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Cada vez los humanos se mostraban más hábiles, o tal vez siempre lo habían sido sólo que Brend no lo había notado. Estaba impresionado por la solidaridad que estos mostraban que cuando presenció un asesinato no lo pudo creer. Su cabeza comenzó a trabajar a toda prisa tratando de explicarse el por qué de semejante acto. Pronto notó que cosas como la avaricia, envidia y el egoísmo eran los causantes de los daños; y no sólo de forma directa, sino también de manera inconsciente .

Continuó recorriendo el terreno, observando y dejando escapar de vez en cuando algunos ligeros "wow" de sus labios; hasta que, sin planearlo, se encontró con Marcell.

—Vaya hora de llegar— frunció el ceño, era un sujeto corpulento e imponente.

—¿Eh?

—Hace horas que Amir se marchó, pensé que ya no vendrías— explicó sin borrar su gesto severo; él era un ente que evocaba a la serenidad, por lo que verlo un poco molesto era algo extraño y de cuidado.

—¿Amir? Pp-pero ¿qué hacía él aquí?

—Brend, estás bromeando, ¿verdad?— Marcell se aproximó a él y lo observó minuciosamente.

—Claro que no.

—¿Cómo que no?, ¡no me digas que lo olvidaste!— manoteó dramatizando su exasperación y sorpresa, —¡pero si hace tres lunas anunció su última estadía en la Tierra! Ya visitó a Ross en los Alpes, a Victoria con sus flores, a Yosmmar en la selva, incluso a Yenssy en la sabana— enumeró, —esta vez yo fui el último en la lista.

"El último", eso quería decir que había dejado a los demás esperando; ya que él debía hacer su entrada justo minutos después de que Amir se marchara.

—Yo no sab...

—Es obvio que no lo sabías; en lugar de estar acechando a los humanos deberías estar atento a tus deberes. Ahora haz tu trabajo— sentenció, —que esas berenjenas necesitan algo de sol.

—No puede bajar a la Tierra así como así— dijo Luna, quien había llegado como siempre inesperadamente de visita al Cosmos; —sólo lo hace en condiciones especiales— terminó de explicar.

—Entonces debemos decirle a Amir, él puede ayudarnos con un pequeño monzón, de esa manera el Arcoíris brillará— exclamó Victoria de manera optimista.

Luna negó con la cabeza, al estar más tiempo que la rubia en la Tierra sabía más sobre cómo eran las cosas, por ello explicó, —Jaziry sólo aparece junto con Brend, en el momento en que Amir se está retirando del lugar de los hechos.

—Entonces es Brend quien debe venir por ella— no se daría por vencida, siempre buscaría el lado positivo o alguna salida.

Nuevamente, Luna cabeceó, —hay un ligero inconveniente, aunque Brend viniera, sería imposible para Jaziry salir a jugar; Amir se ha ido a descansar, volverá hasta la primera semana de invierno.

—¿Qué? Pp-pero... ¿Cómo? Eso quiere decir que... ¿Ya realizó su última visita a la Tierra?

Ahora Luna afirmó con la cabeza, —así es, ya visitó, los Alpes, sabanas y demás ecosistemas.

—¿Ya; todos?

—Todos y cada uno. De hecho tú fuiste la penúltima a quien visitó— confirmó la morena.

—¿Entonces por qué Brend no vino por Jaziry? Habría salido a jugar muchas veces.

—Esa es una buena pregunta— Luna se quedó pensativa; —eso habría que cuestionárselo al mismo Rayo de Sol— y como si lo hubiera invocado, una alta silueta apareció por el umbral de puerta.

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