O N E

628 23 4
                                    




—¡Al fin weón! —gritó la morena saliendo del avión y a la vez estiraba los brazos.

—Ya no siento la raja —masculló la castaña sobándose el trasero.

—¿Cúal raja weóna? Si con cuea tení culo —dijo Abby riéndose mientras rodaba por el suelo—. Oh weón, extrañaba el aire puro. La vieja culia que venía al lado mío venía puro tirandose peos.

Todas se rieron excepto ella ya que sufrió casi todo el viaje.

—Vieja culiá hedionda, llegaba hasta mi asiento el olor —se quejó Amy.

—Cabras de porquería noma', ya vamos a buscar las maletas —habló el gnomo, perdón, la Litt.

La Abby se levantó del suelo y se tiró arriba de Amy quien la tuvo que arrastrar todo el camino hasta el lugar donde entregaban las maletas.

—¡Miren weonas soy una maleta!—gritó Danny subiendose en la cosa que trasladaba las maletas.

—Retrasá la conchetumare —dijo Abby mientras se cruzaba de brazos—, oye Litt dónde chucha nos vamos a... ¿Litt? —al darse se dio cuenta que su amiga no estaba—. CABRAS SE NOS PERDIÓ LA HORMIGA.

—¿Qué? —dijo terrible de impactada Amy mientras arrastraba por el suelo a Danny, ya que era una maleta.

—¡¿QUIÉN CHUCHA LA PISÓ?! —gritó la morena, aka Danny, revisando la suela de sus zapatos.

—Yo no —se excusó Abby alzando los brazos en defensa.

—Hay que buscarla —dijó Amy y empezó a correr hasta que se desapareció por los pasillos del aeropuerto.

—Ya Abby, vo' me acompañaí —la Danny volteó a hablar con su amiga pero no la encontró—, puta la weá, yo no sé hablar inglés -al final igual fue a intentar buscar a su amiga la querida hormiga.

Caminó por casi todo el aeropuerto buscándola hasta que se rindió e intentó ahora hablar y pedirle ayuda a los gringos que andaban por ahí.

—Oe vo' rusio —le dijo a un tipo que encontró—, hay visto una weá que es como super enana —al darse cuenta que el tipo no le contestaba alzó la vista—. CONCHETUMARE MELMAN ¿ERES TÚ? OH WEÓN AMÉ TANTO TU ACTUACIÓN EN MADAGASCAR.

Lo siento, no te entiendo —le dijo el rubio.

—Ah chucha verda' —aclaró su garganta—, ¿Me puedes dar un autógrafo? —sacó un cuaderno y un lapiz de algún lugar.

Claro —el rubio le firmó el cuaderno y la weona se fue de lo más normal hasta que se dio cuenta de quien era.

—¡LUCRECIA ROBERTA! —gritó antes de irse corriendo y ponerse como koala mientras el se reía.

¿Qué haces? —preguntó Luke riéndose.

No sé weón, la emoción —se subió en la espalda—, ahora ayúdame a buscar a mi amiga que se me perdió y como eres un titan de seguro la encontramos, aunque lo dudo porqué es mas chica que cualquier otra cosa, así que cuidado con pisarla.

Mientras Danny y Lucrecia, aka luke, buscaban a Litt, Abby ya se había cansado de correr por todo el recinto sin encontrarla.

—Puta la weá —se quejó mientras se detenia—, oye —detuvo a un weón que iba caminando—¿Has visto una niña que es chica y parece de diez... LA CONCHA DE TU MADRE —dijo antes de caer desmayada al suelo.

Dios Calum, haces que las mujeres se desmayen por ti —dijo un tipo con pelo de unicornio apareciendo atrás de él.

No sé tú pero estoy preocupado —le dijo calum incándose al lado de Abby, le iba a decir algo a su amigo pero se dio cuenta que había alguien aferrado a su pie—, ¿Qué es eso que tienes ahí?

Cuatro weonas con cuatro aweonaos » 5SOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora