RUNAWAY

Una desaparecida y una olvidada

Capítulo 1

Lo primero que veo al abrir los ojos es una mancha en el techo, aquella mancha de humedad que ha estado ahí siempre, estoy segura de que con el paso de tiempo se ha ido haciendo más grande y que algún día abarcara todo el techo y tal vez incluso todas las paredes. Me despierto con una extraña sensación en la cara como si en la noche una fina capa de sudor la hubiera cubierto por completo, es una sensación grasosa y por lo tanto desagradable, siento mi quijada más apretada de lo normal, creo que anoche tuve una pesadilla...o tal vez fue un sueño lindo pero me dio miedo porque no estoy acostumbrada a esa clase de cosas, me paso una mano por el pelo grasoso, me doy asco a mí misma. Me siento en la orilla de la cama para comenzar un nuevo día, cuando levanto el pie descubro que al pie se me ha pegado un pedazo de papel húmedo no sé de qué. ¿Cómo puedo vivir así? ¿Cómo es que las personas me permiten vivir así? Solo tengo diecisiete años debería ser ilegal que una menor de edad viva con alguien tan descuidado, en esta preciosa ciudad, que esta tan llena de posibilidades para una joven como yo, que podría triunfar en cualquier cosa que yo quisiera, en todos lados conocerían mi nombre "Naomi Bell", la historia de la chica que salió adelante, aun no estoy segura en qué, pero sería la mejor en eso .A veces siento que yo soy la adulta en esta casa, Jody me tubo cuando era muy joven según lo que ella me conto fui obra de una noche de alcohol y falta de coherencia, vivió tres semanas con ese hombre, se juraron amor eterno ya se veían saliendo adelante criando a su hijo al que llamarían Jimmy como el guitarrista favorito de ella, pero cuando mamá despertó a un domingo por la mañana después de una pelea con el amor de su vida el ya no estaba , pero nueve meses después llegue yo una niña a la que tuvo que llamar Troian que fue el primer nombre que se le vino a la cabeza cuando le estaba gritando al médico que no quería verme, ella dice que mis primeros años fueron horribles, no teníamos un hogar definitivo, éramos técnicamente unas vagabundas, no entiendo cómo es que logre sobrevivir con ella criándome o como es que llegue a aprender algo de ella, no recuerdo nada de mi vida hasta antes de los cinco años, no recuerdo ningún cumpleaños, ni a ella intentando enseñarme algo, cualquier cosa ,lo que sea. El primer recuerdo que tengo sobre ella es a los seis una mañana en la que simplemente desperté en el departamento vacío acurrucada junto a ella, solo recuerdo algo de ese día, sentía que la tristeza abatía mi existencia, me sentía más sola que en ningún momento de mi vida, aunque Jody me abrazaba me sentía desprotegida y con un vacío en mi interior, como si mi alegría fuese algo tangible y me lo hubieran arrebatado, aunque según Jody eso es porque ese día olvido cerrar la puerta y los vecinos se metieron a robar.

Me veo en el espejo que está en el baño, mi cabello esta enredado y se ve grasoso en especial la parte morada que Jody me convenció de pintarme cuando cumplí quince, ella quería todo el cabello morado pero yo no quería verme como un elfo, así que conseguí conservar el noventa por ciento de mi cabello negro. Mi cara esta mugrosa una parte por sudor y otra por el delineador que olvide borrarme de lo ojos anoche, llevo la misma ropa que hace unos ¿tres días? Este es el límite, esto es lo máximo que puedo soportar en una semana, me lavo la cara antes que nada, una no puede andar con la cara mugrosa por el mundo, luego me agarro el cabello en un chongo mal hecho para que el cabello no me estorbe y para no sentirme tan incómoda con él en mi cabeza. Camino al comedor, se supone que Jody se quedó despierta hasta tarde para limpiar, pero en lugar de eso está hecho un asco, incluso se ve peor que cuando me fui a acostar, hay botellas de refresco y lo que creo que es cerveza, colillas de cigarros por toda la casa, manchas de lo que parece espagueti con salsa de tomate cruda en las paredes lo que es raro porque no hemos comido espagueti desde que el ultimo novio de Jody la abandono. Empiezo levantando los papeles que hay en la mesa de café de la sala, entre ellos empiezo a verlas facturas de hace un mes y entre ellas está un aviso de desalojo que llego una semana atrás, esto es la gota que derrama el vaso aviento todo lo que esta encima de la mesa al suelo y voy enojada al cuarto de Jody, ni siquiera toco la puerta y que bueno que no lo hago porque nunca me hubieran indicado que pasara, la habitación está vacía, seguro salió anoche mientras estaba dormida, estar en su habitación es una de las peores cosas que me pueden pasar en el mundo así que normalmente lo evito, siempre esta obscura y huele a una mescla variada a alcohol, cigarro y humedad , esta toda desordenada nunca puede encontrar nada en ella y no sería raro si hubiera un nido de ratas ahí y peor aún no sería raro que ella las criara, las alimentara educara e incluso les pusiera nombre. Cierro la puerta antes de que empiece a llorar a causa del apeste y la mala vibra que sale de ese lugar. Vuelvo a la cocina y de un tarro de galletas que en su vida a tenidas galletas si no dinero e incluso algunas veces hierva que después me entere que se fumaba, pero por ahora solo hay dinero y un dedal, algo tan normal como un dedal un objeto tan inofensivo que no guarda ningún secreto ni nada, tiene pinta tan normal que uno se extrañaría en verlo en nuestro hogar.