Carta Cuatro

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Estimada Josselynn:

Estabas sola en receso, las chicas no te querían ni ver gracias a que derramaste toda la atención sobre ti.

Te mantenías alejada de los chicos que te seguían como perros.

Eso me agrado.

Te sentaste junto a mi con esa gran sonrisa que me hacia babear,  subiste la ceja en modo de pregunta y bajaste la mirada hacia los dos helados que tenias en la mano.

Ese era otro de tus trucos.

Ahora los chicos me miraban con odio, porque no solo te tenia sentada junto a mi todo el día, también estabas frente a mi en el receso.

Súper, como si no me aborrecieran lo suficiente antes, no era muy popular, yo estaba en el medio, tenia amigos que me habían dejado hoy por vagos, y enemigos que me odiaban porque querían humillarme y sentirse mejor con ellos mismos.

Me tendiste el helado y volviste a sonreír.

Ese gesto me derritió, asa fue como comencé a derretirme por ti.

Cartas a JosselynnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora