Después de ese día de haberme encontrado con Jasón no lo volví a ver más, se imaginan mi decepción, yo anhelaba seguir escuchando esa hermosa vos pero el destino no estaba a nuestro favor. Después de eso Sofia cada día me daba saludes de parte de él, al principio no le creía pero después me llegó un mensaje de texto, al revisar adivinen de quien era? Si, había sido Jasón no saben como ame a mi amiga en ese instante, le dio mi número para que me llamará pero no me había consultado y también la odie, pero en ese instante oigan tanto que espere hablar con él y me escribe no podría desaprovechar esa oportunidad así que le respondi el mensaje.
-Hola Jasón, ¿como estas?
-Bien Lizzy y tu? Disculpa ¿como supiste era yo?
- bien. Gracias. He, Sofia me dio tu número, por favor no la mates por eso.
-tranquila lizz ¿puedo decirte así?
Por Dios cuando me dijo eso casi me muero mi corazón latía a mil, pero no podía decirle así que le respondí: - claro, no hay problema.
Después de eso seguimos en contacto gracias a mi amiga, nos vimos ocasionalmente puesto que por las clases casi no teníamos tiempo, hablábamos más por mensajes o notas que nos mandábamos con mi amiga. Eran las pequeñas cosas que hacían que mi corazón latiera siempre por el. Así transcurrió un mes en el que nos veíamos de vez en cuando, hablamos todos los días y casi teníamos que hacer maravillas para vernos. Mi mamá Patricia que por cierto era muy celosa conmigo, oigan que esperan tenía 14 años y era hija única ¿que más se podía esperar?. Mi papá trabajaba todo el día así que no lo veía hasta que se hacia muy de noche, lo cual era hermoso porque así no lo tendría todo el día encima mío preguntándome sobre el instituto y mi vida personal, el trabaja en una empresa y es muy activo en la sociedad, a veces pienso que no quiere pasar tiempo con nosotras y busca cualquier excusa para estar lejos de la casa.
