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No sabía cómo había pasado, estaba a un día de su boda con el hombre que amaba, y eso queda tan pero tan corto, realmente lo amaba con toda su alma y su ser... Dios sabe cómo cada parte de su ser se negaba a hacer lo que iba a hacer, pero su corazón sabía que él ya no la amaba. Hacía un tiempo se dio cuenta, él estaba extraño, como distante y luego la conoció, los vio juntos y aunque no quería admitirlo supo que en ellos había comenzado algo es entonces cuando pensó: quizá sea algo pasajero, quizá se dijo y lo guardo muy al fondo para no distinguirlo. Hoy era el día en que no podía más, sufría y lloraba cada día al verlo como si estuviera en una cárcel, notaba como sus labios fríos apenas rozaban con desdén los suyos, aunque él no lo sabía la humillaba constantemente con su desgano, ya casi ni la miraba y ahora hasta a veces le gritaba. Decidida, luego de haber pensado en todo esto, salió con paso firme y se dirigió a la sala, ahí estaba Marco, desenchufó la tele y le quito la cerveza de la mano - largo - le dijo. Él la miro sin entender y ella prosiguió - quiero que te vayas por hoy, te doy 5 minutos para que recojas todo lo que necesitas para pasar fuera un día - se veía tan extraña y entonces cuando iba a empezar a protestar pensando que eran cosas tontas de antes de la boda ella lo calló y continuó - mañana estará todo solucionado, vete ahora, ¿no entiendes? Te estoy dando la oportunidad de escapar, de irte para siempre de mi lado - iba a decir que sabía que no la amaba y que ahora hasta dudaba que lo hubiera hecho antes en esos años juntos pero le dolía tanto... tanto que sentía como sus piernas apenas se mantenía firmes y como sus ojos la amenazaban con llorar, como lo amaba... Como lo amaba.

Marco apenas podía asimilarlo, ¿Claudia le había dicho eso?¿estaba dejándolo un día antes de su boda?, primero pensó que era una broma pero ella se veía muy seria y para nada trataba de mofarse de él, entonces no sabía que decir no sabía cómo sentirse si alegre por poder ser libre para ir en busca de Rachel o triste porque Mariana a pesar de lo fuerte que parecía en ese momento se imaginaba quizá algo de lo doloroso que debió estar a su lado para que termine así su relación y solo atinó a decir - lo siento - tragó saliva y se levantó, empezó a recoger un poco de dinero y sus llaves para salir por un día, el gran día, cuando estaba por la puerta la voz de Marina lo detuvo, en el fondo esperaba que así fuera, él quería de alguna forma resarcir el dolor que le causó a ella antes de irse con algunas palabras pero no pudo decir nada al escucharla - quiero que no te comuniques con ninguna de nuestras amistades hoy, has lo último que tengas que hacer con ese número y elimínalo también, después de hoy quizás te pregunten cosas, evádelas y no comentes nada de mí, desde hoy jamás existí en tu vida... ahora sí largo - terminó de decir eso y se fue a la habitación. Quería quedarse y abrazarla, quería consolarla pero se fue se fue cobardemente dejándole todo un gran problema a ella como si todo el daño que le hizo en este tiempo no hubiera sido suficiente.

Él la había dejado, había escuchado la puerta cerrarse y el carro salir, fue en ese momento que empezó a llorar a llorar desconsoladamente a sacar cada cosa cada rastro de dolor, dolía tanto que pensaba que no podía haber dolor más grande que este. Luego de una hora Mariana se levantó y empezó a hacer llamadas, canceló todo llamó a amigos a decir que había habido un improvisto y que lamentaba que la boda se cancelara, llamó a algunas de sus amigas más cotillas y les contó que se había arrepentido de casarse que no estaba preparada, les mintió descaradamente y ellas como ella se lo había imaginado salieron en defensa del pobre Marco. Después de haberse echado toda la culpa y cancelar absolutamente todo, habían algunas empresas que le había depositado un pequeño reembolso de lo que contrató, juntó todos sus reembolsos y compró un pasaje a Italia, su jefe una semana atrás le propuso un muy buen puesto en la sede en Italia de la empresa, lo llamó y decidió aceptarla ya que sabía que estaba todavía vacante porque no habían encontrado otro candidato, aunque su jefe se sorprendió no pidió muchas explicaciones y se dispuso a ordenar todo para su traslado, le pidió que todo fuera confidencial y él no opuso resistencia a la petición.

Eran las 5 de la tarde y aún quedaba mucho que hacer se puso los guantes y empezó a lavar todo, fue hasta a comprar un detergente diferente al que ellos usaban siempre, lavó y lavó cada rastro de ella, cada olor que podía hacerla recordar, limpió cada rincón y deshizo cada cosa que ella había renovado en la casa antes, reacomodó los muebles como estaban antes de que ella llegara, saco la alfombra que compró y puso la antigua que tenía guardada en el ático, saco toda su ropa y perfumó la casa con ese líquido olor a pino que solía usar Marco antes de ella llegara a su vida, eliminó todas las fotos de su computadora y quemó todos los álbumes de fotos juntos, eso no le iba a servir ni a él en su nueva vida ni a ella en la suya. A las 2 de la madrugada estaba todo listo, antes de que cierre la tienda donde se alquilan los autos alquiló una camioneta con espacio atrás para poder llevar todas sus cosas, como ya todo estaba empaquetado empezó llenar todo y como a las 3 terminó. Entró una vez más a la casa, había estado tan ocupada en no dejar rastro que no se había dado cuenta que todo ese tiempo estuvo llorando, llorando sin parar, vio como ya no había nada de ella en ese lugar, ya no pertenecía allí y se fue sacando lo último, un portarretratos con momentos de ellos juntos - era lo último que quedaba - se dijo y se dispuso a apagar las luces. Entró llorando al auto y se fue a donar todo lo que tenía allí, todo, no quería quedarse con nada, sabía que si se quedaba con algo se martirizaría, lo recordaría a cada momento y seguiría llorando como una tonta.

Llegó de madrugada a eso de las 4.30 pensando en que quizá la encuentre dormida y pueda hablar un poco con Mariana pero cuando llego a su casa se sintió raro como si todo hubiera cambiado, quería decirle que no podía hacer como si ella no existiera, que la había querido demasiado como para hacer eso, que sería siempre importante en su vida y que deseaba que fuera feliz, por Dios quería decirle algo para que su pequeño corazón dejase de sufrir. Cuando entró a su casa no lo podía creer, todo absolutamente todo estaba como cuando vivía solo, reviso cada detalle para ver si encontraba algo de Mariana, pero no había nada, absolutamente nada, ni siquiera la comida en el refrigerador que ella siempre pedía, ni su olor impregnado en su ropa, ella literalmente dejo sin su existencia este lugar, estaba desesperado no sabía que hacer empezó a llorar a llorar porque le dolía su perdida, le dolía muchísimo, porque aunque ella haya borrado todo en su mente él aún la recordaba y así sin saber cómo su corazón se hizo un lío nuevamente, confundido otra vez , Marco lloraba y lloraba.

Ya eran casi las 5 de la mañana y su vuelo salía en 15 min, todo ese tiempo una muy pequeña parte de su corazón esperaba que Marco venga a buscarla tan desesperadamente como cuando Rachel se fue, ella esperaba que él lo averiguara o que su corazón le envíe un mensaje como pasó con Rachel, ella esperaba que él aún la siga amando pero no era así el ni siquiera apareció ni llamo ni nada. De pronto su teléfono sonó era Marco - déjame escucharte, esto es lo último que te pido, déjame escucharte por favor y prometo que eliminaré tu número - ella no pudo más, se tapó la boca para que él no escuchara sus sollozos, quería hablarle decirle lo mucho que lo amaba que de verdad lo amaba y que lo extrañaría, que sentía como la muerte separarse de él, que el corazón le dolía tanto que no lo podía soportar y luego recordó que el ya no la amaba y siguió sollozando en silencio hasta que la señorita de los anuncios avisó que ya se tenía que abordar y ella solo pudo decir - bórralo - y colgó.

Marco lo había escuchado bien? No, no podía pasarle esto otra vez, ella ya se estaba yendo, su esperanza de encontrarla alguna vez en la calle y poderla ver en algún momento otra vez se había esfumado, ella ya no quería saber más de él, Marco se dio cuenta cuánto la había lastimado, cuan dolida estaba para irse así.

Mariana se puso a pensar después de dormir un rato durante el vuelo y tranquilizarse por que era que le dolía tanto el corazón porque sentía tan pesado el cuerpo y tanta angustia en su alma, era porque el suyo no había sido un amor pequeño en ningún sentido, el suyo había madurado no solo era como un pared fuerte que resistía grandes tormentas, se había convertido en la muralla china y Marco en solo unos días había demolido cada pedazo de ese amor, la había pisoteado tanto con su desamor que solo había quedado polvo en su corazón estaba tan dolida y desmoronada y es ahora cuando entendía a las personas que hablaban de ese amor, ese amor por el que crees que jamás habrá otro después de él.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2015 ⏰

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