Capítulo 1

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Una hora y media después, por fin me han entregado todo el equipaje, salgo del aeropuerto y me encuentro con un hombre alto, fuerte, rubio, con los ojos azules y de aspecto serio con un cartel en la mano que en el que se lee 'Koa Turner', voy al encuentro con el hombre.

-Buenos días señorita Turner, mi nombre es Patrick, soy el chófer del Sr. Turner. Me pidió que la viniese a recoger - me explica.

- Bien, gracias - me limito a decir. No se me hace raro que no haya venido él personalmente, tantos años sin verle, sin saber de él, ¿por qué iba a ser diferente ahora?

Patrick me conduce hasta el gran 4x4 negro que hay aparcado justo en la entrada del aeropuerto, me abre la puerta trasera del acompañante, mete mi equipaje en el maletero y nos ponemos en marcha.

El trayecto transcurre en silencio, Patrick no es muy hablador, lo único que consigo sacarle son respuestas cortas, así que me limito a observar el paisaje. Casi una hora después llegamos. Bajo del coche y me quedo parada, observando la mansión que hay delante de mí. Es una casa enorme de dos plantas, situada frente a Madison Park. Es precioso.

Al entrar en la gran casa veo que tiene un estilo elegante y moderno, las habitaciones y salas son grandes. La cocina es muy amplia, tiene una gran isleta en el centro, es blanca, muy elegante, junto a la pica hay un gran ventanal con unas vistas impresionantes al parque. El salón es muy amplio, tiene un gran sofá en el que mínimo cabrían diez personas, justo en frente hay una gran chimenea de piedra y encima de esta, una televisión enorme. En el salón hay una salida que da al jardín, donde veo que hay una gran piscina. La casa está llena de obras de arte, instrumentos, cuadros... Un cuadro en concreto me llama la atención, se puede ver la silueta de una mujer joven, está de espaldas, luce una melena larga y rizada de color castaño, está arrodillada en el suelo con la mirada perdida en el cielo. Después de varios minutos observando el cuadro oigo el sonido de unos pasos acercándose a mí, me pregunto si será él, pero al darme la vuelta veo que es Patrick. Me sonríe tímidamente.

-Señorita Turner - se disculpa- le he dejado su equipaje en su habitación, si necesita algo avíseme.

-Gracias Patrick, no necesito nada más, solo una pregunta ¿dónde está?- le pregunto. Aunque se la respuesta, estará en alguna de sus importantísimas reuniones de trabajo.

-Tom, digo el Sr. Turner está reunido, me dijo que llegaría tarde, lo siento.- se disculpa y sale del gran salón, dejándome sola.

El resto del día transcurre rápido, deshago mis maletas, ordeno la que será mi habitación, me doy una ducha rápida y sigo deshaciendo y colocando mis cosas.

Pasadas las horas oigo el sonido de la puerta de la entrada, no voy a recibirlo, pero él no tarda en llamar a mi puerta y entrar. Hace tanto tiempo que no lo veo, desde que nos abandonó cuando yo tenía seis años... es alto, tiene el pelo rubio bien peinado, como siempre, tienes unos ojos verde intenso como los míos aunque los suyos desprenden mucha fuerza.

-Hola Koa, cuánto tiempo ha pasado. Estás preciosa hija.- me dice mientras se acerca para abrazarme. Me aparto y me limito a decir:

-Sí, hace doce años exactamente. - Éste hombre nos abandonó a mi madre y a mí, ¿Qué esperaba? ¿Qué lo recibiese con los brazos abiertos? Me doy la vuelta y sigo ordenando y deshaciendo cajas.

-Koa... - me llama- por favor, eso pasó hace mucho. Lo hice por ti y por Leila, sé que no lo entenderás pero es así.- dice mi padre, le miro.

-¿Qué lo hiciste por mí y por mamá? ¿Cómo te atreves? ¡Nos abandonaste! No sabes por lo que he tenido que pasar todos estos años, lo que he luchado mientras tú estabas en tu gran mansión... nos abandonaste, sin ningún motivo.- No, no, no... no quiero llorar frente a este hombre. Una lágrima cae sobre mi mejilla, estoy furiosa ¿cómo se atreve?- ¡VETE!- le grito.

Escucho como suspira, pero se marcha. Escucho una voz femenina que dice: '¿Tom? Cariño, ¿va todo bien? ¿Cómo está?' - oigo como se alejan mientras las lágrimas recorren mi rostro.

¿Cariño? ¿Quién es esa mujer? ¿Qué está pasando aquí? Todos estos años he estado sola con mi madre, luchando junto a ella... y él estaba aquí, en Seattle, con su nueva mujer en su gran mansión, feliz, incapaz de llamar una sola vez y se atreve a decirme que lo hizo por mi madre y por mí. No puedo más, es demasiado. Me tumbo en mi nueva cama, estoy tan cansada que no tardo en dormirme.

Mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora