-Acompañame al chino.
Faltaban pocas horas para juntarnos para nochebuena, pero mi viejo siempre hace todo sobre la hora. Todo menos darme lecciones de vida. De esas me da desde los doce, y hoy me sigue dando.
Hablábamos sobre el futuro. Sobre qué estudiaría. Sobre qué tipo de vida quería. Todavía me quedaban unos años para decidir esas cosas.
-Todo factor que se te presente va a marcar tu vida en algún sentido, -me decía, mientras agarraba un pote de queso crema- tu pareja en especial.
-¿Qué querés decir con eso?
Yo no era grande. No entendía. No sabía qué esperar de la gente. No sabía etiquetar a las personas que caminaban por la calle. No solía darme cuenta de ciertas cosas hasta que ya me había equivocado. Eso es un error que lamentaría meses después.
-Todo depende de la vida que quieras. Si te mudás con un profesor de guitarra que da clases en su casa, por ejemplo. Podrá tener muchas horas libres, y los ingresos no van a ser millonarios. Por otro lado, si te casás con un empresario reconocido, lo más probable es que los ingresos sean abundantes y en cantidad. Pero también es probable que no pases con él el mismo tiempo que con el guitarrista. Todo depende de la vida que quieras llevar y de las prioridades que tengas.
-Igual hace la diferencia si me caso con un barrendero que si me caso con un político que si me caso con un profesor.
-Lourdes -me dijo- si vos lo amás, adelante. Yo nunca te voy a prohibir nada excepto por dos cosas. La primera, que te trate mal o te pegue. Y la segunda, que se drogue. Mientras que no sea violento ni drogón, bienvenido.
Es increíble cómo en cuestión de meses todo cambia. Aquello que me parecía tan lejano e inalcanzable, aquello que no podía imaginar como posible... Madurar es saber que aunque se ignore, eso existe. Madurar es entender que la vida no es la inocencia de la infancia, que hay mucho más. Madurar es saber con quién estar y con quién no. Y yo claramente maduré demasiado tarde.

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Drogas fuertes y vos (Próximamente)
Teen FictionLa única promesa que se hizo el 31 de diciembre fue prometer que no se enamoraría. Pero ni siquiera eso pudo cumplir. Ahora camina con un chico que sabe que sus padres no aprobarían, y que hasta puede perjudicarla a ella. ¿Quién dijo que no se podía...