Capítulo 3

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El día paso como si nada, él estuvo a lo suyo y yo a lo mío.
Hacía tiempo que no pasaba nada con él, estaba raro y yo lo ignoré. Pero un día estaba tan caliente que ni mis dedos me pudieron satisfacer así que se me ocurrió enviarle un mensaje en donde se me veía totalmente desnuda tocándome. En seguida el vio el mensaje y me envió foto de su polla, se notaba que estaba empalmada. Después de eso me arrepentí ya que todavía estaba más caliente. Decidí llamar a un chico, un amigo de hace tiempo que me había dicho que si alguna vez quería necesitaba un revolcón que le llamara. Claramente no habría hecho eso nunca pero ese día algo me pasaba. Al entrar a la casa lleve a rastras a mi amigo y lo bese con fuerza, en seguida él estaba acariciandome con su lengua, después metió su pene, que era gigante, fuerte tan fuerte que sentí que me iba a partir por la mitad, pero se sentía genial. Uno de los mejores polvos de mi vida. Al acabar nos quedamos un poco hablando hasta la noche y entonces lo volvimos a hacer unas cuantas veces más.

TRABAJANDO ES SU CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora