No voy a volver.

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Brooke sujetaba con suavidad a su hermana por los hombros mientras está miraba sin mirar la pared frente a ella. Su hermana estaba un poco impactada por lo que estaba sucediendo. Su padre había llamado hacia unos minutos y había dicho que no iba a volver a Chicago. Qué él y su nueva esposa se quedarían en California. Había dicho que Chloe podía ir a California con ellos si quería, que enviaría a Kenny por ella. 

- Chlo... está bien. Sé que quieres volver con papá. Mamá y yo lo entendemos perfectamente, sabíamos que esto pasaría. Pensamos que... Pensamos que quizás podrías quedarte. Pero entendemos que... 

- No voy a volver - interrumpió Chloe a su hermana gemela. Brooke giro a ver a su hermana confundida y espero a que la muchacha continuará hablando pero está no lo hizo.

- ¿Cómo que no vas a volver? - pregunto la chica confundida.

- Eso. Que no voy a volver - dijo Chloe decidida apartándose de su hermana - Papá tiene que entender que no soy un títere que él puede mover a su antojo. Tengo sentimientos, emociones y pensamientos. Y si él no lo comprende, pues que se vaya al caño - dijo la joven con firmeza.

Brooke sonrió orgullosa de su hermana. 

- Esa es mi gemela. Voy a decírselo a mamá, ¿vale? Vuelvo dentro de nada para celebrar esto con una maratón de Teen Wolf - la castaña me guiñó un ojo y se levanto del sofá donde llevaban minutos sentadas. 

Chloe se quedo en silencio pensando cómo su vida había cambiado tanto en tan poco tiempo. Esto era obra de Barbará, claro. Su padre siempre había detestado California. Decía que la las personas la habían puesto tanto en un altar como un sitio fantasioso, que habían acabado por darle un aire irreal que en realidad el  lugar no tenía. Sí, tenia playas muy bonitas. De aguas cristalinas y arenas doradas, pero al fin de cuentas, sólo eran playas.

La muchacha suspiró y recostó la cabeza en el espaldar del sofá cansada. Cerró los ojos tratando de apartar todos aquellos cambios de su mente pero era inútil. Siempre era lo mismo con su padre. Cuando vivieron en Brooklyn tuvieron que mudarse a Chicago por negocios. No le había dicho nada. Un día simplemente la recogió antes de la escuela y al siguiente estaba asistiendo a una escuela en Chicago donde nadie la conocía y ella era la extraña chica nueva. 

Ahora, cuando me había dejado con mamá y Brooke, había sido lo mismo. Será por un tiempo, volverás a ver a tus amigos. Lo siguiente que supe es que mamá estaba inscribiendome en la escuela de Brooke y organizando una habitación para mí en la casa. 

No sabía exactamente qué iba a ser de mí, qué conseguiría aquí en Boston que no hubiese obtenido en Chicago. Al menos, este sería un lugar permanente. Quizás aquí consiga amigos a la primera. Chloe comenzó a sentir el peso de la ansiedad de los últimos minutos sobre sus parpados. El sueño comenzó a deslizar sus delgados dedos por su mente, difuminando sus pensamientos y deshaciendo sus ideas. 

La oscuridad la absorbió llevándola a un profundo sueño donde los cambios aún no habían llegado. 



Smile Chloe.(pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora