste, pero luego sonrió, -pero tu sí, tu si eres buena gente.

-Zaida... será mejor que te recuestes y...-me interrumpió.

-¿Acostarme? Naaa. Vamos a seguir tomando, yo invito. -Sonrió. -¿Sabes por qué estoy así? Mi novio me hizo cornuda. -Dijo triste.

-¿Puedes ver mis cuernos? Soy como un toro, raw.

Reí.

-¿Te estas riendo de mi? -Sollozó. -Lo sabía, sólo querías sexo, VETE.

-Zai, por favor. -Dije con media sonrisa.

-VETE. A CASA VUELVEE. -Cantó. Joder, que bipolar es esta mujer cuando esta ebria.

-Zai, recuestate.

-¿Y las copas? -Hipo.

-Las copas otro día. -Suspiré.

-Pero yo las quiero ahorita. Traéme alcohol, que tu eres buena gente.

-Te traígo alcohol si te recuestas.

-Vale. -Se quedó pensando, unos segundos. -ALTO. Pero no quiero quedarme sola. -Hizo morritos.

-Vale, me acuesto contigo.

-QUE NO QUIERO SEXO, JODER.

-Zai, yo no quiero sexo contigo.

-¿Acaso estoy gorda? ¿Es eso verdad? -Sollozo.

-No, estás perfecta pe-

-¿Y el alcohol?

-Me estás volviendo loco. -Reí.

-¿Te ríes otra vez de mi? -Se enojó.

-Obvio no Zai, pe-

-Ah, vale. Ve a por alcohol, anda.

-En cualquier momento voy a explotar, eres consciente de ello ¿verdad?

-No explotes. Que no quiero limpiar tus restos, ugh.

-Que cariñosa eres, por dios.

-Ya ves. Ahora por el alcohol, moviendo el culito.

-Vaale.

-PERO NO TE VAYAS, QUE ME COME EL CUCO.

-JODER ZAIDA.

-NO ME GRITES COÑO.

-NO ESTOY GRITANDO, GILIPOLLAS.

-No me grites, mala gente. -Susurró.

En cualquier momento explotó y esto no va a terminar bien.

-Me voy a dormir, adiós. -Dije acostándome y cerrando los ojos.

-¿Rubeeen? Oye. NO ME DEJES. -pausó un momento. -¿Se habrá muerto? OH DIOS MÍO MATE A ALGUIEN, tengo que entregarme con la policía. Oh, muy lejos.

-Mejor me entregó con el recepcionista y y-La interrumpi.

-¡BUH!

-OSTIA. PUEDO RESUCITAR A PERSONAS.

Solté una carcajada.

-SI, TÚ RIETE, MUNDANO. YO TENGO PODEERES Y TÚ NO. JÁ. ESPERÉ ESTE MOMENTO TODA MI VIDA.

-KAMEEE

¿Qué hace?

-KAMEEEE

-Zaida, recuestate.

-HAAAAAAAAAAA. -Finalizó. Y me miro mal. -Deberías estar muerto, es más, todo debería estar destrozado.

-Zaida, recuestate ya tía.

-Creo que recuperar ki es lo mejor, tienes razón. Buenas noches. -Dijo recostándose en su cama, quedando rápidamente dormida.

Vaya noche chaval.