Capítulo 2

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-¿Mamá? Mamá... ¿dónde estás?- La busco por el salón, por la cocina, por su habitación... ¿Dónde estará? De repente oigo un ruido de algo que se cae o alguien... proviene del baño, subo las escaleras corriendo, corro por el pasillo hasta llegar al baño. La puerta está cerrada ¡mierda!

-¡MAMÁ! - grito. - Mamá abre por favor... - no responde, nadie responde. Empiezo a golpear la puerta, a darle patadas y por fin consigo abrirla. Ahí está... mi madre, en el suelo, pálida, fría... Las lágrimas recorren mi rostro mientras me agacho y la rodeo con mis brazos.

-¿Por qué? ¿Por qué? Lo prometiste... Tú... Lo prometiste... - digo entre lágrimas, todo se vuelve oscuro, mi mundo se está derrumbando.

Otra vez ese maldito sueño... Miro la hora, son la seis de la mañana. Salgo de mi habitación en busca del baño. Me refresco la cara con agua fría y me miro en el espejo, estoy pálida, tengo ojeras y el pelo enmarañado.

Me peino como puedo dejándome ondas que hacen que mi pelo castaño parezca aún más claro, me maquillo un poco para quitarme estas horribles ojeras, intentado realzar el color verde de mis ojos. Lo consigo. Voy a la habitación y decido ponerme unos vaqueros, una camiseta de tirantes floreada y mis Converse blancas.

Hoy tengo que ir a la universidad de Seattle, University of Seattle, a que me den mis horarios, clases..., así que me doy prisa en bajar a la cocina para tomarme un café antes de que se despierte mi padre o su nueva esposa. Por suerte para cuando llego a la cocina no hay nadie así que me tomo mi café y cojo una de las llaves de uno de los coches de mi padre, en concreto la de su Audi Q5 y me marcho.

Tardo una media hora en llegar. Me dirijo hacia secretaria, donde una mujer mayor y bajita me explica amablemente los horarios, las clases... Dos horas después ya tengo mis horarios, mis clases e incluso me ha dado un tour por la universidad. Me despido de la amable señora, salgo fuera y me quedo mirando la entrada, por fin voy a empezar mi carrera de Arte e Historia del Arte. Las clases empiezan en dos días, así que el resto de mi día lo paso comprando todo lo necesario para empezar.

Para cuando llego a casa es de noche, no hay nadie asique decido cenar algo rápido e irme a investigar como es la noche en Seattle.

Termino en un club nocturno llamado Cantour, está lleno de esculturas y pinturas a gran escala, de fondo suena música industrial. El pub está lleno de universitarios, de gente borracha... la pista de baile está abarrotada. Me voy a la barra a pedirme un flame of love, la camarera rubia medio desnuda me lo sirve y me regala una sonrisa falsa y desagradable, la ignoro. Me tomo mi bebida de un trago. Es perfecta...

Ha pasado una hora, creo... Me he tomado como 5 flame of love. La camarera ya no me parece tan desagradable, será el alcohol que corre por mis venas que hace que no lo parezca... Me levanto para ir al baño y cuando me doy la vuelta choco con un chico, caigo al suelo y le grito:

-¡Eh, mira por dónde vas! - cuando levanto la vista veo que se está riendo... es alto, tiene el pelo oscuro, casi negro diría yo, lo lleva despeinado... es guapísimo. Por un momento me quedo paralizada, mirándolo, hasta que lo oigo decir mientras se ríe y me tiende una mano:

- ¿Estás bien? ¡Te me has echado encima! - se ríe el muy capullo.

-Hum... si, lo siento... - ¿Pero qué me pasa? ¿Por qué estoy tan nerviosa? Me levanto como puedo y me voy corriendo al baño. El chico grita algo detrás de mí pero por culpa de la música y la gente no lo escucho pero tampoco me paro a averiguar qué es lo que ha dicho.

El baño está lleno, pero logro meterme en una de las cabinas. ¿Qué me pasa? ¿Por qué me he puesto tan nerviosa delante de ese capullo?... ¿Qué habrá dicho? Estoy muy confusa... la cabeza me da vueltas, es el alcohol, es el alcohol el que ha hecho que me ponga así, estoy segura, así que será mejor que me vaya a casa.

Salgo al parking de la discoteca en busca del coche de mi padre ¿Dónde lo he aparcado? Empiezo a dar vueltas por el parking, busco y busco pero no lo encuentro... Maldita sea... De repente escucho voces detrás de mi asique empiezo a caminar más deprisa, intentando encontrar el coche.

Cada vez los escucho más cerca... ya no sé dónde buscar, a dónde ir. Empiezo a correr, buscando un lugar donde esconderme... Pero de repente noto como alguien me empuja por detrás y hace que me caiga de bruces al suelo.

-¿Dónde ibas tan deprisa guapa? - dice una voz masculina detrás de mí. Cuando me doy la vuelta veo a dos hombres de entre treinta y cuarenta años que me sonríen, tiene los ojos inyectados en sangre y huelen a vodka que tiran de espaldas. ¿Qué hago? No tengo por dónde escapar y al caer me he hecho daño en el pie, mierda...

Mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora