Tenemos que hablar.

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Chloe estaba segura de que hermana exageraba con este asunto de la escuela. Su madre no iba encerrarlas aquí por siempre. Bien podía ella esperar hasta que la mujer estuviera más calmada. Sin embargo, allí estaban. Su madre sentada en el sofá principal mirando a ambas asustada y las gemelas en los sillones mirándola de frente. Chloe se preguntaba cuando se invirtieron los papeles. 

- Muy bien, mamá. He faltado como una semana a la escuela para complacerte. Pero ya es hora de que regrese, estoy retrasandome demasiado. Alexa y Sophia ya no saben qué decirle a los profesores, y honestamente los apuntes de mis amigas son un asco - explicó Brooke con las piernas cruzadas y las manos entrelazadas sobre su regazo. Parecía una psicóloga. 

- Ya hablamos de esto, Brooke. Volverás a la escuela cuando Chloe esté lista. Hablé con el director y dijo que comprendía la situación. Y que, mientras no bajes tu promedio, puedes tomarte el tiempo que necesites - respondió su madre en tono cansino frotándose los ojos. Estos días la edad parecía estar haciendo lo que no había hecho en años con ella.

- De eso tenemos que hablar. Estoy lista para empezar el instituto. Alexa, Sophia y Brooke me han ayudado a ponerme al día con lo que tienen en su escuela. Además, me iba muy bien en mi escuela anterior. No me costará demasiado arreglármelas - habló Chloe por primera vez con voz firme. 

- ¿Estáis muy empecinadas en empezar ya no es así? Pues vale, por mí bien. Mañana mismo vuelves a la escuela, Brooke. Y tú empiezas en la nueva, Chloe. 

Ambas gemelas sonrieron y chocaron los cinco satisfechas. Habían conseguido lo que querían y sin guerrearlo tanto. Que su madre era un hueso duro de roer, vamos. Pero hoy parecía una mujer bastante razonable. Brooke se coloco de pie hablando como cotorra de todas las personas que iba a presentarme en la escuela, de todos los chicos que iban a flipar el asunto de las gemelas. Que nadie sabia que Brooke tenía una hermana, vamos. 

Mientras Chloe escuchaba a su hermana entretenida no pudo evitar preguntarse qué pensaría Mike sobre todo aquello. Seguro que le entusiasmaría muchísimo que Chloe entrará por fin al instituto. Así no tendía que ir a su casa todos los días para poder hablar con ella y se evitarían ese rollo incómodo que se formaba entre los dos cuando estaban solos en casa. Porque sí, que el chico era un santo, un amor y una ternura, y nunca se había metido con ella, pero era un chico a fin de cuentas. Y el hecho de que la visitará todos los días y de que pasarán tanto rato juntos pero no fuesen pareja a su madre ya empezaba a sonarle raro. 

- Vamos, que soy una mujer de razón, hija mía. Entenderé si andan en ese rollo de amor a primera vista. ¡Que yo también fui adolescente! - decía la mujer mientras preparaba la cena. 

Y era lo mismo todos los días porque, por más que su madre le insistía, Mike nunca se quedaba a cenar. Seguramente porque no quería malos entendidos. Que él a ella solo la veía como una amiga. 

- ¿Y tú, bonita, también le ves solo como un amigo? Porque ese cuento no me lo creo, ¿eh? A otro perro con ese hueso - le refutaba su hermana mientras cenaban. Y Chloe simplemente clavaba la mirada en el plato y seguía como si nada. 

Cuando su hermana se dio cuenta de que Chloe no estaba poniéndole ni cinco de atención suspiró resignada y le arrojo el móvil, que aterrizo con fuerza sobre el regazo de la gemela. 

- Gemeli, que bien puedes decirme que quieres hablar con Mike y ya te dejo yo tranquila, tonta - bufó la chica y se marchó mirándola con sorna. 




Smile Chloe.(pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora