Parte 2

11 2 0
                                    

¡¡Perdón por el retraso!! (Con su doble sentido XD) Como compensación, esta parte es más larga.

En realidad, tampoco es que haya tenido muchas lecturas en cinco días. Pero bueno, dos lecturas son dos lecturas.

----------------------------------------------

Cuando me levanté aquella mañana, nunca hubiera pensado que acabaría en semejante situación. De hecho, me había levantado muy emocionado pues llevaba meses esperando aquel día. Mi escritor favorito, Allen D'olwer, iba a dar una conferencia presentando su nuevo libro en la biblioteca de la ciudad y, para qué mentir, yo sentía que después de tener semejante oportunidad podría morir tranquilo. Para mí Allen no era un simple escritor; era un artista con todas las letras, un genio creativo que me tenía fascinado. Y poder asistir a la presentación de su último libro era como si se me hubiera ofrecido visitar el cielo.

Cuando llegué allí, la biblioteca estaba irreconocible; el hall estaba atestado de gente, de periodistas y de cámaras y había un nivel de ruido desde luego nada aceptable para una biblioteca. La entrada a la sala de conferencias fue caótica.

Allen llegó tarde a su propia conferencia. Y no un minuto o dos, sino cerca de una media hora, tal como tenía por costumbre hacer. Yo me sentía un poco fuera de lugar; era el único chico de dieciocho años que había allí. Aunque, comparado con Allen, que parecía un extraterrestre en aquel lugar, tampoco llamaba tanto la atención.

Allen era la persona que hacía que la palabra "peculiar" tomase sentido. Dejando a parte que su comportamiento y carácter eran de lo más inexplicable y extraño, Allen era conocido por unos personajes hiperrealistas a los que dotaba de todo tipo de costumbres, gestos, miradas, formas de hablar, dejes... Los diálogos entre ellos eran de una gran calidad y variedad de registros. Sin embargo, el método que usaba para caracterizarlos no era muy admirable, o por lo menos, lo llevó por un camino no muy legal.


Allen salía a la calle a observar a las personas. Aquellas que le parecían interesantes se convertían en su objeto de estudio. Eso quería decir que, básicamente, eran acosadas por él. Utilizando un disfraz (pues también era un genio disfrazándose) , el escritor realizaba un estudio tan exhaustivo sobre esas personas que dejaría a los mejores detectives de piedra. Se pegaba a ellas como una lapa y las seguía hasta saber todos y cada uno de sus gestos, costumbres, horarios, relaciones... Y cuando conseguía lo que quería, desaparecía sin dejar rastro. Nunca sabías si Allen D'olwer te había estado observando.

Un día, Allen se encaprichó de la persona equivocada. Sin saberlo, estuvo siguiendo a un asesino durante un mes entero; hasta que cometió el crimen. Allen fue acusado del asesinato, pues había estado exactamente en los mismos lugares que el asesino, incluida la escena del crimen. Y aunque se demostró su inocencia, se descubrieron pruebas que demostraban que podía haber evitado el crimen y no lo hizo.

A partir de entonces, Allen empezó a seguir a personas relacionadas con crímenes. No hace falta que diga que aquello lo introdujo en todo un mundo de problemas y muchos de sus fans le dieron de lado. La prensa lo acosó hasta cansarse (cosa que aún no ocurría) y las criticas le llovieron como si no tuviera paraguas. Por otro lado, sus obras mejoraron notablemente y sus personajes se acercaban cada vez más a la realidad.


Cuando Allen llegó a su sitio, hizo una reverencia con su sombrero de cuero gastado. De paso, aprovechó para escrutar a todos los presentes desde detrás de sus gafas redondas con aquellos ojos grises y astutos pero miopes. Cuando me crucé con su mirada sentí como si le hubiera echado una ojeada a mi alma. Me revolví inquieto en mi asiento pero parece que fui el único que tuvo esa sensación.

Pájaros CapturadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora