Era el segundo jueves de otoño cuando te conocí, las hojas caían y se pisaban conforme andábamos juntos chafándolas como dos niños jugando, nos pusimos uno en frente del otro, nos contemplamos los ojos , se me escapó una pequeña sonrisa. En ese momento me di cuenta que todo lo que me hacia feliz estaba frente ami, nos acercamos lentamente y nos fundimos en un beso, nos besamos como si no hubiera un mañana tan intenso y con sabor a 'no te alejes nunca'. (Estuvimos así varios días llendo a todos los sitios deseados por ambos se me hizo raro ya que él no era mucho de andar pero bueno aproveché la ocasión.)
Después de dar un paseo por el parque fuimos a casa, una taza de chocolate para los dos y una película de miedo. La tarde no estuvo nada mal la verdad, él y yo nos volvimos a mirar pero esta vez él me miró preocupado como si algo le preocupara... Me dijo que se iba a dormir me resultó extraño pero le noté cansado.
Al día siguente me levanté pronto le hice el desayuno, tostadas con mermelada sus favoritas, dos zumos de naranja y una pera, fui hacía su habitación y no me respondió, me empezaba a preocupar ya que no sabía lo que pasaba sólo se me vino a la mente nuestra conversación:
-Alicia recuerda que pase lo que pase yo te quiero y nada ni nadie nos separará vale?
- Jhon... Porque dices eso?- le dije preocupada..
- Tú sólo prometemelo quiero que sepas que has sido lo mejor que me ha pasado en mi vida, que has estado ahí cuando nadie estaba, has sido tú el apoyo más grande y fíjate eres mi mujer, la mujer mas bella y hermosa que hay en Nueva York tú sólo promete que serás feliz y no perderás la sonrisa esa que tanto me alegra cada mañana.
- De acuerdo, te quiero- le besó ella a él
- Y yo, te amo Alicia- dijo con un brillo especial en su mirada.Alicia vio que no abría la puerta y decidió entrar ella, vio que Jhon no estaba y que había dejando una nota .. Decía:
Hola Alicia siento que te enteres así de que ya no voy a estar en tu vida pero es así tengo un problema en el corazón y me han dicho que tengo poco tiempo de vida, que reposara en casa y aun así cada día íbamos a andar un poco y pararnos en nuestros sitios favoritos. No quiero que llores porque ya no estoy contigo a tu lado, quiero que sonrías porque quiero que sepas que eres mi mujer la que tanto amo, la que tanto me ha cuidado y protegido, la que me ha entendido y apoyado. Has sido un pilar fundamental en mi vida y quiero que sepas que siempre te llevaré en mi mente cariño. No quiero que pierdas esa sonrisa, quiero que sonrías como cuando estabas conmigo y sobretodo quiero que sepas que gracias por todo.
No me intentes buscar, no te quiero hacer daño.
Att: Tu marido pequeñaElla en ese mismo momento era cristal, un petardo explotado, un alma sin pena. Pero sin embargo pensó en lo que él le dijo por la carta y decidió seguir sonriendo pero.....los dos sabían mutuamente que nunca encontrarían a una persona que le hiciera sentir lo mismo el uno por el otro.