Pandemia: Operación Tormenta Del Desierto

Capitulo 10

Mientras el helicoptero descendia Alexia y 2 hombres prepararon sus armas seguramente para matar a las criaturas que rodeaban la entrada principal de Penhurst.
Las criaturas se acercaban al helicopter, Alexia abrio la puerta del helicoptero mientras tomaba a Veronica del brazo, Veronica cargaba a Kate.
-Cierra los ojos y tapate los oidos-Le susurro a su hija. Despues los demas hombres y algunos guardias armados los seguian bajando por parejas James y Jd, Dylan y Kristina y finalmente Kit y Tommy.
Mientras trotaban para llegar a la entrada que estaria almenos a unos 8 metros de donde el helicoptero descendio, algunos guardias disparan a los infectados.
A los 2 metros de la entrada habia una maquina que soltaba una luz roja, Dylan observo cuando Veronica y Kate entraron, la maquina que les rodeaba cambio a un color verde.
-¡Estan limpias sigan!-Grito Alexia.
Algo andaba mal con Kit el chico comenzo a sacudirse de forma agresiva hasta que de un monento a otro regreso a la normalidad.
Dylan paso por la maquina
-Limpio-Grito nuevamente Alexia, pasaron todos los demas pero cuando Kit paso la maquina comenzo a soltar un sonido como si estuviera alertando algo la luz roja cambio a un color azul fuerte.
-¡Es un renegado llevenselo!-Le grito Alexia a un par de guardias. Los guardias sujetaron a Kit mientras que el se retorcia bruscamente y los empujaba, Tommy vio lo que pasaba y en vez dr entrar fue a ayudar a su hermano, Alexia y otro guardia sujetaron a Tommy y lo llevaron adentro.
-¡¿Que demonios hacen?! ¡Sueltenme! ¡Kit! ¡Kit! ¡¡Kit!!
Los otros guardias se llevaron a Kit mientras que el resto del grupo incluyendo a Tommy ya estaban dentro de Penhurst.
Se encontraban en un sitio terriblemente aterrador que hizo que a Dylan se le revolviera el estomago.
El maniconio era terrible las paredes estaban pintadas de un color gris con algunos mosaicos de decoracion habia pequeñas mesas de madera y algunos sofas, el lugar estaba repleto de personas algunas con sangre, otras llorando y gritando y algunos locos que Dylan persivio.
-Vengan por aqui-Dijo Alexia-Mi madre debe estar en la oficina principal
-¿Donde esta mi hermano?-Pregunto Tommy furioso
-Tu hermano esta con los renegados
-¿Renegados?
-Son los que posiblemente contraen el virus...
Las palabras de Alexia provocaron que Tommy detuviera el paso haciendo que Dylan lo imitara.
-Tommy........
Tommy lo interrumpio.
-¡No!........ Ni se te ocurra hablar Dylan-Expreso Tommy con sus ojos cristalizados
-Me quedare aqui ustedes sigan Dylan
Dylan no lo quiso molestar asi que acepto y sigui el recorrido.
-¿Aun conservan locos en este lugar?
-¡Claro! la mayoria de nuestros locos son renegados pero los que no han contraido el virus son Will y Murphy
-¿Cuales son sus historias?-Pregunto Jd
-Will es un asesino despiadado mato y torturo a 6 familiares y la chica, Murphy, esa mujer nos llego hace unos 2 meses, afirma que vivio el inicio de toda esta locura de los zombies, dice que esto inicio hace 3 años, junton con su amiga Lana y su novio del cual desconosco el nombre.
Dylan se preguntaba porque Alexia hablaba como si ella fuera la que dirigia el manicomio, almenos el creia que ella era de la UDSADH, todo eso le parecia sospechoso.
-¿Y que le paso a Lana y al novio?
-No tengo ni la mas minima idea.
Continuaron la caminata, el lugar parecia un laberinto, habia pasillos que conducian a mas pasillos,
Dylan se preguntaba si Murphy en realidad estuviera hablando con la verdad o si simplemente era otra loca.
Alexia se detuvo junto a una puerta que dirigia a una habitacion. Alexia entro y al abrir la puerta habia una mujer sentada observando un libro color rojo, enfrente de ella habia un escritorio de madera y al lado izquierdo habia una estanteria con muchos libros.
-Madre...hay mas invitados
-Agh....mas seres que cuidar-La mujer esboso una pequeña sonrisa-Que pasen....
-Adelante
Entraron y la mujer detras del escritorio se levanto y dejo el libro en un espacio de la estanteria, despues los observo a cada uno de pies a cabeza y dijo
-¡Hola caritas de arroz!
Nadie emitio un sonido, ni una sonrisa lo que provoco que la mujer hiciera una mueca.