CAPÍTULO 2: El muro

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(En el bien)

Axel
Hoy el sol brilla más que nunca. Me levanto con mucha energía para empezar el día. Me asomo por el balcón que hay en mi habitación, y veo a mi hermana pequeña. Se parece mucho a mí. Kira es morena, de ojos como el color de la miel. Hemos salido a mi madre. Las veo paseando juntas por los jardines de nuestra casa. Parece ser que hoy se han despertado antes de lo normal. Mi hermanita tiene catorce años, tan solo cinco menos que yo. Y tiene muchas ganas de terminar las clases, solo nos faltan dos semanas para acabarlas.

Yo estoy estudiando primero de magia pura en la universidad. Ahora son muy diferentes de como las conocían los humanos. Nos separan por razas de rakia, los vampiros limpios, como ellos se hacen llamar para diferenciarse de los vampiros de Kalywa que van por un lado, los hombres lobo por otro y así con las hadas de la luz, los elfos y las sirenas. Dependiendo tel tipo de rakia que seas puedes elegir entre una carrera u otra.

Elijo una camisa rosa y unos pantalones azules para ir a clase. En Tymvura, vestimos de colores vivos, ya que las ropas oscuras solo las visten al otro lado del muro. Y aunque se que es imposible que lo crucen me dan mucho, mucho miedo.

Aquí gobierna una familia por cada tipo de rakia. Pero cada dos años se elige a una especie diferente para que gobierne, y así no dar lugar a sublevaciones innecesarias. Yo pertenezco a una de esas familias, exactamente a la familia Williams de brujos, pero no me gusta que la gente lo sepa. No quiero que me traten diferente por ser el heredero de la familia.

No me apetece desayunar, y tampoco es que tenga tiempo para hacerlo. Salgo corriendo de casa y me dirijo a mi coche para ir a recoger a Sharon, mi novia. Ella es muy guapa, rubia con ojos marrones y alta, pero no tanto como yo.

Me relaja una barbaridad conducir mi 4x4. Al otro lado del mundo apenas tienen coches. Como medio de transporte utilizan animales adiestrados, mientras que nosotros los utilizamos para el ocio. Personalmente a mí me gusta ir todas las tardes que puedo a montar a mi pura sangre color chocolate.

Por el espejo retrovisor veo el muro. ¡Es enorme! e impone mucho. Rodea Kalywa y Tymvura enteros, por los lados y por arriba en forma de cúpula bastante alta, tan elevada que es posible surcar los cielos tranquilamente, eso sí, sin poder pasar de un lado a otro. El muro fué creado por los brujos más poderosos de las dos partes del mundo, y nos proteje los unos de los otros.

Hubo una guerra a escala mundial entre los humanos hace 100 años, pronto será el aniversario de la creación del muro. En esa guerra se aniquilaron entre ellos, los antecesores de los rakias que ayudaron en esa guerra, aquellos que son masocas y muy peligrosos, son los que están ahora viviendo en Kalywa, en aquellas condiciones, pues su parte de ciudad es identica a la nuestra pero mucho más demacrada. Nosotros los rakias sobrevivimos, solo podemos morir mediante mágia, y por armas blancas o de fuego. Los seres humanos se extinguieron en tan solo 5 años. Desde entonces el bien y el mal está separado por este muro. Cada uno de nuestros predecesores eligió su camino y a nosotros no nos queda más que aceptarlo. ¡Por mi mejor! No puedo con la gente despiadada y mala. Los continentes como antes se conocían están totalmente deshabitados.

Ya estoy llegando a casa de Sharon, ella ya está esperándome en la puerta de su casa. Cuando ve mi coche se acerca a mí. Va con un precioso vestido rosa, a juego con mi camisa. Entra en el coche y lo primero que hace es darme un beso en la mejilla, pero yo estoy perdido en mis pensamientos y ni siquiera noto su cálido beso.

-Axel cariño, ¿qué pasa?- Me pregunta.

-Nada. Estaba pensando en cómo se creo el muro.-

-Tengo tanto miedo en que consigan derribarlo...-

-Eso no va a pasar.-La interrumpo- ningún brujo de Kalywa ha conseguido destruirlo y ninguno lo hará. Igualmente si algo sucediera estamos preparados para afrontarlo.-

-Tú estaras preparado, porque yo no quise ir a los cursos obligatorios de defensa y ataque, ¿y si me rompía una uña? O ¿y si me despeinaba? Eso no puede pasar, y menos en público.- Dice con una voz de repelente inaguantable.

