11.- LLORAR

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Corrí, corrí hasta que mis pulmones no soportaron más el sofocamiento y el cansancio me hizo casi derrumbarme en medio de una acera. El aire me faltaba y sentía como si fuego quemara cada uno de mis alveolos. Intenté recuperar el aire respirando profunda y calmadamente.

*

-Tu madre está muerta por tu culpa, mocosa débil.

Las palabras de mi padre después de sepultar a mi madre me golpeaban constantemente mi cabeza.

*

-No es verdad, sé que no es verdad- Son demasiadas emociones en un día. Willy me echó de su casa, no tengo más que la paga en mis bolcillos, la llamada de mi padre y... simplemente no puedo con esto. Estoy tratando de comprender y asimilar todo lo que me ha dicho.

-Estaba borracho. Me repetía a mí misma buscándole una justificación a sus actos. Pero no tenía justificación. No tenía derecho a catalogarme de una manera tan cruel. Las lágrimas no cesaban y el dolor en el pecho se hacía cada vez más intenso.

*

-Tu madre murió por tu culpa... si no hubieras nacido tan enfermiza ella todavía estaría viva. Tú asesinaste a tu madre.

Las crueles palabras de papá después del accidente resonaban en mi cabeza... y las recuerdo... había olvidado o mejor dicho había deseado con tantas ganas bloquear recuerdos, borrarlos, hacerlos pedazos. Pero ahora estaban volviendo, había tantas aseveraciones que me decía mi padre, tantas cosas tan crueles; que me hacían sentir peor que basura.

-No es verdad fue un accidente, yo no hice nada, fue un accidente en coche.

Estaba recordando demasiadas cosas a la vez, sentía que la cabeza iba a estallarme. Busqué el apoyo de una pared y me recargué en ésta. La vista se me estaba nublando. Me estaba sintiendo terriblemente mal.

-Oye no quiero que creas que soy una entrometida pero ¿Te sientes bien?- Una pelirroja que apenas y hablaba inglés se acercó a hablarme con un acento muy peculiar.

-Un poco pero estoy bien gracias por preguntar-

-Parece que tampoco has tenido un buen día- Se recargó en la pared al igual que yo y se deslizó hasta quedar sentada en el suelo. –No es bueno guardar las emociones porque llegas al punto en el que explotas de tantas cosas que guardas. Maldición... lo lamento es solo que- Se notaba a kilómetros que estaba intentando deshacerse de un nudo en la garganta y estaba conteniendo el llanto.

-Es solo que el día de hoy te sientes fatal y con ganas de borrar tu existencia de la faz de la tierra- Lentamente me senté a su lado.

-Si exactamente así me siento- Dibujó una sonrisa llena de pena y lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

-Entonces puedes sentirte acompañada- Limpie las lágrimas que mojaban mi rostro e inmediatamente después comenzamos a reír mientras llorábamos.

-Me llamo Rebeca y ¿Tú?- Preguntó limpiándose la cara con la yema de los dedos para no quitarse el maquillaje.

-Soy ______- Le di la mano y las dos nos quedamos sentadas en la acera recargadas en la pared de un edificio. La gente pasaba y nos miraba de una manera extraña.

-Es extraño lo sé, trate de contener mi llanto hasta llegar a mi departamento pero te vi aquí tan llena de pena que no pude contenerme más- Pareciera que iba a comenzar a llorar otra vez. –Mis padres están divorciándose y mi abuela murió ayer. Es por ella que estoy aquí, siempre fue una señora muy exigente pero aun así le tenía algo de aprecio. En pocas palabras me crie con ella y no voy a poder estar en su entierro- Escondió su rostro entre sus manos para comenzar a llorar otra vez

-Lo siento mucho- Ambas estábamos llorando ¿Qué irónico no?

-No lo sientas, apenas y sabes mi nombre. Pero me siento tan mal y no tengo amigos. Es tonto qué esté aquí contándote todo esto cuando probablemente tengas problemas más grandes que los míos. Pero simplemente ya no podía más y necesitaba a alguien que me escuche-

-Yo entiendo, créeme se perfectamente cómo te sientes. Mi único amigo no quiere volver a verme y también perdí a alguien a quien amaba mucho. Quizá estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua y la situación no es tan grabe pero simplemente hoy no fue mi día- Yo también comencé a sollozar.

-¿Te parece si caminamos? La gente nos ve raro y quisiera tener un poco más de privacidad- Asentí con la cabeza y caminamos alejándonos de todo el barullo de la ciudad de los Ángeles hacia la playa que a esta hora estaría más sola. Al llegar Rebeca me contó detalladamente todo lo que le sucedía, los tratos tan duros que le daba su abuela y el porqué del divorcio de sus padres.

Yo hice lo mismo y comencé a contarle toda mi historia o lo que recordaba de ella, hasta de Willy y las enfermedades que padecí de pequeña. Me sentía muy bien. Por primera vez le había contado a alguien de todo este maldito dolor que me atormentó durante años. Sentí como si un gran pesar se liberara de mis hombros y aunque las lágrimas no cesaban con cada episodio que le narré pude sentirme bastante conectada e identificada con ella.

-¿Te parece si vamos a mi departamento? Sé que ahora no tienes donde quedarte y aunque sea poco en ese trocito de casa cabemos las dos- Me invitó amablemente a acompañarla. Desconfié un poco. Apenas la conozco pero creo que me ha contado suficiente de su vida y yo suficiente de la mía como para poder seguirla y acompañarla. Estaba tratando de hacerme un favor y en las condiciones en las que me encuentro ahora no son las mas favorables. El dolor en el pecho no ha desaparecido y el aire me sigue faltando.

Tomamos un taxi hasta su departamento. Rebeca es bailarina de ballet por imposición de su abuela y por ella misma es por quien está aquí intentando triunfar en las artes.

-Muchas gracias por todo Beca, has sido muy amable con migo, jamás voy a tener cómo pagarte esto que estas haciendo-

-Ya lo has hecho, jamás había hablado con nadie como lo hice contigo. Que me escucharas me ha venido de maravilla- Me tomó de la mano dándome un apretón. De pronto hubo un apagón en el departamento.

-Hijo de puta- Me quedé sorprendida ¡Habla español!

-Hey hablas español ¡Qué bien!-

-Que way tú también hablas español ¿Eres española?-

-No mi madre lo era y mi padre es latino. Residieron en Pensilvania pero después de todo lo que te conté yo me mudé a los Ángeles-

-Qué loco. Mi padre es Noruego y mi madre Española, se conocieron en Francia pero vivimos en Noruega, bueno yo viví en España durante 7 años con mi abuela- Esto es una locura, no somos ni de aquí ni de allá. Creo que vamos a llevarnos mucho mejor de lo que pensaba.

-Bueno ahora vuelvo haré una llamada pequeña para que nos restauren la luz de inmediato- Cogió su móvil y se dirigió a su recamara.

-Cabrón hijo de puta, me has cortado la luz y te he pagado ayer....- La escuchaba que gritaba mientras se alejaba.

Me senté en el sofá y no pude evitar que una gran pena me inundara. Y sin pensarlo ya estaba llorando otra vez.

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Por favor perdonenme por no haber subido capitulo por más de un mes. No hay excusas solo... Gomene.

Gracias por esperar la actualización y sobre todo:

¡Gracias por leer bellos Dangos!


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