PARTE I
|Narra Ryeowook|
Mi corazón se acelera.
Mis pupilas se dilatan.
Mis músculos se tensan.
Mi respiración se agita.
Mis ojos se tornan acuosos.
Yesung...
El esta aquí y no solo aquí. Esta justo en frente de mi.
Todos nos observan con intriga, mi rostro no tardo en enrojecerse. Las lágrimas pelean por salir pero no se lo permitiré, así que pestañeo rápidamente y respiro profundo.
¿Que haces aquí? Quiero decir pero no encuentro mi voz, se perdio en el justo instante en el que me dijiste adiós...
El no pronuncia palabra alguna y eso me crispa los nervios, ¿Acaso silo vino aquí a observarme de esa manera? Subí mi mirada hasta sus ojos.
Esos impenetrables ojos negros que tantas veces fueron mi tortura, hoy son tan transparentes como el agua. Y por primera vez me permite ver mas allá de su mirada, veo su dolor, veo su felicidad, veo su arrepentimiento pero también veo su orgullo.
Quiero que hable, pero... ¿Realmente estoy dispuesto a escucharlo?
No quiero que hable, pero... ¿Realmente estoy dispuesto a soportar su silencio?
- ¿Y... Bien? -Dice mama con impaciencia, no lo culpo esa no es su virtud, ni la mía tampoco.
Pero el sigue allí, supongo que ordenando el conflicto que hay ahora en su cabeza ¿Cierto?
Retrocede 3 pasos y sin romper la conexión entre su mirada y la mía le hablo a Kyuhyun al oído, recibió de su parte un asentimiento y el coro se reorganizo. El va a cantarme algo. Sonrio para mis adentros porque no puedo moverme siquiera, no lo negare, en este momento me siento parcialmente feliz porque a pesar de todo, vino a despedirse de mi.
Me dedico una ultima mirada fija, cerro sus ojos y sin mas comenzo a cantar...
"Cuando vuelva a tu lado,
No me niegues tus besos.
Que el amor que te he dado,
No podrás olvidar.
No me preguntes nada,
Que nada he de explicarte.
Que el beso que negaste,
Ya no lo puedes dar.
Cuando vuelva a tu lado,
Y este a solas contigo,
Las cosas que te digo,
No podrás olvidar.
Une tu labio al mio,
Y estrechamente en tus brazos,
Y cuentar los latidos,
Que hay en tu corazón".
Las lágrimas han sido mas que mi voluntad por reternerlas y se abren paso con tormentosa fiereza por mi rostro. Jamas había escuchado esa canción pero se acaba de convertir en mi favorita.
Lo sabia...
Sabia que, aun antes de escucharlo cantar, ya lo había perdonado. Lo perdono y no me importa lo ridículo que es perdonar a alguien que te hirió. Lo amo y eso nunca cambiara.
