RUNAWAY

Maquenzíe Van Pletzen

Capítulo 3

El salón está lleno de candelabros rebosantes de velas, colgados en los techos, pegados en las paredes, se sostienen en el piso por bases, música de una orquesta de cuerdas que por más que busco no logro localizar, parece como una fiesta, una fiesta individual por que no veo a la vista a nadie aparte de mi...más bien una extraña versión de mí, porque yo nunca usaría un vestido como el que llevo puesto, este vestido color perla con manga larga de encaje a partir de los codos, puedo sentir la pesada crinolina debajo del vestido. Camino entre las velas es lo único que puedo ver, además de claro el techo y las paredes cascaron, este lugar es hermoso, pero no me gusta, no me siento cómoda, así que empiezo a buscar una salida, pero mientras más camino más me pierdo, hasta que ese horrible vestido lo arruina todo y tira uno de los candelabros y todo comienza a incendiarse incluyendo mi vestido y yo.

Lo primero que veo cuando abro los ojos es esta especie de salón estilo victoriano, estoy acostada en un diván crema con bordes dorados, me tomo un segundo para observar la habitación, está llena de mesas con flores y una chimenea donde alrededor hay una sala, con sillones repletos de gente susurrando estoy segura de que uno es Lincoln.

--Esa no es forma de tratar a la realeza-dice una mujer sentada en uno de los sillones--es solo una niña.

-Lo dices porque no se portó como una niña odiosa contigo Angeline --la mujer

Suelta unas risitas y se levanta del sillón y se para junto a la chimenea.

-Todos se comportan así en algún momento de la vida, incluso tu Lincoln ¿te ha creído?

--No, porque crees que tuve que dejarla inconsciente.

--Es cuestión de tiempo, pronto lo recordara todo y sus poderes volverán a ella--la mujer se da la vuelta y puedo verle la cara, es una mujer realmente hermosa con un cabello negro azabache recogido en un chongo bien hecho, su rostro es fino y su tez es blanca en una manera me recuerda a mí, claro si yo no estuviera tan descuidada, nuestras miras se cruzan y sonríe--ha despertado--anuncia y todas las personas se voltean a verme--Maquenzíe, querida.

--¿Si madre?--contesta una chica que está sentada aun de espaldas a mí y la otra mujer se ríe.

--Tu no querida, la verdadera Maquenzíe--se tapa la boca como si hubiera dicho algo maleducado--uh lo siento linda--la mujer camina asía mí y se detiene enfrente de mi--Hola Maquenzíe, tu no me recuerdas pero soy la reina Angeline de Van Pletzen, tu madre.

--Si...yo creo que se han equivocado de chica, mi nombre es Naomi Arblaster, vivo en Brooklyn y no soy para nada una princesa, así que ya me voy--digo levantándome--no se molesten en indicarme la salida la encontrare yo sola--camino a las puerta abiertas del salón, unos pasos antes de salir se cierran enfrente de mi cara, volteo y veo a Angeline con la mano derecha estirada asía la puerta.

--Sí que eres tu-dice la chica que no se había dado la vuelta hasta entonces--te reconocería en cualquier lugar--al principio me cuesta un poco verla pero en cuanto mi visión se adapta la veo, su cara alargada, sus labios delgados y alargados, ojos azules y el cabello negro casi tan obscuro como el de Angeline, soy yo pero diferente, somos iguales pero tenemos diferentes estilos, ella lleva puesto un traje rosa y el cabello completamente negro bien arreglado--Yo soy Maquenzíe copia.

Cuando veo a todos lados buscando ayuda de qué contestar o una explicación pero nadie dice nada hasta que Lincoln habla.

--Recuerdas lo que te dije, cuando te fuiste sabíamos que si Andrew se enteraba te iría a buscar por lo que creamos a Maquenzíe, es tu réplica exacta, tu señuelo.

Nadie dice nada durante unos minutos, tengo demasiada información que procesar, no quiero creerles, pero se ha vuelto difícil no creerles, empezando por la chica idéntica a mí, eso es lo más convincente.

--Ok Maquenzíe--dice Angeline un poco exasperada--No puedes irte, Royaljelly te necesita--El pueblo está en paz, pero no tenemos un gobernante, tú eres la siguiente en la línea y tienes que gobernar o el pueblo se volverá una anarquía.

--¿Por qué no gobierna ella?--digo señalando a Maquenzíe-se ve más responsable y más conocedora del tema.

--Ella no es una Van Pletzen verdadera--explica Lincoln--Solo un verdadero Van Pletzen puede controlar al pueblo, si alguien que no es Van Pletzen gobierna este mundo se volverá un caos. Lo que me recuerda...--dice y voltea a ver a Maquenzíe,--que ha llegado el momento, lo siento--saco de nuevo su reloj y se acerca a a ella, elle solo cierra los ojos y aprieta un cojín que tiene a la mano.

--Lo siento mucho Maqui--dice Angeline tapándose la boca con una mano, me embarga la sanción de miedo, se lo que está a punto de pasar, es como una película muy predecible. Van a desaparecerla, van a deshacerse de mi señuelo y de mí única posibilidad de salir de aquí

--¡Alto!--le digo y todos voltean a verme, me paro junto a Maquenzíe y la rodeo con un brazo--no pueden hacerle eso, no después de haber estado tantos años con ella, no después de todo lo que hizo. Creo que debe quedarse.

--Maquenzíe, ella no puede quedarse, el mundo vería que hay dos Maquenzíe y seria confuso--dice Angeline

--No tiene que serlo--le respondo--Deja que conserve el nombre y deja que yo siga siendo Naomi, será como tener una hermana, gemelas, dicen que yo viví escondida todos estos años por una extraña enfermedad pero que ya me he curado.

--Creo que podemos hacerlo--dice Angeline sonriendo.

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