Su nombre es Diego... (SexHistory)

Limonada y Vodka

Domingo en la mañana y el dolor de cabeza es atroz. Eran las 11 a.m. y como todos habíamos salido el día anterior, estábamos atravesando una dura resaca, al menos mi madre y yo. Amanda suele dormir hasta muy tarde siempre. Me levanté a hacer el brunch que suelo hacer los domingos para mi familia. No se me ocurría nada que hacer y decidí buscar en google algún desayuno creativo. Encontré unas panquecas con formas de sonrisas, como me gustaron y tenía los ingredientes salí decidido a la cocina para comenzar a preparar los hotcakes.

Era un domingo como cualquier otro, yo sin embargo no dejaba de pensar en lo sucedido la noche anterior. Fue tan intenso el pensamiento que una de las muchas panquecas que hice, prácticamente quedó todo calcinado y tuve que tirarlo a la basura. Lancé un poco de leche en polvo dentro de la licuadora y le añadí un poco de chocolate para formar un delicioso batido achocolatado.

Esa mañana todos desayunamos en armonía, luego fuimos al salón para ver una película que compré la semana pasada y al parecer no la habíamos visto. A mi padre siempre le gustaron los cómics y en honor a el compramos los vengadores porque sabía que le encantan esas películas, no estuvo nada mal a decir verdad. Después como no teníamos nada que hacer, mi familia se arregló para salir a dar una vuelta. Yo no pude acompañarlos porque tenía muchísimas cosas que estudiar y hacer para la semana y entre esas la mas complicada era el jodido proyecto de investigación.

La fecha de entrega es el martes próximo y solo me falta un capítulo para terminar y el tiempo que me quedaba era bastante corto. Ellos terminaron de irse y yo puse música al máximo volumen, como es mi costumbre y me metí de lleno a terminar el proyecto. Yo siempre digo que tengo alguna especie de déficit de atención o concentración, porque mientras hacia el trabajo, estaba hablando por el celular y la conversación por el grupo del salón estaba interesante.

Cuando los individuos que estudian conmigo dejaron de pelear, decidí de una vez por todas, apagar el celular para que nadie más me molestara. En lo que lo estoy desconectando me llega un mensaje de Diego al que no pude evitar contestar -Hola Peter ¿Qué estas haciendo?- escribió el -Yo estoy solo en mi casa y porque mi mamá salio de viaje y bueno mi padre esta en casa de su mamá ¿Y tú?- añadió

-Terminando el proyecto- conteste muy seco pero es que no pude evitarlo porque de verdad necesitaba terminarlo -¿Podemos hablar en un rato- añadí.

-Oh, esta bien. Te quería preguntar si estabas muy ocupado para ver si te apetecía venir a mi casa a jugar playstation o ver alguna película, pero tranquilo no te molesto- contestó Diego añadiendo una sonrisa.

Ahí mi mente comenzó a maquinar un plan bastante perverso, sin embargo, no sabía con seguridad a que hora llegarían mis padres -Dame 5 minutos y te aviso para que vengas a mi casa si quieres ¿Te parece?- respondí.

-Claro, no hay problema. Espero...- envió el.

No era una mala idea invitarlo a mi casa para ¨ver una película¨ lo cierto era que no dejaba de pensar en el y algo de compañía no me viene mal en este momento. Llamé a mi padre y me dijo que Amanda decidió que si se le haría fiesta de quince años y se pondrían a buscar las cosas ahora mismo porque ya solo faltaban un par de semanas, mi mamá se volvió como loca cuando le dijo que si haría fiesta y bueno, lo que quiso decir es que si se tardarían. Yo emocionado no esperé dos segundos y le escribí a Diego para que viniera. 

Adelante todo lo que pude y me fui a dar un buen baño antes de que él llegara.  Mientras estoy saliendo del baño escuché el timbre de la casa y se me ocurrió ir a abrirle la puerta con toalla encima a propósito. Me sequé un poco el cabello antes de ir para no mojar todo el pasillo. Verifique por el visor de la puerta si era él y abrí la puerta sin hacerlo esperar mucho.