S I X

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Los rayos del sol que se filtraban en mi ventana me hicieron despertar, al abrir mis ojos lo primero que ví fue las sábanas revueltas y una mancha roja que había en ellas. Rápidamente flechazos de la noche anterior vinieron a mi mente: Ross y yo en el restaurant, Ross trayéndome a casa, él diciendo que quería hacerme el amor, él sacándome la ropa, él quitándome la virginidad.

Oh no...

Me había acostado con Ross...

Le había entregado todo a él.

Oh Dios...

La cama se encontraba vacía así que traté de levantarme para buscar al rubio.... Grave error.

El cuerpo me dolía como si hubiera corrido una maratón y ni hablar de... ay Dios...

Haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad logré pararme y con la sabanas traté inútilmente de cubrir mi cuerpo desnudo, aunque era por nada... él ya me había visto así.

Observé nuevamente la mancha de sangre, prueba de mi pureza perdida y él recuerdo de Ross embistiéndome con fuerza voló a mi memoria lo que hizo que me sonrojara.

Fui al cuarto de baño de mi habitación pensando que él estaría allí pero no... no se encontraba, entonces decidí bajar a buscarlo.

Una vez evitado el peligro de bajar escaleras con unas sabanas que se enredaban en los peldaños fui a la cocina... y nada.

--¿Ross?—pregunté al vacío negándome a escuchar los reproches de mi subconsciente.

Nadie me respondió lo que confirmó mis sospechas, él no estaba en la casa.

Con cuidado volví a subir y al entrar a mi habitación me senté en la cama obligándome a no llorar... era mi Ross, el chico que amaba y él no me haría eso ¿verdad? No jugaría conmigo porque él me ama ¿cierto?

Mi miraba se fijó en un papel en la mesita de noche, estaba al lado de mi teléfono así que lo tomé y leí lo que decía:

"Tuve que irme, nos vemos luego.

--Ross"

Un suspiro de alivio salió de mis labios. No me había engañado, no había jugado conmigo por mi virginidad.

<< ¿Estás totalmente segura?

Lo estaba.

Quitando el pensamiento de Ross de mi cabeza los musculos de mi cuerpo volvieron a dolerme así que preparé un baño caliente para relajarme.

*

Una vez cambiada, peinada y desayunada tomé mi celular decidida a escribirle a Ross.

"Hola rubio" –escribí, trataría de evitar que las cosas se hicieran incómodas para ambos porque al fin y al cabo lo que pasó en la noche debió probarle el infinito amor que le tengo.

Pasaron unos minutos y no contestaba lo que era raro, siempre tardaba máximo tres minutos en responder y ya habían pasado 6.

Para evitar pensar en eso comencé a ordenar mi habitación que se encontraba totalmente desordenada, y ni hablar de los cobertores y almohadas que estaban tiradas por doquier.

Volví a ver la mancha y supe que debía cambiar las sabanas, y lavarlas lo más rápido posible, si mis padres vieran eso...

Ya con las sábanas sucias en mis manos, y como mi "amigo" no había respondido fui al cuarto de lavado y metí las cosas a lavar. Esperé veinte minutos y cuando ya estaban limpias y secas regresé a mi habitación.

Con mucho cuidado doblé las sabanas y las guardé en mi armario, de reojo ví que una luz parpadeante salía de mi celular lo que era señal de una notificación.

Wildest Dreams || Raura ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora