Epilogolo

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El sonido de la puerta al cerrarse llega a mis tímpanos causando un ruido espantoso.
Es claro que Josh, mi compañero de trabajo, acaba de marcharse y me ha dejado sola en el establecimiento.
Una gran pregunta me llega a mi cabeza: "¿como llegare a mi hogar?", tenia una pizca de esperanza de que Josh me llevara, pero claramente mi esperanza acaba de esfumarse.
Mi reloj de pulsera me informa que son mas de las 2 de la madrugada, es normal que las calles a estas horas están vacías lo cual me asusta mucho mas.
He comenzado a maldecir el momento en que el profesor de literatura  me ha dejado con Josh, estaba claro que el trabajo lo iba a hacer yo. 
Estoy cansada, y no solo por todo el trabajo que he tenido que hacer, si no que toda esta semana ha sido agotadora, el estrés ocasionado por los exámenes finales me han dejado como un zombie.

He decidido que ya es hora de irse,  tomo mi suéter rojo y rezo para que pueda encontrar un transporte publico en las calles a estas horas, lo mas probable es que no pero no cuesta nada intentarlo.
Al entrar al callejón oscuro, largo y estrecho no hay mas que un borracho tendido en el suelo, todo esta sucediendo muy rapido,  el tira de mi muñeca con brusquedad hago una mueca de dolor que claramente no puede ver ya que todo esta muy oscuro. Un nudo quema en mi garganta. El miedo se esta apoderando de mi, quiero lloriquear y suplicarle que me deje ir pero el terror me ha dejado congelada. Sus fríos ojos grises me miran.
--Necesito dinero!! Donde esta tu puto dinero??
--No tengo nada, por el amor de dios suelteme--le digo  lloriqueando 
Tira de mi con brusquedad y mi pecho golpea con el suyo. Sus manos están comenzando a tocar mis muslos bruscamente. Su agarre es tan fuerte que me hace daño, el asco comienza a invadirme cuando su aliento caliente se comienza a acercar. Quiero gritarle que me suelte; quiero que se aleje, pero estoy congelada en mi lugar.
--Disculpe-- una voz tranquila, y ronca suena a mi espalda. Rápidamente doy un par de pasos hacia atrás, chocando con algo duro.
--hací no se le debe tratar a una señorita, si no quieres que te mate a golpes sal de mi vista ahora mismo-- dijo con su voz ronca y amenazadora. Las lagrimas inundan mis ojos, mientras que un suspiro de alivio sale de mis labios.
--estas bien, dulzura?-- me dijo el joven de ojos esmeralda.
--gracias, enserio no se que hubiera sucedido si tu no hubieras aparecido aquí, te lo agradezco mucho...
--Harry, asi es como me llamo y no es nada, dulzura. Voy a llamarte un taxi para que te lleve-- solo asiento, no podía articular ni una sola palabra, sigo asombrada por lo que acaba de suceder. 
--Gracias, muchas gracias Harry, no se como agradecertelo
-- no es nada, dulzura. Me subí al taxi sin quitarle el ojo a Harry es un hombre misterioso y decidido. No se como agradecerle todo lo hizo esta noche por mi, aunque dudo que lo vuelva a ver.


The psychopathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora