Inexistente

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Capítulo 2


Es sin duda el día más horrible de toda mi vida y eso que he tenido muchos días horribles en mi vida, me meten a un especie de celda temporal durante dos horas, hasta que un policía que sin duda no es como los dos que me trajeron, este me escolta hasta un teléfono, tengo derecho a una sola llamada, no sé en qué usarla, sé que Jenn no es una opción, que Harvey debe estar en el hospital tratando de descongelar a su padre y no sé si Jody vaya a contestar...pero creo que es la única que podría ayudarme justo ahora, así que marco a Jody, el teléfono timbra varias veces y antes de que se vaya a buzón contesta.

--Jordán Arblaster --dice como saludo pero se escucha rara--¿con quién tengo el gusto?--es suena raro demasiado formal para una mujer que usa jeans rotos un blusas pequeñas de bandas de los ochentas.

--Hola, soy yo te he llamado toda la tarde ¿Dónde te has metido?--le digo en tono de sermón.

--Lo siento ¿Quién habla?--pregunta con el mismo tono de hace rato--debe haberse equivocado de número.

--Jody, no es tiempo de bromas, me detuvieron tienes que venir a ayudarme--le digo con voz exigente, pero ella solo suena muy confusa.

--Lo siento, no...¿Quién es?--dice y aprieto con fuerzas el teléfono

--¡¿Quién va a ser?! Naomi tu hija--grito.

--Yo no tengo hijas, lo siento--lo último que escucho es el bip del tono de marcado, en seguida cuelgo el teléfono y volteo a ver al policía que me ve con una ceja arqueada. Jody nunca fue la mejor madre, de hecho es una de las peores madres del mundo, no es responsable, era una mala influencia y bebía mucho, pero siempre me quiso, todo el tiempo, decía que yo era su gran orgullo y que me amaba, sus palabras me rezumban en la cabeza, me negó como hija...ella dijo que no tenía hijas. Jenn actuó conmigo como si fuera una niña rara, Rita me trato igual que siempre pero dijo que no conocía a Jody y todos a mí alrededor parecían haberse olvidado de mi existencia. ¿Qué paso?

Regreso a mi celda y me siento en el piso, considero seriamente en llorar, nadie me culparía, he pasado el peor día de toda mi vida y estoy detenida por algo que estoy un cien por ciento segura de que yo no hice...o creo que yo no lo hice, yo no puede haber petrificado al padre de Harvey así como así, solo recuerdo que quería que se detuviera, no quería que me tocara a mi o a su esposa hubiera sido horrible recibir un golpe de ese hombre.

Paso la noche en el piso de ese horrible lugar, temprano en la mañana me sacan y me llevan a un extraño cuarto gris donde solo hay una mesa y esta alumbrado por una lámpara, este lugar es todo un cliché.

Después de unos minutos aparece una mujer con el cabello rubio amarrado en una coleta, se sienta enfrente de mí y me saluda con una sonrisa.

--Hola linda, soy la oficial Parker, puede llamarme Hilary--arqueo una ceja, su intento de ser linda me da cosa--¿Cómo te llamas?

--Naomi Arblaster--le contesto--pero creo que usted ya sabe eso ¿Por qué me lo pregunta?

--Si cariño, ese es el nombre que le diste a la policía pero ¿Cuál es tu verdadero nombre?

--¡Cenicienta! --digo enojada--¿Puede dejar de decir tonterías y preguntarme cosas serias? Yo no ataque a ese hombre, como cree que una chica como yo--digo señalando mi delgado y nada musculoso cuerpo--a un hombre como ese.

La mujer se ríe.

--Creo que estarás feliz de saber que el señor Davis está bien--ni siquiera sabía el apellido de Harvey ¿Davis? ¿Se llama Harvey Davis? Hago un esfuerzo por no reírme al escucha eso--Y no tenemos pruebas exactas de que tú le hayas hecho daño a) porque es poco probable que una chica como tú--dice mirándome a mí y a mi delgado cuerpo--pueda atacar a un hombre como ese y b)el esta bien. Pero el problema es que no encontramos nada sobre ti en los expedientes. Según los archivos de la ciudad no existe Naomi Arblaster.

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