Capítulo 1: Coincidencias y Juegos.

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Sentada en el taburete, apenas en la luz, un vaso de algo en frente de ella. Está sonando el Jazz y esto no podía ser más cliché.

"Oye" ella le agita la mano al cantinero "dame un cenicero"

"No puedes fumar aquí" Dice él, sin mirarla, limpiando un vaso.

"Oh, vamos. No tengo tiempo para tu mierda. Además, a los otros clientes-"ella apunta al bar vacio. "-no les importara"

El hombre sonríe, deslizando un cenicero hacia ella. Un suave click después, y ella esta resoplando humo.

Eso es lo que Laura ve, entrando al pequeño bar. Carmilla fumando y un silencio cantinero. El levanta su cabeza, mirándola: empapada de pies a cabeza.

La lluvia está cayendo fuerte afuera y este fue el primer lugar al que Laura entro, después de decirle adiós a sus amigos después de cenar. Ella estaba caminando hacia los dormitorios cuando la tormenta empezó, y entonces ella se lanzo hacia la primera puerta disponible.

El cantinero ve a Carmilla, apuntando a su iluminado cigarrillo. Laura la ve. Los ojos de la morena apuntando hacia ella, y de sus labios un espíritu toxico y caliente vuela.

"La conozco, no le importara" le dice ella al cantinero.

El asiente, yéndose desde el mostrador hacia una puerta trasera-

"Hola Carm."

Laura saluda a la otra chica, acercándose.

"Cupcake. ¿Por qué estás aquí?" dice ella, soplando humo en su dirección. Laura sacude su mano en frente de su cara, el humo si le molesta.

"Estaba caminando hacia los dormitorios pero esta tormenta vino de la nada y solo entre al primer lugar que vi. ¿Vienes aquí seguido? Pareces conocer al cantinero"

Carmilla sonríe. La oscura chaqueta que está usando se aprieta en su pecho cuando busca el cenicero, inclinando el cigarrillo para dejar que lo poco consumido caiga en el.

"Algo así. Me deja fumar adentro y cómo puedes ver, no es un hombre hablador. Me gusta eso"

El hombre reaparece, le entrega una toalla a Laura, y regresa a lo que está haciendo.

"Oh, ¡gracias!" dice ella, empezando a secarse un poco, antes de sentarse en el taburete al lado de Carmilla.

Laura de nuevo la mira, algo está mal esta noche. Parece perdida en sus pensamientos como el vaso cerca de ella, mirándolo con ojos nublados. En el segundo que sus ojos se encuentran, un poco de oscuridad que holgazanea detrás de ellas parece tocar a Laura.

"¿Que vas a beber, sundance?" ella pregunta, poniendo el cigarrillo abajo.

"Yo..." Laura no puede responder, este tal vez no sea el lugar adecuado para pedir chocolate caliente, pero el cantinero parece amable y ella no tiene ninguna reputación de mala que mantener.

"Déjame, te parece?" Carmilla dice, con una sonrisa de superioridad. "Oye. Todavía tienes ese vino blanco italiano, ¿sí? ¿Moscato? Tráele uno"

"¡Gracias!" Laura dice, desconcertada por la manera que Carmilla le habla al hombre, que silenciosamente desapareció en la puerta trasera. Parece tan calmado, la falta de cortesía en Carmilla no parece importarle.

"Podrías ser más amable con él, ¿sabes eso?"

"Si, podría"

"Y, ¿vino? No soy una persona de vino, Carm"

Un bar vacío y un vaso vacío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora