Narra Malena
~Moscú, Rusia. 01:00 A.M.
Estaba plácidamente dormida en mi habitación soñando con pizza (¿Qué? ¿Nunca soñaron con su comida favorita? No me miren así, se que lo han hecho) hasta que siento como un peso cae sobre mi abdomen sacándome el aire. Abro mis ojos de golpe por el susto para luego encontrarme con mi hermano, MI querido y estúpido hermano.
-¿ACASO ERES IDIOTA? ¡Me darás un infarto!- le grito para luego escuchar su risa.
-Tranquila hermanita. ¡Te saldrán arrugas!
-¡O yo te sacare arrugas pequeño infeliz!
-¡Inténtalo!- me reto. Hoy si me las pagara. Agarre como pude sus brazos y lo tire de la cama sonriendo victoriosa.
-Así no me sacaras arrugas, me dejaras tonto en vez- me dijo sobándose la cabeza.
-Más de lo que ya eres no lo creo- le dije burlándome.
-¿Sabes que? Deja de insultarme y escucha.
-Aja, lo hago...
-Marcus te... ¿Por que no tienes pijama puesta si estabas durmiendo?
-Me dio demasiada flojera ponérmela al llegar.
-No.... No preguntare mas...- suspiro -Marcus te quiere en su oficina.
-¿Para que?
-No se. Dijo que era importante.
-¿Qué tan importante es para que primero, me despierten a la una de la madrugada? Y segundo, ¿en la primera noche que duermo temprano desde hace años?
-No lo se. Pero te quiere ahí ya. Y... ¿No te dormiste temprano hace como un mes?
-¡Agh! Ok.... Perooo, ¿me cargas?- le dije ignorando su pregunta y haciendo un puchero con cara de niñita de cinco años.
-Jódete- dijo este colocando su espalda para que yo me subiera -Antes ponte zapatos, hace demasiado frió y no quiero que te resfríes.
Jake podría ser un dolor de culo, pero es mi hermano y nos queremos demasiado. Me puse mis lindas pantuflas y me subí en él. Empezó a caminar por los oscuros pasillos del edificio pasando puertas y puertas y subiendo las escaleras que para este momento ya eran eternas, bueno, para mi.
¡Ah! Por cierto, soy Malena, Malena Decker y como verán, estoy siendo cargada por mi hermano mayor a la oficina de mi jefe en una noche helada para quien-sabe-que mientras me estoy quedando dormida. Lindo ¿no? Ademas, nunca me había dado cuenta de que la espalda de de Jake en realidad es cómoda... Les contare mas cosas luego ya que mi hermanito lindo ya paro.
Entramos a la oficina de Marcus y el estaba ahí con su cuchillo dándonos la espalda. Marcus Ivanov, un viejo de como 60 años, cabello negro canoso, alto, musculoso. Era como nuestro padre, y nosotros como los hijos que nunca tuvo. Si no fuera por él, Jake y yo estaríamos quien sabe donde con quien sabe quien, o tres metros bajo suelo.
-¿Que no les enseñaron a tocar?- dijo calmado.
-No- Jake y yo nos reímos.
-¡Ah! ¡Chicos! Son ustedes. Pasen, pasen. ¿Algo de beber?- Marcus se volteo y nos sonrió.
-Gracias Marcus, pero no, yo paso- le respondí.
-Yo si. Gracias Marcus- Jake acepto el vaso de whisky y le dio un severo trago.
-Y... ¿Que los trae por aquí?
-Jake me dijo que querías verme.
-¡Ah! Si, si. Pero no ahora. Puede esperar para mañana. Vayan a descansar, hace frió y se pueden resfriar.
-¿OSEA ME DESPERTASTE POR NADA?- le grite a mi hermano viéndolo con furia.
-Pero-pero... ¡ÉL ME DIJO QUE ERA IMPORTANTE!- Jake se defendió.
-Dejen de gritar chicos. Jake, te dije que le avisaras para mañana.
-¡JURO QUE TE MATARE!
-¡EN MI ROSTRO NO! ¡NI LA ENTREPIERNA!
-¡CHICOS!- grito Marcus. Nosotros nos callamos y nos sentamos de golpe ya que Marcus nunca nos gritaba y si lo hacia es porque en serio lo enojamos -Chicos... Relájense. Vayan a dormir. Los veo mañana.
Y con eso Jake y yo salimos de la oficina dirigiéndonos a nuestras habitaciones.
Me recosté en mi cama y me tape con las sabanas. Hacia un frió del demonio y yo estaba solo con una sabana mas delgada que el papel. ¡Ahg! Daba una y otra y otra vuelta pero no logre conciliar el sueño. De repente siento como se abre la puerta dejando ver a un Jake con su pijama de Superman haciendo que yo riera.
-¿Qué haces aquí tonto?- le pregunte con una sonrisa.
-No puedo dormir y en serio tuve el presentimiento que tu tampoco- dijo subiendo y bajando los hombros restandole importancia. Los dos nos reímos y él solo se recostó a mi lado.
-¿Qué crees que sea lo que quiere Marcus?- le pregunte acurrucándome en su pecho. Él coloco su brazo alrededor mio.
-No lo se... Pero tengo el presentimiento de que esto es algo... Raro. No se, como que nos cambiara lo que nos diga.
-Al menos no dijiste nada de presentimiento malo, si no ahí saldría corriendo en este instante- los dos reímos. -¿Te puedo decir algo?
-¡Dime que te atormenta!- dijo con voz de la época Medieval causando que me riera a carcajadas.
-¿Seguro que quieres saber?
-Ya suéltalo. ¡NO! No me digas que estas embarazada- rogó cerrando los ojos con fuerza.
-¡No idiota!- le pegue en el hombre de broma haciendo que se riera -Lo que te quería decir es...
-Es...¿?
-Es...
-¡Hay dilo ya!
-¡Ok! Que... ¿POR QUE MIERDA ESTA TAN FRIÓ? ¿ACASO LA MADRE NATURALEZA SE PEGO EN LA CABEZA (¡Hay eso rimo!) Y CREE QUE ESTAMOS EN INVIERNO?- Jake no paraba de reírse.
-¿No que te gustaba el frió hermanita?
-Que me gusta me gusta, pero no cuando solo tengo esto para taparme ya que se supone que es verano.
-Hay Lena...
-Cállate- Jake solo sonrió.
-Ya, hay que dormir.
-Hay que dormir.
-Descansa Len- me dio un beso en la frente para luego dar una vuelta y dormirse.
-Descansa Jake- susurre sin dejar de ver el techo. Siento que nuestra vida cambiara...
¡Hola! Y bienvenidos a Animals... Ok, basta de formalidad. Soy Tessa y pues... Esta es mi novela. Ya había escrito otra pero en otra cuenta que perdí la contraseña y no pude regresar... ¡Oops! Bue... Esta super corto el capítulo (bueno, yo lo siento así) pero es que tengo la trama en si pero hasta ahorita me puse a pensar que no sabia como escribir el primer capítulo lo que me figuro un problemita pero los otros seran mas largos (espero) y pues, gracias por leer y espero que les guste! Y no olviden visitar a la abuela, comanse todas sus verduras y miren a ambos lados al cruzar la calle. Gracias y esto fue Animals|Primer Capítulo.
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Animals | Steve Rogers/Captain America
Fanfiction-No- negué rápidamente soltando humo de mi cigarro -No, no, no y no. -Si lo harás- dijo en tono firme. - Nunca, ni lo sueñes Marcus.- miré con disgusto el veneno que traía entre los dedos, lo tiré al suelo y coloqué mi bota sobre éste. Ahí estaba y...