Capitulo 2.
Era el primer día de clases y ya estaba cargado de tareas y trabajos que realizar. Esas eran las desventajas de cambiarte de escuela; conocer gente nueva, ponerse al corriente en trabajos y proyectos, material nuevo... Aunque lo primero no era un problema para Harry, a decir verdad, a él siempre le había gustado el tema de hacer amigos y socializar... Bueno, tal vez hoy había sido la excepción, no había conseguido ningún amigo en todo el día, solo por estar concentrado en... Louis, ¡es verdad! Había hecho un amigo y era Louis. Estuvo concentrado todo el día en el chico castaño y de tatuajes extraños. A decir verdad, solo había aceptado ser amigos para que Harry dejara de abrumarlo, pero él decidió pensar que no era así.
Había algo extraño en Louis que le hacía sentir cositas en el estómago, y no sabía por qué, pero le gustaba. Aunque en ese momento él no tenía tiempo de pensar en ese tipo de cosas; además, Louis era heterosexual. Caminaba despacio hacia su casa, había tomado un autobús pero solo consiguió que lo dejara a dos esquinas de su hogar, por lo tanto, tenía que caminar; aunque eso nunca había sido un problema para él, ya que le gustaba caminar y meditar un poco sobre lo que pasaba en su día a día.
Llegó a casa, se lavó las manos y fue directo a la cocina para prepararse algo. Sin duda Harry era malísimo para ese tipo de cosas, así que decidió hacerse solo un sándwich y una leche con chocolate para después ir a su habitación e iniciar el montón de tarea que debía entregar en diferentes fechas, pero no le importaba, porque todo su esfuerzo valdría la pena en un futuro y podría llegar a ser un gran médico.
Así era, el rizado tenía todo su futuro planeado.
Tendría una casa muy bonita, un buen trabajo, una mascota a la que llamaría "Chispitas" en algún momento, un esposo y tal vez dos hijos. Le gustaba ser así, siempre ordenado y administrando su vida para no perder ni un momento. Siempre teniendo una vida estable y perfecta.
(*)-Dame uno también a mí. -pidió el morocho un cigarro a Louis, después de que le paso uno a su otro amigo, Liam Payne.
-Joder, ¿no puedes esperar un poco?-Louis tenía a veces un humor demasiado insoportable, pero sus amigos lo toleraban, se habían acostumbrado a ello.
Caminaban directo a la casa de Liam. Sus padres casi no asistían a casa, así que podían divertirse siempre que quisieran ahí.
- ¿Qué haremos hoy entonces?-habló Liam por primera vez.
- Tendrán que divertirse sin mi compañeros, tengo mucha tarea que hacer hoy, odio los Lunes porque son los días que más clases tengo con los profesores más insoportables. -dijo Louis un poco enojado por pensar en todo lo que habría que hacer.
- ¿No puedes irte a casa más tarde? Vamos, tiene demasiado tiempo que no salimos todos juntos, Louis. - hablo Liam un poco nervioso. Sí, nervioso; porque cuando Louis no estaba con ellos todo era muy incómodo entre Zayn y Liam. Siempre que Louis los abandonaba y se iba a cualquier otro lado, Liam no sabía qué hacer para divertir aunque fuera un poco a Zayn. Y es que le atraía, enserio que le atraía mucho, y aunque Zayn fuera heterosexual, Dios, lo ponía tan nervioso el hecho de estar solos y no poder hacer nada para mantenerlo con él y que no terminara yéndose a otro lugar dejándolo solo, sin más.
Los tres habían sido amigos desde la secundaria, y ahora por suerte, estudiaban en la misma universidad aunque en diferentes carreras. Se podría decir que se conocían a la perfección, o al menos eso parecía.Liam se había dado cuenta de que le gustaban los hombres cuando tenía 16 años, y lo descubrió con Zayn; empezó a sentir cosas que no sentía por Louis y eso no era normal en absoluto. Termino aceptándolo después de un año, pero sabía como eran sus amigos, ellos no lo entenderían, siempre habían visto mal a las personas homosexuales y con el no habría una excepción. La ventaja que tenía era que también le gustaban las chicas, y eso era suficiente para ocultar su atracción hacia los chicos.
-De todas maneras no importa, yo tengo que salir hoy con una chica a la que me gustaría conquistar. Es muy linda, y sobra decir lo que tiene de más. -habló Zayn como siempre, demasiado descarado con sus palabras. Y ahí estaba Liam una vez más, siendo apartado de todo, siendo el más invisible de sus amigos. Empezaba a acostumbrarse después de tanto tiempo siendo rechazado por ellos la mayor parte del tiempo, lo usaban únicamente para pasar el rato en su casa, pero nada más.
-Nos vemos luego entonces, ojalá que esa chica te deje plantado, como todas. - habló Louis riendo y guiñándole el ojo a Zayn; este alzó el dedo de en medio en respuesta a su jodido amigo. Se vio a Louis alejarse entre la calle y entonces quedaron ellos dos.
-Sabes que también tengo que irme, nos vemos luego. - dijo Zayn en un tono cortante y se dio la vuelta.
-Está bien, Zayn, ¡nos vemos mañana!- exclamo Liam con entusiasmo para después desaparecer la sonrisa y volver a ser la persona seria y triste que era. Le abrumaba demasiado el hecho de ser el excluido del "grupito", enserio le ponía mal el no poder hablar de lo que sentía con las únicas personas cercanas a él, las únicas personas a las que parecía importarle. Solo camino a su casa como todos los días, sin esperar ver a alguien ahí.(*)
-Química, biología, ¡sí! Literatura; las mejores materias en el mundo. -hablaba solo el rizado en su habitación mientras sostenía una taza de té y observaba una hoja en su cama.
- ¡Llegue cariño, baja a cenar!- grito la madre de Harry desde la planta baja, que había llegado ya de su trabajo.
Eran las 9:00 pm y al chico de ojos verdes solo le faltaba tomar una ducha, había realizado ya todos sus deberes y estaba satisfecho.
Bajaba las escaleras con unas sandalias de color morado pálido que resonaban mientras avanzaba a la cocina.
- ¿Cómo te fue hoy, bebé? - pregunto la mujer preparando un café para ella.
-No soy un bebé. -Dijo Harry con el semblante fruncido, en realidad le encantaba que su madre lo llamara de esa manera. -Me fue bien, conocí a alguien...-habló con la mirada perdida, imaginando el rostro tan lindo que Louis poseía.
- ¿Quién es el afortunado que captó la atención de mi bebé? -preguntó su madre con una sonrisa en la cara.
-No... No importa, nadie, nadie. -dijo el rizado casi en susurro al recordar que el chico ni siquiera lo había tomado en cuenta.
Terminó por servirse solamente un plato de cereal y subió a su habitación sin decir nada. Era así, a veces Harry era abierto con su madre y le contaba todo, a veces simplemente prefería encerrarse en su cuarto para que no lo molestase. A ella no le importaba, porque sabía que tenía suficientes amigos para hablar lo que con ella no hablaba. Eso pensaba ella antes de que se mudaran a ese lugar tan diferente y nuevo para su hijo.(*)
Estaba totalmente cansado, no podía hacer más. Se dio por vencido y dejo todos sus cuadernos y libros de lado. Tomó su toalla y unos boxers rojos para tomar un buen baño. Odiaba tener que estudiar algo que no quería, algo que no lo entusiasmaba; lo único a lo que el quería dedicarse era a la música, a Louis le encantaba cantar y desde pequeño soñó con ser alguien tan famoso como Michael Jackson, o formar una gran banda como los Beatles. Por desgracia su padre siempre tuvo la idea de que eso no era una carrera y jamas tendría un buen trabajo, eso no le aseguraba un buen futuro. Louis se resignó porque después de todo, era su papá el que pagaba sus cuentas. Entonces tuvo que estudiar medicina.
Siempre tuvo un mal humor y era muy duro con la gente aveces, así era como lo habían educado. Siempre correcto. Louis definitivamente no era la persona que todos conocían, era alguien frágil, alguien que escondía muchos secretos que ni siquiera sus mejores amigos conocían.
Salió del cuarto de baño y se dirigió inmediatamente a su cuarto. Puso un poco de música en su móvil y se acostó bajo las cobijas únicamente en boxers. Cerro los ojos y parecía que ya estaba soñando; luego recordó aquellos ojitos verdes.