Me quedo mirándola. Ella se está terminando de repasar el pintalabios, ya que se ha dejado un poco en mi mejilla.

A veces me pregunto porqué salgo con la típica niña rica mimada, pero es que nuestros padres se llevan muy bien, ya que viene de la familia gobernante de los vampiros. Y ya es costumbre, ¿por qué no seguir con ella? No veo porqué no hacerlo.

El trayecto a la universidad lo pasamos los dos en silencio. Y al llegar, espera a que le abra la puerta para salir del coche, como siempre. Al salir me besa apasionadamente y yo la correspondo.

-Adiosito mi amor-Me dice ya de espaldas corriendo hacia sus amigas vampiras y van al campus de los vampiros. Mientras que yo me acerco hacia mis amigos brujos que me están esperando para entrar a clase.

Normalmente no hay problema en juntarnos con otras razas de rakias. Yo personalmente tengo amigos y amigas de todas las clases de rakias. Mi mejor amigo es un tritón y siempre que puedo me acerco a la orilla a visitarlo. Su campus está bajo el agua obviamente. Esta tarde voy a verle, hemos quedado más o menos una hora después de que acaben las clases, para así poder hacer cosas y luego charlar tranquilamente.

-¿Qué tal tio?- Me dice Álvaro mientras me choca la mano y me da una palmadita en la espalda.

-¡Bien, SOLO NOS QUEDAN DOS SEMANAS DE PRIMERO CHAVALES!-Entre todos hicimos un grito de guerra y entramos en el campus.

Aparecimos en el aula tan solo segundos antes de que la señorita Llopis hiciera su espectacular entrada mágica encima de alguna de nuestras mesas, como siempre.

*°*°*°*°*°

Las clases por fin han acabado. Espero en la puerta del coche a que salga Sharon de clase, como siempre.

A los 5 minutos de estar aquí parado aparece mi bonita novia. Me da un pico y espera a que le abra la puerta para entrar en el coche. Es toda una señorita.

De camino a su casa, me cuenta de lo que han hablado hoy en clase de educación sobre la sangre y los distintos tipos de sangre que le sacian más o menos. Pero hoy no sé que me pasa que estoy continuamente pensando. Ella lo nota y me da una pequeña palmada en el brazo.

Se me ponen los ojos de un verde oscuro de ira y ella me mira con cara de susto. A los cinco segundos me doy cuenta de como estoy mirándola, y me froto los ojos y me intento relajar.

-Lo siento, lo siento, lo siento- Digo muy avergonzado de lo que acabo de hacer.

-No pasa nada, no lo vuelvas a hacer. Me has asustado-Dice todavía observándome preocupada.

-No, no se repetirá. Perdón-Digo justo al parar en frente de su casa.

Me da un beso rápido en la mejilla y sale corriendo sin esperar a que yo le abra la puerta. Ahora me siento fatal, parecía un monstruo.

Aprieto fuerte el acelerador y voy a todo gas hasta llegar a mi casa. Se que no es correcto pero necesito llegar ya a mi casa y pensar, cómo no.

Nunca me ha pasado ésto antes. Ni cuando mis poderes máximos llegaron a mí al cumplir los 18, como a todos los brujos. Suelen pasar cosas raras, cada uno cuenta una cosa. Yo tan solo me desmayé un rato. Álvaro saltó sin parar alturas inexplicables, otro amigo desapareció y tras 2 días buscando lo encontraron en la otra punta de Tymvura.

Al fin en casa. Quiero correr a mi habitación, pero mis padres me paran a medio camino.

-Hijo tenemos que hablar contigo-Dice mi padre con cara seria.

-¡Danton!-Le contesta mi madre mirándole con enfado- dijimos que no se lo contaríamos hasta que cumpliera años.

-¿Qué pasa?¿Qué teneis que decirme?

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Holaaaa, espero que os esté gustando, si quereis darme alguna idea, o comentar algo, hacerlo. Estoy muy ilusionada con este nuevo proyecto. Os dejo una cita: "Los libros son amigos que nunca decepcionan" Thomas Carlyle.

Gracias por leer mi capítulo.

DOS MUNDOS: Un muro entre el bien y el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora